La damicela de Hierro.

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-¿cómo que no es cierto lo de la muerte de Analisse?- pregunte a mi hermano mientras tomabamos el desayuno en nuestra casa.

-así es Jane, es falso. Sabían que ese agente los delataria, por eso le mintieron, no es culpa de Mitchell.

Tome un trago del cafe tibio con el que acompañaba mi desayuno mientras digeria las palabras de James.

-no lo entiendo, ¿cómo puede jugar con fuego y no quemarse?

-segun se, y a lo que Logan me dijo, tienen a un informante en la banda. De ahi la informacion que les da a ambos bandos.- Miraba la preocupación marcada fuertemente en el rostro de James, quien a su vez miraba al pequeño Jack jugar con unos antiguos juguetes nuestros. -no estoy listo para esto, Jane. El matrimonio, el sentar cabeza. Con todo este desastre de vida me parece lejano en extremo.

Tome las manos de mi hermano y deslice mis dedos suavemente sobre sus nudillos tratando de calmarlo.

Le dedique una sonrisa serena y este me la devolvió, retirando sus manos de mi agarre y mirando hacia otra dirección.

El sonido de la puerta tocarse interrumpió nuestra charla, James se levantó de su asiento para atender a quien fuera que estuviese en la puerta; era el Agente Logan Mitchell, ese de la fiesta.

James lo invito a pasar y se dirigió a la estufa junto a con una taza para servirle café al agente.

-así Que, los gemelos Hetfield están dispuestos a ayudarme con el caso de Analisse Ackerman a cambio de un favor. Muero por saber de que trata su propuesta.

Bebió del café caliente sin despegarnos la mirada de sus ojos marrones, pero no de mala manera, si no con la misma esperanza que teníamos James y yo de que todo este desastre acabará.

-solo no toques a quienes te pidamos- dije de manera suplicante.

El castaño saco una cajetilla de cigarros, tomo uno con la boca y lo encendió.

El pequeño Jack seguia tan centrado en los juguetes que no estaba poniendo ni una pizca de atención en nuestro invitado.

- me parece algo razonable, a decir verdad, es algo muy bueno, sólo Que, necesito que uno de ustedes dos vaya a ser partícipe de unas apuestas en un barco en el río Lannahechee.

-bien, iré yo.

James estaba a nada de levantarse e ir a vestirse para la ocasión, pero Logan lo detuvo en seco obligándolo a sentarse de vuelta y posando su mirada en mi.

-hablaba de que quiero que ella vaya... he oído que ella y el señor Morgan hacen buen equipo.

Mire anonadada a mi hermano y al agente de la ley que estaba ahí presente, luego de ello el hijo de John corrió a sentarse al regazo de James con alegría y a conocer al bastante joven policia Logan Mitchell.

-de acuerdo, iré. Pero yo elegire el vestido.

Unas horas más tarde, estaba en la sastreria acompañada de Francesca Tomasi ayudándome a elegir un vestido. Era obvio que no le diría que iría a una investigación acerca de una hermana psicópata que no sabia que teníamos, sólo pensaba que iba a una fiesta.

-ese vestido no- dijo señalando un vestido azul pálido que estaba colgado en un exhibidor. -¿qué tal este?

De entre tantos, saco un vestido color púrpura el cual no era tan ceñido, pero tampoco era abultado como los vestidos usuales.

Me lo probé y me quedo bastante bien, a decir verdad.

Fran pago el atuendo y me llevo a casa para arreglarme para la ocasión.

Faith In ManUNkind (Red Dead Redemption 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora