Resumen: Kaitou Kid y Shinichi Kudo tendrán que hacer frente a un sin fin de problemas cuando, tras un hechizo de Akako que no sale bien, son transformados en gatitos. Aunque puede que esta situación no sea tan mala después de todo...
(Kaishin/Shin...
En ésta historia, Shinichi se ha encontrado alguna vez con Aoko, pero no conoce a Akako.
Por si alguien considera que Kaito y Shinichi se enamoran muy rápido, aunque lo menciono pero se supone que han transcurrido 4 años desde que Kid y Conan se encontraron en el Hotel Haido, 3 años que Kid y Shinichi se han estado enfrentando en los robos, y 2 años que ambos van juntos a la misma universidad.
No hay lemmon, ni ninguna escena de carácter sexual, lo siento. Yo no escribo esas cosas.
Espero lo disfruten , y cualquier duda, por favor no duden en preguntar.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Era una negra noche de tormenta. El cielo se hallaba totalmente cubierto de nubes, siendo únicamente iluminado por un sin fin de relámpagos que eran descargados, una y otra vez, sobre la dormida ciudad de Tokio.
Pero no todos dormían aquella noche.
En un extremo del distrito de Ekoda se hallaba una antigua mansión y, aunque las luces del interior permanecían todas apagadas, en lo más profundo de sus muros resonaba una triunfante risa que significaba que la bruja que allí vivía estaba tramando algo.
- Lágrimas de dragón... Dientes de gato... Pido a aquellos que controlaban la Magia Roja y que ahora habitan en el reino de los muertos... Que me den su poder... ¡Darme el poder!
Akako se hallaba en su habitación subterránea, con su capa ritual negra puesta. La hechicera consultaba el gran libro de hechizos que permanecía a su lado mientras que, frente a ella, burbujeaba en un gran caldero un extraño líquido color rojo escarlata.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Con permiso, señorita Akako. Estoy de regreso con lo que me pedisteis.
Akako levantó la vista del libro que estaba estudiando, y observó cómo su sirviente entraba portando en una bandeja una serie de paquetes envueltos en hojas de árboles.
