En otras de tus re-caídas papá decidió llevarme con el a su casa, con su novia. Y mi hermana se fue con nuestra cuñada. Sí, ya papá no vivía con nosotras. Sin embargo, nunca perdimos contacto. De hecho, el nos llevaba en pequeñas aventuras a las casas de su amigas cuando era hora de recogernos. No era muy divertido, pero tú no sabias a dónde íbamos, y nosotras no podíamos decirlo. Al menos ya no vivía con nosotras, no te tocaba. Lo curioso era que vivía al cruzar la avenida. Y tu sabías mamá. Era noche y fuiste a buscarme. Gritabas que me devolviera sin cesar. Su novia no estaba feliz y Papá bajó del apartamento muy molesto. Solo me dejaron verte desde el balcón y no se si llegaste a verme. Lo que vi no era sorpresa, estaban peleando. Pero tu estaba bien no habías tomado pastillas y el no estaba borracho. Aún así... volviste sola a casa con la nariz llena de sangre. Grité por ti mamá, quise ir contigo pero me detuvieron.
¿Quién te ayudó mamá?
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El grito más silencioso
NouvellesSi te contara mi vida...¿me dirías que es una novela, o una pesadilla?