CAPITULO 3

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A quello era irreal. Imposible de ser real en cualquier dimension, pero habia pasado. El erizo belico habia peliado "a su lado" por a si decirlo y de paso habia cuidado a Knuckles en esos dias. Tan fantasioso pero real.

Sonic estaba en su amaca con un pie colgando e inmovil. Solo pensaba. Por su mente habia pasado, que quizas, y solo por obrade caos, lo que Amy habia dicho era real. Imposible ¿no?

—Estoy bien —dijo Knuckles relajado. Pero un ligero toque en su hombre hizo que chillara. —¡No hagas eso Shadow!

Pero el erizo lo miro retadoramente y continuo con a quellos pequeños golpes. Knuckles empezo a retorcerse en la cama, intentando escapar de las manos del erizo con el que habia pasado los ultimos dias. El resultado fue que se cayo de la cama.

—¿Intentas curarme o matarme? —cuestiono Knuckles una vez estuvo en la cama otra vez. —Por que si me matas tendras que pagar mi funeral, las flores, mis deudas a ¡y la luz! ¡Hace meses que no pago!

A quello era uno de los tantos intentos de hacerle reir o sonreir por lo menos. Pero nada, solo conseguia una extraña mirada.

—¿Tienes hambre? —pregunto el erizo.

—¡Siiii!—grito Knuckles.

Y con a quella respuesta, Shadow salio de la habitacion. Si algo que Knuckles habia conocido de Shadow en esos dias, era que cocinaba muy bien. El miedo a ser asesinado habia desaparecido.

—¡Espagueti! —grito Knuckles y sin modales alguno comenzo a comerse el espagueti combinado con hongos. Entonces un sonido nuevo hizo que parara, era el comunicador de Shadow. El erizo salio de la habitacion para hablar, pero Knuckles no siguio comiendo.

Por algun motivo. Una parte de el, sentia que a quello era malo.

—¿No te gusto? —cuestiono el erizo al ver que no habia avanzado en la comida.

—No, si me gusto.  —y un pequeño silencio se formo.

—Me ire unos dias.

Quizas era extraño, pero Knuckles se habia acostumbrado a tener a Shadow serca. Si, sus amigo lo cuidaban y visitaban pero el permanecia todo el dia con el.

Al dia siguiente el erizo no aparecio en su casa. El silencio en casa lo irrito al grado de salir, a un lastimado, hizo pesas al aire libre. Era su manera de enfrentar sus problemas y si que tenia un problema. Los recuerdos regresaban y le fue inevitable pensar en el, aferrado a su cuello en un profundo beso.

—¡Knuckles! —a quel grito le saco de sus pensamiento y le hizo sentarse de un brinco. Y frente a el estaba Sonic de brazos cruzados. —¿Que diablos haces?

Y mientras Knuckles era regañado, Amy se paseba por su casa examinando todo. Habia algo extraño, lucia diferente. Curiosa y con Sticks siguiendola, fue al refrigerado y vio la nevera.

—¡Que tierno! —dijo Amy emocionada con una nota que habia visto en la nevera. Sticks se acerco y leyo la nota.

—¿Esto te parece tierno? —cuestiono la tejon. "No comas tanto o te dara diarrea" y en la nevera una nieve casera.

—¡Sonic! —grito la eriza.

—No interrumpas Amy. ¿No vez que estoy regañando a Knuckles? —dijo el erizo frente a un Echidna. Pero Amy se paro a su lado y le puso la nota en la cara. —"No comas tanto o te dara diarrea" ¿Diarrea? Y ¿comer que?

Knuckles levanto la mirada y observo la nota con un poco de hielo. Sin pensarlo fue a la nevera y grito de emocion. ¡Shadow le habia dejado helado de galleta!

—¡Quiero ver! —grito Sonic olvidando su enojo. Pero solo era helado. —¿Te lo dejo Shadow? —quizo burlarse, pero la realidad le golpeo.

Una semana, dos semanas, tres semanas y Knuckles ya regresaba a la accion. Un mes y Shadow no regresaba. En a quel tiempo Knuckles habia pasado mas tiempo con Amy, charlando acerca de todo.

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