Corriendo entre trenes

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“Querido Carlo, lamento decirlo, pero dentro de una semana yo ya no estaré a tu lado lamento decírtelo por carta, pero te amo, desde que teníamos quince años no he dejado de pensar en ti. No es el momento adecuado para declararte mi amor, lo sé, pero necesito que lo sepas para que así yo pueda descansar en paz.
¿recuerdas esa noche en Paris? ¿Cuándo tomaste mi mano? Hubiera deseado que jamás me hubieras soltado, es más, esa noche debí haberte dicho lo que sentía, porque a la semana siguiente conociste a Alessia.
Cuando me besaste fue cuando supe porque todos los chicos con los que habia estado no se sentían correctos, simplemente porque no eras tú, pero hoy con más razón quiero que te alejes de mí, quiero que tengas tu felices para siempre Carlo, un final sin mi”


Pase toda la noche en vela pensando en nuestro beso... no habíamos querido hablar de eso tan tarde así que lo habíamos dejado para la mañana siguiente, aun así, yo necesitaba huir así que tome un chaleco que María habia dejado en la cómoda y salí de la habitación en puntas de pie.

Cuando llegue al pie de la escalera el hombre al que María alojaba justo estaba entrando - ¿Escapas? – pregunto el hombre con una voz rasposa, con un nudo en la garganta asentí – Los vi juntos, tu no deberías escapar muchacha –

-Es por su bien – susurre hablando más para mí que para él – Es por su bien –

-La vida... hay veces que es mejor ser egoísta – dijo el mientras tomaba mi mano y me guiaba a la sala – Mira muchacha, pase toda la vida casado con una mujer que nunca ame solo porque era mi amiga y era algo seguro, viví fingiendo amor, aunque mi verdadero amor estaba al final de la calle, y ya no tengo tiempo de remediarlo... –

-No entiendo, ¿Por qué no la dejo? – lo interrumpí –

-Porque fui cobarde muchacha, por eso te aconsejo que aproveches tu tiempo – negué con la cabeza y bajé la mirada
-No quiero que salga lastimado – susurre llorando, aunque no quisiera – Temo por su vida si sigue a mi lado – agregué

-Mira muchacha, la siguiente casa fantasma esta en Inglaterra, puedes huir ahora o esperar a la mañana e irte con él, tú decides – su voz rasposa quedo haciendo eco en mi cabeza aun cuando él ya se habia ido. Lo pensé toda la noche, pero antes de que el primer gallo cantara tome dinero y salí a la calle. Corrí hasta la estación de tren y llorando compre un billete a Inglaterra.

Me quede dormida a penas el tren se puso en marcha, soñé que todo esto era una pesadilla, soñé que tenía un futuro, un futuro al lado de Carlo y como si lo hubiera invocado el sonido de mi teléfono me despertó con el nombre de mi amigo iluminando la pantalla. No conteste.

Luego de casi siete horas llegue a mi destino en Inglaterra. Wolrverhapton era un lugar diferente a lo que yo conocía, camine y camine toda la tarde buscando las calle Cleveland Passage en donde se suponía que estaba la siguiente casa fantasma, o al menos eso decía la pequeña tarjeta que el hombre de la casa de María me habia entregado. Cuando ya atardecía logre encontrar una pequeña casa de ladrillo que correspondía al número que me habían indicado. Estaba a punto de tocar cuando un hombre de unos cincuenta años me abrió la puerta con un semblante serio.

Sin hablar me indico que pasara y me dejo esperando en el salón del lugar, estaba oscuro y silencioso, los muebles eran de roble antiguo y todo el piso estaba cubierto de alfombra causando que el polvo flotara en el aire.

-Giovanna, linda, te estábamos esperando – dijo una mujer de la misma edad abriendo los brazos y acercándose a mí, le devolví el abrazo y me sentí calma por unos instantes.

-Que mal me siento al no saber su nombre – admití avergonzada mientras ella aun me abrazaba. Ella solo rio y negó con la cabeza.

-Helena – se presentó – Ahora déjame llevarte a tu habitación – sin dudarlo tomo mi mano y me llevo por la angosta escalera a un segundo piso.

El segundo piso tenia in techo bastante y era mas espacioso de lo que se veía por fuera, había cuatro habitaciones y un baño. La del final del pasillo era la que me correspondía según lo que Helena me habia dicho.

Mientras me hacía un pequeño recorrido me explicó porque ella y su esposo habían decidido ser una casa fantasma y como funcionaba. Me conto que la misma compañía “Una semana” patrocinaba y elegia las familias que podían ser casas fantasmas y que siempre habia una gran rotación de casa en casa, también me dijo que los cazadores siempre estaban en las estaciones de trenes buscando a sus presas, era increíble.

También me conto que hace diez años su hermana habia muerto, la compañía habia cometido un error y los cazadores habia ido por ella antes de tiempo, mucho tiempo los odiaron, pero decidieron convertir ese odio en algo mejor, como cuidar a quienes eran cazados, por eso se habían convertido en casas fantasmas.

-Eso es muy noble – susurre mirándola de reojo, ambas estábamos sentadas en mi cama, ella me miraba con aire maternal, pero yo no era capaz de dar la cara, jamás podría haber sido tan buena...

-Quizás, quizás no – dijo ella pensativa – Pero no importa querida, solo se que lo hago en memoria de mi hermana – sonrió levemente dolida y luego se levantó de golpe – Descansa linda – y dicho eso se marchó cerrando la puerta tras de sí.

Después de mucho pensarlo llame a Carlo para que supiera que estaba bien, llame una, dos y tres veces, pero no contesto ni una vez, la preocupación me invadió, pero sabía que no habia mucho que podía hacer así que decidí dormir, solo que, no pude hacerlo porque alguien llamo al teléfono fijo de mi habitación.

- ¿Alo? – conteste desconfiada el teléfono de la habitación - ¿Quién es? – mi corazón latía a toda marcha
-Hola, hola, Giovanna querida – dijo la voz dura de Stephen - ¿Sabes? Tu novio se ve muy tranquilo durmiendo... ¿debería despertarlo? – de mis labios se escapo un grito ahogado, quizás por eso Carlo no respondía, quise decir algo, pero se cortó la llamada y yo me puse a llorar. Aunque me habia ido él estaba en peligro, esa noche no deje de lamentar mi decisión y con un nudo en la garganta me quede dormida

Mi última semana Donde viven las historias. Descúbrelo ahora