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Dormí hasta tarde porque estaba demasiado cansada. Al despertar ya era hora del almuerzo, y mi padre junto a Harry no se encontraban en casa ya que se habían ido a ayudar en la reconstrucción de la casa de mi amiga Ruby. Comí un estofado de carne con mi mamá y al terminar, esta me entregó unas tarjetas.

-Como sabes, en pocos días es nuestra fiesta de bienvenida al invierno. Eres la encargada de entregar todas las invitaciones durante esta tarde- comentó con una media sonrisa -Dile a John Blythe que está invitado también, aunque sea que venga a presenciar nuestro canto. Él le estuvo pidiendo a Anthony que le cantemos, y ambos sabemos que no le queda mucho tiempo de vida, así que queremos cumplirle un deseo.- agregó.
Yo asentí y pedí permiso para ir a cambiarme. Me coloqué un vestido color rosa y até mi cabello con un lazo del mismo color. Tomé un abrigo color blanco (estaba comenzando a hacer frío) y salí de mi casa con las invitaciones en mano. Primera parada: los Berry.

Al llegar toqué la puerta y esperé a que me abran. Luego de esperar un minuto, una muchacha de asomó por esta.
-Si?- me preguntó.
-Tengo una invitación para la familia Berry a nuestra fiesta, todos los detalles están en la tarjeta- le extendí el sobre y ella lo tomó.
-Se la entregaré en seguida, muchas gracias- le respondí con un "de nada" y cerró la puerta.

Así fui pasando casa por casa. La de Josie, Moody, Charlie, Tillie, Jane (agradecí que Billy no se encontraba en su hogar), me crucé con los padres de Ruby y les entregué la invitación también, ofreciéndoles vestimenta porque toda su ropa había sido quemada en el incendio. Prácticamente recorrí todos los hogares de Avonlea y faltaba una hora para que se esconda el sol.
Finalmente llegué a la casa de los Cuthberts. Pude observar a un niño que se encontraba trabajando en el granero, entonces le saludé.
-Buenas tardes- él del asustó pero al final formó una sonrisa.
-Bon après-midi Mademoiselle- me respondió bajando su boina.
- Oh, est-ce que tu parles français (hablas en francés)- le dije.
-Si, mi familia y yo venimos de allí. Mi nombre es Jerry, encantado- me estrechó la mano.
-Yo soy Juliette, Juliette Robberts- sonreí -¿Están los Cuthberts en casa?-.
-Se encuentra Marilla junto a Anne y Ruby que acaban de llegar- me explicó.
-Muchas gracias Jerry, hasta luego- me despedí.

Toqué la puerta y en seguida abrió Marilla.
-Oh, ¿A qué se debe el honor de esta visita?- parecía sorprendida de encontrarme allí en la puerta de su casa.
-No sé si usted sabe, pero con mi familia organizamos una fiesta cada cambio de estación, y pronto se acerca el invierno- le mostré el sobre -Sería increíble que ustedes asistan a ella-.
-Wow, muchas gracias por tenernos en cuenta. De seguro que estaremos allí- se la veía muy contenta.
-No hay de que Marilla- observé el interior -¿Dónde se encuentran Ruby y Anne?- le pregunté.
-Están ambas arriba en la habitación de Anne. ¿Quieres que las llame?- dijo.
-Nono, está bien. Dígales que les mando saludos- y así dí media vuelta para marcharme, pero una idea pasó por mi mente.
Otra vez al pasar por el granero, llamé a Jerry
-¡Jerry!-.
-¿Si Mademoiselle?- se acercó.
-¿Te gustaría ir a una fiesta junto a tu familia? Porque están invitados a la nuestra, toma- le extendí la invitación y éste la miró boquiabierto súper sorprendido.
-¡Wow! Gracias señorita. ¡Wow!- no parecía creerlo.
-Hasta luego Jerry- le saludé con la mano y me alejé dejando al chico más que sorprendido.

Último destino de mi recorrido, la casa de los Blythe. Golpeé tres veces la puerta y me encontré con un Gilbert un poco despeinado.
-Hey Gil, ¿cómo andas?-.
-Mucho mejor ahora que veo a mi mejor amiga. Ven, entra- me invitó a pasar y yo me senté en una silla.
-Como se está haciendo tarde, voy a ir directo al punto- él me observó confundido -Aquí te traje la invitación a nuestra fiesta de invierno que es en unos días. Sé que no querrás ir para no dejar a tu padre solo, pero él también está invitado. Lo trataremos como un duque y también cumpliremos con su deseo de escucharnos cantar. Te prometo que apenas terminemos la última canción, podrán irse. Por favor, di que si vendrán- le supliqué.
Él pareció meditarlo un rato cuando al final dijo:
-Está bien, iremos solo un rato porque nuestras familias son muy amigas- le abracé dándole las gracias y por la luz del sol supe que debía irme. Gil se ofreció a acompañarme, así que caminé hasta casa conversando con él sobre la reconstrucción del hogar de los Gillis.
Cuando llegamos nos despedimos y entré a mi cálida casa.

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Días después nos encontrábamos en la escuela. Cuándo había tiempo, todos comentaban sobre la fiesta que sucedería esa misma noche y se ponían nerviosos. Unos días antes recibí una carta de Jerry rechazando la invitación, pero aclarando que de verdad estaban súper agradecidos por ello.
El profesor Phillips asignó que hagamos una competencia de deletreo, y ahí me hallaba yo junto a Gilbert compitiendo por el primer puesto. Habíamos vencido a Anne y Harry que también habían quedado con nosotros, pero cuando se trata de competencia, no me importaba quién era la persona a la que me enfrentaba.
-Egocentrismo- el maestro me miró por unos milisegundos.
-E G O C E N T R I S M O- él asintió ante mi respuesta, la cual había sido correcta. Miré al pelinegro con aire de grandeza, quien tan solo me observó con una sonrisa. Mis ojos verdes brillaban de poder.
-Compromiso- dijo Phillips y supe que eso se había puesto personal ya que miraba indirectamente a Prissy.
- C O M P R O N...- no lo podía creer, se había confundido.
-Incorrecto- nos observó fijamente el maestro -Felicidades señorita Robberts, las chicas ganas- y todas mis amigas saltaron y gritaron de alegría mientras que los chicos bufaban.
Gilbert se acercó a mi y me susurró:
-Debería haber cambiado la N por la M... felicidades- y se alejó haciéndome saber que me había dejado ganar. Maldito...

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-¡Nos vemos esta noche chicas!- gritó Diana mientras se alejaba, y así todas las chicas se fueron dejándome a mi sola con Harry y Gilbert.
-Tengo muchas expectativas para esta noche- soltó mi amigo -Tengo el presentimiento de que brillarán- lo cual yo asentí.
-No te equivocas amigo, llevamos ensayando estos últimos días y estoy seguro de que haremos lo mejor- concluyó mi hermano pasando su brazo por mi hombro.
-Entonces supongo que los veo esta noche- dijo Gil.
-Te esperaremos a ti y a tu padre con muchas ansias- le respondí.

Nos separamos y caminé a casa junto a Harry. No estaba nerviosa, ya que se trata de hacer lo que me gusta. "Ojalá que todo salga súper hermoso" pensé.
Llegamos a la residencia y al entrar nos encontramos a mucha gente decorando y limpiando el salón. Estaba quedando maravilloso.
Subí a la habitación de mi madre para comenzar a arreglarnos.
Se venía una de las noches más hermosas del año...





                     

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Aaaaaa, se vieneeeeee...

Espero que les guste el capítulo.

~La Melodía Perfecta~ (Gilbert Blythe)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora