Capítulo Décimo

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Hiyori entró al área de descanso, Takano la miró un poco irritado, pero la niña sólo le sonrió.

—Hola, ¿me podrías ayudar a tomar una bebida de la máquina? Es que... No alcanzo...— señaló una de las bebidas que se encontraban en lo más alto, Takano suspiró al tiempo que se disponía a sacar una moneda de su bolsillo.— oh no, no es necesario... Papá acaba de darme la mesada... Debo tener una moneda por aquí...— hurgó en su pequeña bolsa, pero no parecía hallar nada, levantó la cabeza asustada para mirar al azabache y de nuevo a su bolsa inmediatamente después.— oh no... Perdí mi monedero...

—...está bien... Puedo invitarte la bebida esta vez.— sacó una moneda y presionó el botón que indicaba la bebida que había sido señalada por Hiyori, aunque dudó un poco ella tomó la bebida y se sentó en un sillón algo desanimada.

—Papá se va a enfadar...— comentó para sí, Takano la escuchó pero no parecía querer decir nada.

—solo explícale— se forzó a hablar, Hiyori lo miró asombrada, no era como si esperara una respuesta de aquel hombre.— puede que no te dé todo el dinero pero al menos una parte sí.

—no... Es decir... Sé que lo hará pero... Ahora mismo... Lo más importante es comprar las cosas necesarias para mi hermanita... No puedo desperdiciar dinero y tampoco puedo molestar a mis papás, esto es solo mi culpa, así que debería tomar responsabilidad.

Takano pareció sorprenderse ante la decisión de la niña, era cierto que los gastos necesarios para un bebé eran algo elevados pero no creía que una niña tuviera que preocuparse por ello.

— tú ... No deberías preocuparte por eso, tus padres son quiénes se harán cargo.

— no puedo no preocuparme, después de todo yo soy la hermana mayor...
Y quiero ser un buen ejemplo y quiero que mis padres estén orgullosos de mí — levantó la cara con decisión, y miró al azabache a los ojos.

—yo creo que ellos deben estar orgullosos de ti, no deberías esforzarte tanto, aún eres pequeña.

—aún así... Quiero dar lo mejor de mí, cómo ellos... Papá siempre es amable con mamá, le hace bromas pero mamá es feliz con él, siempre es servicial o hace lo que mamá dice, aún si está cansado... Es muy consentidor conmigo y con mamá.
Y mamá siempre piensa en nosotros, y aunque se enoja siempre hace las cosas que nos gustan a papá y a mí, como el pastel de mango, estaba delicioso. Siempre nos hace sentir bien, cocina conmigo y cuida de papá, va a tener un bebé y eso nos hizo muy felices a papá y a mí... Fue un poquito difícil convencer a mamá de mudarse con nosotros pero lo conseguimos— sonrió, para entonces Takano se había dado cuenta de aquella niña continuaría hablando un largo tiempo pero no parecía molesto de escucharla, de alguna forma le parecía algo lindo, y se preguntó si alguna vez hablaría de aquella manera con un hijo suyo... O hija... ¿Sería así de lindo?—  ...Luego mamá tuvo ese accidente, ¡nunca había estado tan asustada!—expresó — unas personas querían separarnos a mamá a papá y a mí, afortunadamente todo salió bien y mami está muy bien ahora...— pareció dudar un poco, miró a Takano de reojo y volteó hacia otro lado— Mami tiene amigos, pero no todos me caen bien... Tú me agradas, por eso yo también hablé con mi madre... Para que tú también pudieras tener un bebé con tu novio, creo que podría ser amigo de mi hermanita— Takano se sorprendió de escuchar decir eso a la niña— ...mamá está triste...—bajó la mirada— porque tú y mamá pelearon... mamá está triste por eso...— ella misma se sorprendió de decir aquello, había cubierto su boca con ambas manos, Takano guardó silencio, no sabía que decir, fue sorprendido.— por favor no le digas a mamá que te lo dije...

—...— siguió sin saber que responder, la puerta fue abierta y al lugar entró una mujer, la misma que pretendía acercarse a Kirishima y aunque Hiyo no la conocía sentía desconfianza hacía ella, algo le decía que esa mujer no era buena, volteó a mirar al azabache como buscando protección pero el azabache no la miraba y a Hiyo la distancia entre ambos le  parecía grande.

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