Faith In ManUNkind (Red Dead Redemption 2)

Héroe del día.

Narra James.

"La ventana arde
Iluminando el camino de vuelta a casa,
Es una luz que los abriga
Sin importar adonde hayan ido."

Desperte nuevamente tras una semana de lo sucedido en la ciudad, nos habiamos establecido en un lugar llamado Lakay, que a pesar de no ser perfecto, cumplia con la función.

Hace unos dias habia ido a Valentine por mi guitarra y pense en componer una canción, siempre me resultaba cuando sentía como si estuviera perdido.

La verdad me sentia vacío, ya que mi hermana ahora se habia ido, pero a pesar de ello, estaba con mi nueva familia, la banda de Dutch, que se ha vuelto incluso mas amena la estadia sin el lider propio.

Sadie, Charles y yo tratabamos de sacar adelante a los que se quedaron, y muy a duras penas, ya que si bien, teniamos la fortaleza suficiente para continuar, el que nos hayamos quedado sólo con las mujeres, Jack, Pearson, Strauss y el reverendo Swanson, era aun mas difícil para nosotros tres la carga.

"Ellos se fueron a buscar al héroe del día
Pero... ¿y si cayeran en un mal camino?"

Jane, Logan y Hosea trataban de escribirnos lo mas seguido que podian, y como era de esperarse, aún no tenían ninguna señal de los demas miembros de la banda.

Jane en sus cartas me contaba de como seguia perfeccionando sus habilidades al lado de mi héroe de juventud, Red Harlow, y que todo parecia estar tranquilo en Brimstone. E incluso a veces mandaba fotos en las que estaba con Hosea y con Logan.

"La ventana sigue ardiendo,
El tiempo pasa tan lentamente
Y hay alguien suspirando:
-"guardianes de las llamas,
¿No pueden escuchar que los llaman?
¿No pueden escuchar que sus bebés están llorando?"

Sadie dia con dia se acercaba a darme animos y a decirme que en algun momento, Jane, Logan, Hosea, los demas, pronto regresarían.

Yo poco a poco perdia la esperanza, ya que dejaron se escribirnos.

Habia pasado ya un maldito mes desde lo que todos se habían ido, un jodido mes y la angustia aun me consumía.

Sadie se sentó a mi lado mirando al paisaje pantanoso frente a nosotros.

-van a volver James.- gruñi en respuesta a su afirmación. -oye, he visto que has estado muy atento a la guitarra.

"Perdonen mientras me ocupo de cómo me siento,
Los recuerdos vuelven, y todavía parecen reales."

-ah si- respondi agradeciendo el esfuerzo de Sadie por mantenerme alejado de la inminente tristeza que me azotaba por nuestro decaimiento. -he estado componiendo algo.

Karen, estaba mas hundida en la bebida que de costumbre.

Abigail estaba desconsolada y con un fuerte sentimiento de impotencia al saber que John estaba preso.

Y podria seguir, pero, era fútil mi intento por alegrarnos, y me incluyó porque hace una semana que Jane dejo de escribir.

-¿y que es eso que estas componiendo? Me gustaria oir algo escrito por ti.

"Y ahora merezco descansar en una silla que me acune,
Pero ya no se mueve, por culpa de la desesperación."

-claro- respondi fingiendo ánimos en mi voz, aunque era mas que obvio que me sentia miserable.

Empece a tocar la canción, a la cuál Sadie escuchaba bien atenta mientras que la voz se me quebrantaba a cada palabra que cantaba.

"No quiero tu ayuda
Pero la fuerza en la que me encerré tanto tiempo
Es insostenible y no me deja sentir;
Sé que falta una parte de mí
Así que perdonen mientras me ocupo de cómo me siento."

Y asi conforme avanzaba la melodía, los demas se acercaban a escucharla, Mary-Beth, Tilly, el reverendo, Abigail junto a Jack, Charles, Strauss, Pearson, Molly.

Todos ellos, con los ojos amenazando con soltar sus respectivas lagrimas y concientizar un poco sobre la situación, y mas que nada, que debiamos mantenernos unidos para poder seguir.

"Y para los sueños y fuertes llantos
Que duran toda la noche
Construyan una pared tras el lugar donde ellos duermen
Y ocúltense hasta que amanezca;
Y, ¿ahora...? ... ¿pueden escuchar que sus bebés están llorando?"

Más dias seguian transcurriendo y de a poco parecia que los ánimos incrementaban en nuestro campamento.

Salía a veces con Sadie, o con cualquiera de las mujeres por las provisiones a distintos pueblos para que no nos descubrieran tan fácil, y si resultaba.

Eso sí, iba cada noche a los muelles de Saint Denis a la espera de una señal de los demás o incluso de mi hermana, que aunque yo ya sabia que se habia ido al norte con Logan y Hosea, y que sabia que estaba bien, me preocupaba aun asi.

No habia noche que no estuviera ahi a la espera de algo, despues mi ruta era hacia el cementerio local, donde tiempo atras me di a la tarea junto con Arthur de enterrar a mi madre, ya que el cadaver de mi padre lo desaparecieron.

Y asi era mi rutina cada maldita noche.

Hasta que esta precisa noche, dos meses despues del atraco al banco, al menos una cosa cambio.

Mientras estaba sentado en una banca, tocando la guitarra, a lo lejos, cerca de la playa, pude ver una silueta de alguien, en un vestido azul rey desteñido y el cabello recogido en su totalidad.

Decidí levantarme de la banca y caminar hacia esa dirección.

Me colgue la guitarra en la espalda y tome las riendas de mi caballo para dirigirlo hasta ahí, a donde esa presencia estaba.

Parecia observar con cuidado la lejania del borde oceánico, como si también esperara algo que proviniera de el.

-es muy tarde para que haya alguien por aqui.- dijo esa voz bastante familiar para mi sin dirigirme la mirada.

-pues, a menos que estes en espera de algo, creo que llegaste antes.

Esa persona se sobresalto y giro de inmediato a verme, sus ojos azules se conectaron a los míos y la mujer salto hacia mi en un abrazo cálido.

-hermano.

Me alegraba ver a mi hermana después de meses, y sin lugar a dudas sabía que debia llevarla conmigo al campamento.

No dijimos nada y fuimos directo hasta Lakay sin cuestionarnos, sin nada.

Tres meses y los demas aun no regresaban, Jane hace un mes regresó y ahora tuvo que adaptarse al ritmo de vida que llevabamos con la banda.

La verdad me dolia el verla llorar dia con dia, y no la culpo, por que extraña a Arthur.

Nos mantuvo a todos tranquilos al decirnos que Hosea se encontraba bien, pero que si Dutch regresaba, no decirle donde estaba.

Temiamos por lo que fuese a pasar, pero, no habia de otra mas que esperar.