Cap. 22: Horibe Itona

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Narrador omnisciente

—Koro-sensei, ¿podría decirnos porqué su cabeza es un 33% más grande de lo habitual?

—Hay demasiada humedad en el ambiente y mi cara la absorbió—respondió mientras estrujaba su cara y de esta salía un chorrito de agua.

—¡Ni que fuera arroz!

Después de unos momentos en donde hacia la misma acción, retomó la palabra—Bueno, supongo que Karasuma-sensei ya les contó sobre el nuevo alumno.

—Ah sí, un asesino.

—La última vez tuve problemas porque me tomé a Ritsu-san a la ligera—la chica digital rió— y sinceramente no he dejado de vigilar a Hikari-chan desde que destruyó uno de mis tentáculos—la albina se sonrojó ligeramente, pero después le sacó la lengua—, esta vez no cometeré el mismo error. Sea como sea, les vendrá bien tener un nuevo compañero.

—Ritsu—habló Hara—, ¿tú sabes algo? Ya sabes, del nuevo compañero asesino.

—Sí, un poco. Al principio llegaríamos al mismo tiempo; yo me encargaría de los ataques a larga distancia, mientras él se encargaría de el cuerpo a cuerpo, juntos pondríamos a Koro-sensei entre la espada y la pared. Sin embargo, ese plan fue cancelado por dos razones; la primera es que su preparación tomaría un tiempo más.

—¿Y la segunda?

—Es que no tengo la capacidad suficiente para apoyarlo. Como asesina, soy infinitamente inferior a él.

Después de las palabras dichas por la inteligencia artificial, el salón entero se sumió en un silencio lúgubre. Aunque trataban de darse alguna idea sobre tal persona, no lo lograban.

El hecho de que fuera mucho más fuerte que su compañera les ocasionaba una opresión en el pecho, y no lograban saber por qué.

De un momento a otro, la puerta del aula fue abierta, dejando ver la silueta de una persona vestida de blanco, quien, con cierto suspenso, dio algunos pasos adentrándose al aula.

Con un solo movimiento de mano y sin que nadie lo esperara, hizo aparecer una paloma blanca, la cual aleteaba ligeramente sus alas mientras el hombre reía ligeramente—Lamento si los asusté, no era mi intención. Yo no soy el nuevo alumno; soy su tutor. Pueden llamarme Shiro, que significa blanco.

—Un hombre de blanco que se llama blanco y hace trucos de magia con cosas blancas no asusta a nadie—comentó risueña la peliverde.

(Si, sé que así no es el dialogo, pero eso fue lo que pensé cuando lo vi por primera vez, así que quise fusionarlo con lo que dice Kaede.)

𝐎𝐭𝐫𝐚 𝐯𝐞𝐳 | Akabane KarmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora