Mi Nombre es Leo

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-Mmm... - Abro mis ojos y me encuentro con los de la Bestia.

- Al fin despertaste. - ¿¡ME QUEDE DORMIDO CON ÉL!? 

- Um... yo...

- Gracias por traerme. 

- De.. De nada. - ¿Qué hago? ¿Por qué estoy tan nervioso? - ¿Te... Te sientes mejor?

- Sí, ¿Te quedaste conmigo toda la noche? - ¡Mierda! ¿Qué le digo?

- Um... Sí, es que tu... me abrasaste y no me dejabas ir.... y el sueño me gano. - Por favor que se lo crea...

- ¡Oh! -Se sonrojo un poco, maldita sea es tan tierno... -  Lo... Lo siento. Suelo abrasar almohadas al dormir...

- No hay problema. - ¿Porqué es malditamente tierno? - ¡Oye!... Um...

- Leo. - Lo vi confundido. - Mi nombre es Leo ¿Y el tuyo? Acabo de notar que no sabemos nuestros nombres, todos en el castillo te llaman el caballero... y creo que te gustaría más si te llamáramos por tu nombre... - ¿Está Bestia... Leo... pensó en mi? ¿Está bien que lo llame... por su nombre? Desde que llegue me a tratado bien... y yo sigo tratándolo como una Bestia...

- Yo soy... - ¿Sera que conoce el apellido de mi familia? Es un nombre famoso, ya que todos han sido grandes cazadores de Bestias y Brujas... lo mejor sera ocultarlo. - Richard. 

- Oye, Richard, respecto a lo de ayer... durante la cena... querías decirme algo importante.. ¿No?

- ¿Acaso no recuerdas? - ¡Estuvo apunto de matarme y ahora me dice que no lo recuerda!

- No recuerdo nada... - ¡ES UNA BROMA! - Lo ultimo que recuerdo fue que... dijiste algo de... ¿Irte? - Quiero gritarle que sí, y que casi me mata por querer la libertad que pensé tener... Pero... y si se vuelve a transformar... y está vez logra... matarme.

- Mm... - mejor no diré nada, así escapare fácilmente, ya que no me estará vigilando. - Yo no recuerdo eso. Estábamos conversando... y luego te desmallaste de la nada. Le pedí a Ding Dong que me llevara a tu habitación para dejarte dormir, pero no dejaba de quejarse... Entonces una tetera me trajo hasta aquí y....

- ¡JAJAJAJA! - Me interrumpió al estallar en risas. - ¿Le dijiste Ding Dong? - Comenzó a halar entre risas. - Seguro estaba furioso. - Su risa es tan hermosa... quiero verlo sonreir siempre... - ¡Ahora seguro que te dará mala la hora! - ¿Qué acabo de pensar?

Después de su ataque de risas y de decir lo mucho que Ding Dong me odia, comenzamos a hablar recostados en la cama. El no se alejo de mis brazos... y yo no lo deje ir. Me dijo que el nombre de la tetera es "La Sra. Potts", estoy seguro que no le agrado mucho. Estuvimos juntos en esa cama hablando de cualquier cosa hasta que...

-Amo. - La puerta se entre abrió. - Es hora del almuer... - Nos vio juntos en la cama- ...zo

El Caballero y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora