Capítulo 20

1.3K 124 96
                                    

Pov. Lit Killah

Abrí lentamente mis ojos al sentir mimos en mi mejilla. Me acurruqué con suavidad, alzando mi vista para observar a Mati, quien me sonreía con tranquilidad. Me dio un pequeño beso en los labios, e inevitablemente sonreí.

Sentí que podía morir de felicidad ahí mismo.

Era como estar en un sueño, pero 10 veces mejor. Todo era simplemente perfecto.

—Buenas tardes, bello durmiente. —saludó, y no pude evitar ampliar mi sonrisa, dándole un pequeño besito, que fue respondido con otro, más largo y tranquilo.

Me sentía completamente calmado y feliz, no recordaba haberme sentido de esta forma antes, casi como si flotara.

Nos separamos lentamente y nos miramos a los ojos.

—Y... —susurré— ¿Esto en que nos deja? —pregunté con suavidad, desviando mi mirada a su pecho, donde garabateaba con mi dedo índice.

No tenía que verlo a los ojos para saber que se había puesto nervioso.

—Yo... No sé... —susurró, apretando el agarre en mi cintura.

Nos quedamos callados un rato, mientras yo escuchaba los latidos de su corazón.

—Es pronto para empezar a salir... —murmuró, casi con miedo, a lo que sonreí, alzando nuevamente mi mirada para verlo a los ojos.

—Mati, podemos ir al ritmo que quieras. —murmuré con suavidad, llevando una de mis manos a sujetar su mejilla, mimándola con dulzura— Quiero que estes cómodo conmigo. —expliqué— No tenemos porque apurar las cosas, pero necesito saber que estamos los dos en el mismo lugar... —finalicé, desviando mis ojos a mi pulgar que mimaba su mejilla.

—Bueno... —inhaló y exhaló— Sé que quiero que seamos exclusivos el uno del otro... —dijo con cierta vergüenza, a lo que yo asentí suavemente sin dejar de sonreír, dejándolo seguir— Quiero poder seguir besándote, mimándote... —se relamió los labios, y volví a mirarlo a los ojos— No me importa si los pibes lo saben, pero por ahora no quiero que salga de ahí... —explicó, tragando en seco, a lo que yo asentí— Y quiero que solo seamos eso por ahora... Más adelante, tal vez...

—Me parece perfecto, Mati. —sonreí, y pude observarlo suspirar con alivio.

Nos besamos, con sonrisas de por medio, hasta que mi celular sonó.

Nos separamos y lo tomé, leyendo los mensajes de Paulo. Solté una suave risa, sintiendo mis mejillas calientes.

Oculté mi rostro en el cuello de Nacho.

—¿Qué pasó? —preguntó, mimando mi cintura.

—Aunque no hubieras querido que lo supieran, Paulo y Mauro ya lo saben. —susurré— Seguro nos vieron ayer antes de que nosotros los viéramos. —suspiré, dejando de ocultarme para mirarlo a los ojos.

—Bueno, ¿Eso significa que Mauro no me va a machacar a golpes? —preguntó, a lo que inevitablemente reí, robándole un besito.

—Tal vez. —bromeé— Nos dijeron que vayamos. ¿Le digo que caemos en un rato? —pregunté, volviendo a mimar su mejilla mientras el asentía.

Le dije a Paulo que íbamos, y un rato después, medio a la fuerza, nos levantamos de la cama y nos preparamos para ir nuevamente a la casa del Duko.

Pov. Daniel

—Al fin bajan ustedes dos, eh. —soltó Mateo al ver bajar a Paulo y Mauro por las escaleras.

Last Friday Night [(T)rap]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora