Faith In ManUNkind (Red Dead Redemption 2)

Cry Out.

Para ser honesta, jamas llegué a imaginarme en una situacion como esta.
Hacia frío y mis prendas no eran suficientes para cubrirme.
Habia vivido cosas inimaginables, una brutal tortura que a nadie se le desea.
Los escuchaba hablar entre ellos, planeaban muchas cosas, asaltos, asesinatos, secuestros como este, entre otras cosas.

De pronto uno de esos hombres se acerca a mi de forma tan altanera, me toma por la barbilla y me suelta una bofetada.

-¿donde esta el tesoro de tu familia, florecita?

Elevo mi vista hacia el, me rio de una forma tetrica despertando cierta ira en el y provocando otra bofetada.

-no tengo ni la mas mínima idea, amigo.

Cerre mis ojos despues de que se acercara mas y empezara a rodearme, pasando su mano por mi rostro, las lagrimas empezaron a rodar por mis mejillas con la noción de lo que estaba segura, pasaría. Justo lo mismo que desde tres dias atras. Otro maldito abuso.

Cuando volvi a abrir los ojos, pasadas ya unas horas, note que me dejaron desatada en la habitacion que antes solia ser de mis padres, el Sr. y la Sra. Hetfield, tirada sobre la cama y con la ropa rasgada.

Estire un poco mi brazo con la finalidad de alcanzar el retrato que estaba en la mesa de noche; mi familia. Por una parte se podian apreciar a mis padres Castor y Cinthya, despues a mi y a mi hermano, James. Quien llevaba ya meses desaparecido.

Despues de contemplar aquella fotografia, empece a sollozar, mi familia estaba perdida, mis padres muertos y mi hermano desaparecido.

De pronto un ruido casi inperceptible me saco de mis deprimentes pensamientos, unos pasos acercándose a la habitacion, no sabia como reaccionar, estaba helada, sentia que iba a suceder lo mismo de hace algunas horas.
Mi sorpresa fue enorme al ver una persona totalmente diferente la cual se veia bastante mayor. Le mire desconfiada y totalmente aterrada ya que no sabia que era lo que haria conmigo. Dejo su arma de lado y corrio sacandose el enorme abrigo para cubrirme.
Por un momento pense en negarme, pero finalmente cedi, ya que pude percibir que sus intenciones no eran malas, me solté a llorar de forma desconsolada y volví a tomar aquel retrato de mi familia.

-tranquila señorita, estara a salvo. ¡Arthur! ¡Dutch! Encontre a alguien.

Mas pasos apresurados se acercaban, en el umbral de la puerta aparecieron dos personas mas, uno con cabellos castaños y ojos azules y el otro con cabello negro y bigote, los cuales me miraban con una enorme consternación.

-Arthur, ayuda a Hosea con la señorita.

-claro.

Asi como se lo ordenaron, asi procedió, me tomo en brazos y comenzo a caminar, movimiento con el cual pude apreciar a los hombres que habian abusado de mi yaciendo muertos en el suelo.

-la llevaremos al campamento, no se ve que la haya pasado bien ultimamente.

De la nada se me nublo la vista y me perdi totalmente, ya no supe mas de mi, ni siquiera de a donde íbamos.

Cuando volvi a despertar vi que ya no estaba en mi antiguo hogar, eso era obvio. Parecia mas bien la cabaña de un viejo campamento minero. Mire a mi alrededor, note que alguien tuvo la suficiente cortesia de acomodar la foto perteneciente a mi familia en una pequeña mesa, mas adelante, en una pared, estaban colgados tres retratos; uno de una mujer, otro de un hombre cuyo nombre parecia ser Lyle Morgan, y el ultimo mostraba a los tres hombres que me sacaron de mi casa, pero mas jóvenes claramente.
Pude notar igualmente que no tenía las mismas ropas rasgadas, si no unas un tanto mejores y estaba tapada con una cobija la cual brindaba una leve calidez ante el frio penetrante del clima de las montañas.