-¡Joaquin! ¡Joaquin!- Abrí los ojos sobresaltado, Emilio me sujetaba la cabeza en el suelo del mirador de la presa de agua. El corazón seguía yéndome a mil por hora. -¿Qué pasó Joaquin?
-No puede ser…- Las lágrimas se amontonaron en mis ojos. –No puede ser…
-Joaquin, reacciona por favor ¿Qué demonios has visto?
-Es Liam Emilio… Liam está vivo- Emilio miró hacia todas partes buscando a alguien.
-¿Dónde lo has visto? ¿Está aquí?- Me sentía mal hablando de Liam a Emilio, sobre todo después de… Del beso. Negué con la cabeza y señalé el escrito con mi mano temblorosa. Emilio me dejó apoyado en la pared y se levantó a leerlo. Aún no era capaz de levantarme, era increíble. Liam estaba vivo… Vivo y a salvo… Y… Y seguía pensando en mí, no como yo… Seguía buscándome. Él no me había olvidado y había venido a Yuma pensando que yo haría lo mismo. Era un egoísta, era un maldito egoísta que no había pensado en él. ¿Con qué cara iba a mirarle si conseguía encontrarme con él? No podría estar como siempre, no después de dejar que mi corazón se acelerase con las carias de Emilio.
Miré hacia Emilio, él se había quedado con una cara muy seria mirando, leyendo y releyendo el escrito que Liam me había dedicado.
-¿Estás bien?- Preguntó sin dirigirme la mirada. ¿Qué se supone que debía contestar? Cómo iba a estar bien después de todo lo que había pasado, después de haberme olvidado de mi novio y descubrir que soy un mierda. Descubrir que lo soy todo para él.
-Lo siento Emilio…- Realmente sentía que esto hubiese pasado… que pudiese llegar a hacerle daño a Emilio. Me dolía el pensarlo.
-No te preocupes por mí- Me dijo demasiado serio. Me quedé embobado mirándolo sin saber qué más decir. Cuando se dio cuenta de que no le quitaba ojo, me dedicó una sonrisa extremadamente forzada y me tendió la mano para ayudarme a levantarme del suelo. –Deberíamos volver.- Asentí y acepté su ayuda.
Caminamos en total silencio, llevando los mismos pasos que habíamos tenido para llegar hasta allí. Con Emilio delante de mí sin girar la cabeza para mirarme. Sé que podía estar dolido pero ¿Qué culpa tenía yo? Seguí sus pasos resonantes por el asfalto y fijé mi vista por un segundo en “eso” que nos encontramos yendo hacia la torre, ya no me sorprendía la vista para nada. Era raro cómo uno podía acostumbrarse a encontrar normal éste tipo de cosas. Me alejé unos metros de Emilio en cuanto algo reluciente llamó mi atención. Emilio paró y se quedó mirándome, siguiéndome con la cabeza. Bueno, al menos sabía que iba detrás de él, por un momento había pensado que si desaparecía ni se iba a enterar.
Me agaché aún sin quitarle la vista de reojo a Emilio y recogí la flecha de la ballesta, tendría que practicar si quería llegar a usarla. No sabía por qué pero me llamaba la atención. Igual era un tópico de las series y los animes que había visto, al fin y al cabo esto parecía un maldito apocalipsis zombi.
-¿Ya?- Preguntó Emilio en la misma posición. Asentí con la cabeza y siguió caminando. ¿Qué debía decirle? Primero igual debía saber qué quería hacer yo.
Seguimos caminando hasta llegar a nuestro destino. Cuando entramos por la puerta del despacho en el que nos alojábamos Emilio se alejó sin decir nada, mi cabeza se hizo aún más lío. No quería perder a Liam, no quería perder a Emilio. Era un egoísta que no sabía lo que quería. Apoyé mi espalda contra la pared y me deslicé hasta el suelo sin quitar la vista de la imagen de mis zapatillas.
-¿Qué te pasa?- peter se sentó a mi lado con su inocente sonrisa. Intenté parecer normal.
-Nada, estoy bien pet.
-¿Te has enfadado con Emilio?- ¿Por qué decía eso? Negué con la cabeza.
-¿Por qué piensas eso?- Se encogió de hombros.
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SOBREVIVIENDO AL MAÑANA. (S.A.M). LGBT
Fiksi PenggemarJoaquin había ido al instituto como habitualmente. Estaba tranquilamente hablando con su chico cuando su padre llamó por teléfono... ALGO HABÍA PASADO. Pero nadie parecía saberlo. En cuanto llega a casa, los gritos, el miedo y los nervios se apodera...