Lo que trae la lluvia

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Era una noche lluviosa, Niebla, mi caballo, y yo estábamos en medio de un bosque profundo. Tengo frío, hambre y sueño... Ya estoy harto, desearía estar en mi castillo con el fuego y abundante comida, en lugar de este horrible bosque.

Hace una semana me encontraba en mi castillo junto a mis doncellas comiendo un gran pavo, todo era tan normal cuando mi padre entro furioso a la habitación.

- ¡Explica me! ¡como es posible que tus hermanos estén cazando grandes bestias y brujas malvadas mientras tu te quedas aquí sin hacer nada!?

-Alguien tiene que quedarse en casa ¿Para qué quieres un castillo tan grande si nadie esta nunca aquí?

-¿Es que no te das cuenta de la deshonra que eres? Todos tus hermanos contribuyen al nombre familiar, mientras tu te hechas aquí.

-¿Qué quieres que haga? ¿Salir a cazar a una gran bestia?

-Buena idea.

-¿¡He!?

-No regresaras a este castillo hasta que me traigas una cabeza de una bestia o bruja.


Y gracias ese estúpido comentario me encuentro bagando en un bosque bajo la lluvia, no es justo. Se que mi familia es de grandes guerreros y caballeros, pero no me gusta tener que hacer cosas innecesarias ¿Para que tomarse la molestia de cazar una bestia que está molestando en un lugar lejano a mi hogar? Seria problema de alguien más no mio.

Niebla paro de repente enfrente de un gran árbol. Se llama niebla porque su piel es de un tono gris claro.

-¿Qué pasa niebla? - Ella se acerco al gran árbol y no se movió, no era un mal lugar para descansar. - Bien echo, ahora podremos descansar un rato. 

Baje de niebla y me recosté en contra del grueso y gran tronco Niebla se sentó junto a mi. Tenia frío y hambre, pero al menos podía descansar un rato, la tierra estaba húmeda y caían unas cuantas gotas sobre nosotros pero al menos ya no son los grandes chaparrones. Justo cuando estaba por quedarme profundamente dormido cuando un aullido se escucho no muy lejos de nosotros. 

-¡Mierda, son lobos!

Me levante de inmediato junto a Niebla y cabalgamos a toda velocidad lo más lejos posible. El miedo se llevo el hambre y frío que tenia, pero el cansancio estaba muy presente. Tres Lobos nos seguían muy de cerca con sus dientes afilados sobre saliendo, eran lobos grises y parecían muy hambrientos. Empezaron a parecer tres lobos más a nuestra izquierda y cuatro a la derecha. 

Niebla dio un fuerte relincho mientras para bruscamente ajorando me contra la pared de una saliente. Estábamos rodeados, pero no me rendiría tan fácil. Tome mi espada que llevaba en mi espada y comencé a agitarla contra los lobos logrando herir a dos. Empezaba a sentirme victorioso cuando un relincho de Niebla me hizo voltear. 

Niebla esta rodeada de tres lobos y uno le había mordido la parte baja de su cuello, no puedo perder a Niebla... Otro lobo aprovecho que no estaba viendo y mordió mi muslo izquierdo haciendo que me arrodillara, otro me arrojo al suelo mordiendo mi espalda. Sentí como mi espalda se calentaba por la sangre, tengo sueño, que estupidez, morir siendo la sena de unos lobos. No puedo creer que este sea el fin.

Estaba por serrar mis ojos vislumbre una silueta a lo lejos, vi como los lobos se acercaban gruñendo a la silueta y corrían a atacar, la silueta los mando a volar. Ya no podía tener los ojos abiertos, me dolía todo... lo ultimo que vi fue a la silueta acercarse a mi.


El Caballero y La BestiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora