Last Friday Night [(T)rap]

Capítulo 11

[Maratón 1/3]

Pov. Wos

Cuando el policía se fue, Daniel me tomó de la mano y me jaló escaleras arriba. Me sentí confundido, no lo voy a negar, porque no entendía para que estábamos yendo arriba siendo que había alto quilombo abajo.

Antes de poder preguntar, me guió dentro de una habitación.

—¿Qué te parece si me entregas mi premio de la apuesta ahora? —me preguntó, y siquiera pude responder porque sus labios estaban ya sobre los míos, devorándome e impidiéndome pensar con claridad.

Cerró la puerta atrás suyo, poniéndole seguro antes de abrazar mi cintura y empezar a guiarme hacia la cama, sin dejar de besarme en ningún momento.

Mordí su labio inferior y rodeé su cuello con mis brazos. Sonreí al hacerlo jadear.

Poco después, nuestras lenguas estaban danzando entre sí y ambos estábamos acostados en la cama, yo debajo suyo, pero nos separé poco después, jadeando agitado para recuperar el aire faltante.

—D-dani, espera... —jadee al sentir sus labios sobre mi cuello. Tuve que hacer mi mayor esfuerzo para no ceder. —N-nos pueden escuchar. —advertí, a lo que él se separó y me miró enarcando una ceja.

—¿Qué? ¿Te da miedo que se enteren de que no sos tan activo como creen? —me preguntó, con una sonrisa ladina y cargada de diversión. Entre lo que dijo, esa sonrisa y la mirada que me daba, terminé de excitarme y de colorearme cual tomate.  —¿Entonces si es eso? Que frágil, Oliva.

Viré los ojos y lo atraje hacia mí para romperle la boca a besos y callarlo de una vez. Supuse que igual estaban todos muy enquilombados abajo como para prestarnos atención.

Una de sus manos se coló bajo mi remera, y yo jadee contra sus labios ante la diferencia de temperatura con mi cuerpo.

Pero nos vimos interrumpidos.

—¡No, no puedo quedarme ahí mientras cojen! —Dani y yo miramos completamente sorprendidos a Mateo, quien salió de la nada, seguido de Manuel, también salido de quien sabe donde.

Estaba demasiado sorprendido como para pensar en que mi pequeño secreto había salido a la luz.

—¿Nos estaban espiando? —preguntó Dani, igual de desconcertado que yo.

—No... —respondió Palacios.

—No intencionalmente. —corrigió Manu. Alterné miradas entre los dos, tratando de entender.

Finalmente miré a Dani, y parece que llegamos a la misma conclusión.

—¿Estaban por coger? —dijimos al mismo tiempo, mirándolos fijamente.

Mateo se tornó completamente rojo, y abría y cerraba la boca, tratando de responder.

—Yo sabía que eras re trolo. —dijo de repente Ribba mirando a Mateo, y luego miró a Manuel— Y vos por eso te pusiste nervioso y te re fuiste.

Manuel se encogió de hombros, aunque algo sonrojado.

Yo entendía poco y nada, pero me percaté de que estábamos en la misma posición de antes con mi novio, por lo que me enderecé, apartando casi a regañadientes la mano de Dani, quien se dio cuenta de lo que pasaba.

Pronto estábamos los cuatro sentados arriba de la cama.

—Así que, por eso te avergonzaste hoy cuando te dije lo de que le cerrabas el orto a Danu. —razonó Teo, y yo me sonrojé justo como hoy, a lo que Daniel se rio, y Manuel estaba claramente controlando la risa, mientras que Mateo parecía atar cabos. —Que desperdicio de orto. —dijo mirando a Daniel.