2 CAPITULO

709 84 49
                                    

Todos tiene sus maneras de enfrentar el miedo. Y Knuckles lo enfrentaba con ejercicio, a fuera de su casa entrenaba exaustamente, para ser precisos con pesasa. El echidna estaba recostado en una camilla de madera bajo el sol, levantaba rapidamente la pesa con ambos brazos y no las contaba, pues llevaba toda la mañana haciendolo.

Mientras el sol lo golpeaba, y se concentraba en levantar la pesa. Paso por alto un sonido particular y unos pasos, no es que estuviera sordo. Si no que no prestaba la minima atencion a su entorno. Su mirada estaba directo al cielo, observando el sol, hasta que una cara conocida se atraveso en su campo visual y le hizo soltar la pesa del susto, lo que ocasiono que casi le rompiera el cuello.

Shadow se apresuro a levantar, con una mano, la pesa que casi mataba al echidna y observo como este se levantaba intentando recuperar el aire.

De todos lo dias que Knuckles habia escogido para estar solo, justo se aparecia Shadow.

Knuckles instintivamente se cubrio la cara cuando vio a Shadow acercarse, esperaba un golpe pero nada llego. Con temor bajo sus brazos y vio al erizo con una ceja alzada. Casi se le sale el alma cuando vio que le extendia la mano, pero para su sorpresa solo le entregaba su comunicador.

—Lo olvidaste —dijo Shadow.

Ahora sabia donde habia quedado. Pero no le apetecia tomarlo, le daba la sencacion que su mano seria arrancada en cuanto tocara el comunicador. Pero no paso nada. A unque Shadow se quedo en silencio observandolo y eso lo puso muy nervioso.

—¿Quieres beber algo? —¿que acaba de decir? Y para su sorpresa, acepto.

Knuckles respiraba para tranquilizarse. No podia llamar a los demas por que estaba demasiado serca del erizo. Debia enfrentarlo solo. Ahora estaba en la cocina, preparando dos cafes, desde la barra podia ver a Shadow que estaba tranquilamente sentado en su sillon, observando su casa detalladamente. Dos cafes en pleno verano.

La sala quedo en silencio total. Knuckles estaba sentado a un lado del erizo, lo mas separado posible.

—¿Y como has estado? —pregunto Knuckles. Su naturaleza antisilencio salia a flote.

—Tranquilo —fue su corta respuesta. El erizo se veya muy tranquilo, demasiado como para matarlo.

—¿Encerio? —dijo Knuckles en un intento de avivar la charla. —Yo e... Estado muy ocupado en estos dias.

—¿Por eso estaban tan nerviosos? —claro que Shadow los habia estado observando. Sin saber el verdadero motivo de la pandilla.

—¡Si! —afirmo Knuckles rapidamente. Escucho como el suspiraba y contemplaba una foto de sus amigos ubicada en la meza de centro. Parecia pensar mucho sus palabras.

—Todo lo que dijiste a quella noche... —inicio el erizo, y los recuerdos llegaron a la mente de Knuckles causando que este escupiera el cafe que tomaba.

Shadow lo observo como el bicho mas raro del mundo. Y Knuckles rio nervioso.

—Como decia. Lo que dijiste ¿era verdad?

Knuckles se quedo mudo ante los ojos carmesi de el. Si recordaba todoooooo, lo que habia dicho y una parte de su ser, la mas noble le gritaba que dijiera la verdad. Pero otra, quizas su instinto de supervibencia, le decia que le siguiera la corriente.

—Si —dijo lo mas firme que pudo. Y quedo desconcertado cuando vio al erizo desviar la mirada.

—Me voy —dijo Shadow mientras dejaba la taza vacia en la pequeña meza. —Gracias por la invitacion —finalizo el erizo y desaparecio. Tipico de el.

ErrorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora