Te lo demostraré - Wangxian [Mo Dao Zu Shi fanfic]

Capítulo 3

–¡Esto es muy injusto! ¿Por qué no puedo ir con ellos a la arena en mi Suibian? –se quejó el de túnicas oscuras clara indignación.

–A-Xian, por favor no te enojes, mi madre dijo que no podías ir allá en tu espada con ellos –le contestó la dulce Yanli.

–¡Pero shijie...! –hizo un puchero al mismo tiempo en que se cruzaba de brazos y miraba en otra dirección –No tiene sentido alguno, soy un discípulo de Yunmeng Jiang, no una damisela en apuros a la que se deba proteger.

Jiang Yanli soltó una risilla ante el claro berrinche que estaba haciendo Wei Wuxian, aunque en cierto punto entendía a su hermano, él era una persona extrovertida a la que le gustaba hacer travesuras y saltar de aquí a allá como si de un conejito se tratara y que fuera prácticamente obligado a viajar en carruaje para evitar ensuciar sus ropas y dañar su peinado durante media hora sin poder hacer nada más que sentarse y esperar a que llegaran lo debía de tener frustrado y su ego por los suelos, porque era verdad, al oji gris le encantaba viajar en Suibian, sentir el viento en la cara mientras podía observar todo el paisaje desde el cielo era una sensación que le encantaba.

–Ya, ya –le tranquilizó –No te preocupes, no falta mucho para llegar.

–De seguro el idiota de Jiang Cheng ya llegó.

–Umm, mi padre debe estar con él. ¿Por qué no charlamos un poco mientras llegamos? Tal vez así el viaje se te hace más corto –dijo mientras le dedicaba una sonrisa y el otro asentía sonriendo igualmente.

Durante el resto del viaje charlaron sobre cosas triviales, contaron anécdotas de su niñez, recordando las travesuras que hacía Wei Ying y en las que el mismo Jiang Cheng –aunque no quisiera– siempre terminaba involucrado en ellas y Yanli siempre salía a cubrirlos para evitar que Madam Yu los regañara, aunque claro, los pequeños orgullos de Yunmeng no siempre salían ilesos de Zidian; al recordar todo eso soltaron algunas risas debido a la alegría de aquellos tiempos de niñez en las que no se tenían que preocupar por nada, solamente en jugar y vivían plenamente, pero lamentablemente esos tiempos habían quedado muy atrás y ya estaban cruzando por la etapa adulta de la cual no podrían escapar. Hablaron amenamente hasta que el carruaje se detuvo de repente.

–¿Qué sucede? ¿Por qué nos detenemos? – preguntó el de oji gris.

Cuando Yanli estaba a punto de responderle un hombre abrió la puerta del carruaje y habló.

–Joven Maestro Wei, señorita Jiang, ya hemos llegado a la arena donde se realizará el torneo.

–¿Ya? ¿Tan pronto? –preguntó Wei Wuxian con los ojos bien abiertos debido a la sorpresa –¡Shijie, tenías razón! ¡Llegamos más rápido de lo que creí! –dijo con una sonrisa de oreja a oreja.

–¿Lo ves, A-Xian? Sólo tenías que ser un poco más paciente –dijo ella con una pequeña sonrisa mientras le acariciaba la cabeza con delicadeza.

Cinco minutos después ya se encontraban fuera del carruaje y siendo encaminados hacia la torre donde serían espectadores de las pruebas a las que se someterían los jóvenes cultivadores, Wei Wuxian echó un vistazo a la arena y ya se encontraban ahí algunas sectas reconocidas, tales como Lanling Jin y Qinghe Nie. Volvió a dirigir la vista hacia el frente y siguió caminando hasta que llegaron al lugar donde divisarían el torneo, efectivamente ahí ya se encontraban los líderes del clan y Jiang Cheng que se apresuró hacia ellos.

–Hermana –saludó a Yanli con una leve reverencia –Mis padres te están esperando por allá, ve con ellos.

–Está bien –les sonrió y se retiró.

[...]

–¿Y tú, por qué tardaste tanto? –se dirigió al oji gris con el ceño frunido.

–¿Por qué será?... Talvez porque no me permitieron venir con mi espada, no sé tú. –respondió con ironía.