Giyushino | I am a Demon (Kimetsu No Yaiba)

Parte #1

Tanjiro, Inosuke y Zenitsu habían partido hacia el tren infinito en su misión hace algunos días, durante este lapso, los pilares no se habían reunido en ningún momento, todo parecía tranquilo por el momento.

Shinobu Kochou se encontraba fuera de la finca mariposa en una misión de caza en un pueblo lejano, por lo que sólo quedaban Kanao, aoi, naho, sumi y kiyo.

Kanao se encontraba en el patio de la finca, sentada mirando como las niñas jugaban entre ellas, un aire de tranquilidad se posaba donde todos.

Sin embargo, un grito sacó a Kanao se sus pensamientos, Aoi había gritado al otro lado de la finca, Kanao fue rápidamente desenfundando poco a poco su nichirin, al llegar al lado de Aoi, pudo ver a esta a las puertas de la finca, y justo enfrente un casi desmayado Tomioka Giyuu que luchaba por moverse y respirar.

-dónde...dónde está kochou...-

El pilar del agua levantó la cabeza un poco, mientras Aoi miraba a Kanao preocupada.

Antes de responder a esa pregunta, Aoi fue a donde el peli negro y tratando de cargarlo puso su brazo rodeando su cuello y caminó poco a poco, al ver esto Kanao se puso del otro lado y entre las dos llevaron a Giyuu dentro de la finca.

Al dejarlo caer suavemente sobre el suelo, vieron que tenía varias heridas en todo el cuerpo, su haori estaba manchado de sangre, y sus piernas parecían no responder.

Mientras Aoi corria por algunos remedios para él, Giyuu miró a Kanao, que con una mirada preocupada (lo cual era raro en ella) no le quitaba los ojos de encima

Entonces Giyuu hizo fuerza de nuevo, y unas palabras casi inaudibles salieron de su boca

-traigan a algún pilar...rápido...o ustedes morirán-

Las palabras que salieron de Giyuu dejaron sorprendida a Kanao, que estaba apunto de salir en la búsqueda de algún otro pilar, Aoi regresó con varios frascos con un líquido opaco, y cuando se arrodilló para hacer que el pelinegro lo bebiera, Giyuu no respondió.

-¡vamos! Esto te ayudará con el dolor mientras trato tus heridas-

El pilar seguía sin responder, y de un momento a otro, este se levantó poco a poco, su cabello impedía ver su rostro.

Aoi y Kanao retrocedieron algunos pasos ante el pilar del agua, que poco a poco iba alzando la mirada, y cuando su rostro estaba arriba, pudieron ver unos ojos que no eran de un humano, junto a unos colmillos en su boca realmente grandes.

El pilar comenzó a rugir y a salivar mientras de sus manos salían garras afiladas, y con esos ojos azules, miró a Kanao y Aoi, que rápidamente comprendieron la situación que tenían enfrente.

Tomioka Giyuu, el pilar del agua, se había convertido en un demonio.

Fin del capítulo 1.