Había sido duro muy duro en realidad, pero luego de que su madre insistiera y argumentara Draco se quedó sin armas para negarse. Lo complicado era tomar el valor de decirlo de aceptar que esta era parte de su familia ahora, que estaba relacionado a una familia de pelirrojos que procreaban como conejos, a traidores a la sangre, nacidos muggle y hombres lobo.
Pero amo a Harry.
Draco suspiro con una expresión ausente y tranquilamente comenzó a decir sabiendo que para ganarse a este hombre debía ser lo mas honesto posible pues como su libro de Defensa decía "Los hombres lobo huelen una mentira a una milla de distancia"
—Se que Dumbledore no les ha dicho nada además de que Harry había aceptado mi propuesta matrimonial—Remus asintió
—Dijo que era algo que debía hacerse y que quizás más de una vida podría salvarse de esta manera. Solo aceptamos porque Harry parecía decidido a hacerlo a pesar de que no estaba muy convencido o contento al respecto—Remus dudo recordando como Harry había actuado desde que el llego a la sala y los vio a ambos tan cómodos juntos y lo correcto que parecía.
—Si él peleo bastante—Dijo Draco con una risa pequeña, Remus noto la mirada cariñosa del rubio dirigida a un punto en el espacio—Pero...yo no me rendiría con el—Dijo y luego Draco dejo que el lo viera, dejo que Remus notara la marca dorada con hilos de magia multicolor enredada en su muñeca.
—Oh Merlín—Susurro Remus arrodillándose en la alfombra para estar más cerca y Draco empezó a explicar
—Estaba allí cuando nací, pero no lo sabía, no entendía que significaba solo sabía que estaba oscura y rodeada de algún extraño poder—Explico—Las marcas de parejas destinadas no tienen este aspecto y tampoco nacen con el mago, se manifiestan a lo largo de la vida—Dijo acariciando el nombre grabado con runas tan antiguas que eran difíciles de traducir
—Es arcaico, casi ningún mago lee runas tan antiguas—Susurro Remus asombrado—¿Cómo es que tu...? —Draco acaricio los retazos multicolores y estos bailaron en sus dedos enredándose como hilos de magia
—Antes eran negros...me asustaban—Draco rio, un sonido melodioso y burbujeante lleno de una extraña emoción—Pase mi vida hasta hace poco temiendo mi marca y durante todo ese tiempo la oculte para que nadie la viera—Remus aun miraba la pulsera de magia que se enroscaba en la muñeca del rubio protegiendo la marca de runas, su lobo le decía que si intentaba tocarla resultaría peligroso para su vida
—¿Hasta qué...?—Pregunto Remus sabiendo que esto llevaba a algo y Draco dudo de nuevo, los ojos miel aunque suaves llenos de cicatrices y una vida pesada cargando a cuestas una maldición que el nunca pidió. Draco no se había sentido tan comprensivo con el lobo hasta ese momento
—Hasta que Voldemort regreso—Confeso pero antes de continuar la historia Draco necesitaba saber—Mi madre me dijo que era buena idea contarte sobre esto, ella ha estudiado a cada uno de los suyos desde que descubrimos esto y tu eres probablemente el que más lograría entenderlo y el que con seguridad podría ayudarme cuando ella no pueda hacerlo ¿Estás dispuesto a eso, a escuchar lo que tengo que decir y si es necesario...pelear para proteger a Harry? —Remus trago saliva.
El lobo miro a ese chiquillo sentado en la silla de ruedas y no vio a un alma en peligro o un alma maldita y débil como Dumbledore había asegurado el lobo solo vio a un guerrero Alfa que protegería a los suyos con garras y dientes porque en su cuestionamiento Draco había dejado ver a los ojos de la bestia de Remus que no importaría el precio a pagar él ya estaba haciéndolo todo para proteger a Harry.
—Te prometo escuchar—Dijo al fin—Te prometo que sea lo que sea que me tengas que decir voy a estar interesado en saberlo porque involucra a Harry y el es uno de los míos...e intuyo que tú lo serás pronto—Draco entrecerró los ojos no queriendo que el lobo se hiciera muchas esperanzas al respecto
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M de Matrimonio [DRARRY]
FanfictionHarry Potter está en contra de los matrimonios arreglados, totalmente en contra...porque, seamos sinceros, ¿A quién le gustaría que alguien externo decidiera mágicamente con quien debíamos pasar el resto de nuestras vidas?, ¿Qué acaso no contaba el...