Mi deseo a una estrella.

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Cuando Sasuke recibio a las 22:00 hs el llamado de Hinata, supo de inmediato que nada bueno podía ser, pero al llegar junto a ella y encontrarla en ese estado tan deprovable le provoco que cada gota de su sangre se congelara e hirviera en cuestion de segundos. La primera por el miedo a que el poso en el que se estaba undiendo la muchacha sea tan profundo, que le sea imposible sacarla a la luz de nuevo. Y lo segundo, por no haberla protegido de lo que sea la este lastimando, como habia prometido hace tantos años atras.

Por eso, no dudo en acceder a llevarla a ese lugar que entre lagrimas pedía, la llevaria junto a sus difuntas madres. Un lugar tan distante de todo y todos, un escondite que era el secreto de sus madres, donde se vieron por primera vez, donde nacio su amistad, donde solo ellos dos conocían, un lugar tan bello y lleno de recuerdos, donde compartieron sonrrisas por algun logro y llantos por la muerte de ambas madres, donde descubrio que ya no queria a Hinata, donde se dio cuenta de que la amaba, donde juro estar siempre estar a su lado y protegerla de cualquier cosa.

Salio de sus pensamientos cuando un sollozo a su lado se escucho, miro el aciento del copiloto y la vio durmiendo mientras se aferraba a la chaqueta que utilizo para cubrirla del frio de la montaña. Hace una hora que la había encontrado en ese solitario parque y apenas unos minutos que se había quedado dormida. Aun se notaba el dolor en su rostro, por lo sonrrojado que aun resaltaba en su palida piel y la hinchazon en sus ojos cerrados.

Apreto fuertemente las manos sobre el volante mientras volvia la vista a la carretera, no estaba seguro, pero algo le decîa que su dolor tenía que ver con cierto rubio amigo suyo, por que otra razon ella pediría ir a un lugar tan apartado, un día antes de la boda de sus sueños? Estaba casi seguro de eso, pero tendría que esperar a que ella le cuente lo ocurrido para estar seguro. Pero de ser su teoría cierta. Cumpliría con la promesa que le hizo al rubio años atras.

Cuando aun estaban en el colegio y Naruto decidío aceptar los sentimientos de Hinata, fue muy doloroso para él darse cuenta que no podría hacer nada para impedirlo, despues de todo, lo único importante era que ella sea feliz, aun si eso significara dejar de lado sus propios sentimientos. Por lo que a la primera oportunidad que tuvo, tomo a su rubio amigo y lo encerro en un aula vacia junto con el.

- Escuchame muy bien Naruto...- dijo en tono amenazante mientras lo sujetaba del cuello de su uniforme escolar-... sabes lo mucho que te aprecio, despues de todo llevamos una amistad de años, pero dejame avisarte ya desde ahora. Me importara muy poco todo aquello si llegas a lastimarla de una u otra manera. Me encargare personalmente de que tengas una larga y dolorosa muerte si eso ocurre, y creeme, me la llevare de tu lado a un sitio donde no en mil años la encuentres. ENTIENDES?

El rubio y ya palido chico solo atino a asentir a modo de confirmacion, pues asi como conocia al azabache, sabia que cumpliria con su amenaza. Despues de todo, la chica era el tesoro mas valioso de Uchiha, era " su pequeña hermanita" despues de todo, según él y muchos.

Penso que habia hecho lo correcto, penso que era lo mejor para ella, que su ex mejor amigo la protejeria y haria feliz, que tal vez al verla casada podria dar el punto final a años de sufrimiento por un amor no correspondido secreto. Porque era cierto, pese a que se conocian de toda la vida, el nunca revelo sus sentimientos hacia ella, sentimientos que jamas murieron y solo crecieron, pese a multiples esfuerzos por borrarlos del corazon, pero era inutil, estaban grabados en el.

Y ahora la veía a su lado sufriendo, por un corazon roto en pedazos, si tan solo no hubiera callado sus sentimientos... habria sido diferente la historia y terminado ambos juntos y felices?

Finalmente llegaron a la estancia Pedazo de Cielo, su distino, su refujio y el de sus madres, donde las cenizas de ambas fueron esparcidas, donde ambos se conocieron y crecieron, donde podian ser ellos mismos, su pedazo de cielo.

- Hina... despierta, ya llegamos... - decia mientras la sacudia un poco del hombro. Ella abrio los ojos aun rojos del llanto y una leve sonrrisa se poso en sus labios al reconocer el lugar.

Frente a ellos una hermosa y pequeña ( en comparacion a sus casas) mansion se encontraba, rodeada de un muy bien cuidado jardin y mas adelante un lago cristalino iluminado por la luna. Solo tres personas conocian la hubicacion de esa estancia, ellos dos y el hermano mayor de Sasuke, Itachi.

Bajaron del vehiculo y contemplaron el paisaje frente a ellos recordando el pasado, luego de unos pocos segundos en silencio ambos entraron dentro de la mansion, tenian una llave oculta en el jardin y dentro siempre estaba preparado para que ambos vinieran de improvisto gracias a los cuidadores del lugar y sus pertenencias guardadas en sus respectivas habitaciones.

Tomaron cada uno un relajante baño ( por separado) y salieron al corredor a contemplar la noche. Era momento de la verdad.

- Y bien... me diras que paso?...- dijo suavemente Sasuke mientras se sentaba a su lado y le Pasaba una taza de chocolate caliente.

Ella lo acepto y bebio un sorbo, tomo aire y comenzo su relato. A medida que ella hablaba Sasuke sentia la sangre herbir por sus venas, cuando termino de relatar ella nuevamente lloraba, y sin poder aguantar el dolor en su pecho, tiro a un lado su taza y se refujio en los brazos de su amigo como siempre que se sentia morir lo hacia.

Minutos mas tarde y con ella nuevamente dormida pero en sus brazos, el se permitio llorar de la inpotencia que sentia por no poder calmar su pena. La abrazama a su pecho mientras susurraba palabras de consuelo y de cariño.

Miro al cielo que comenzaba a aclararse anunciando un nuevo dia y la vio, una brillante estrella fugaz que atravezo el cielo atrallendo por completo su atencion. Nunca creyo en esos cuentos, pero era tal su desespero que con toda sus fuerzas cerro los ojos y pidio su unico deseo.
Por favor... quiero otra oportunidad... quiero poder hacerla feliz... y si se pudiera... volver el tiempo y no callar este amor que siento.

Abrio los ojos y sonrrio ante sus pensamientos, que tonto era, el no creía en eso, nunca lo hizo, ni de niño, pir que hacerlo ahora.

Y con ese ultimo pensamiento callo ante el sueño.

Gracias a una estrellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora