HAPPINESS, quiero volar contigo (YoonJin-JinSu)

¿Levantamos juntos el vuelo?

No había nada que hacer, él lo sabía. Pero eso no quería decir que dejara de doler. Despertó por la tarde, encontrándose con su madre y su hermana, pero queriendo ver a alguien más, quien esperó estuviese a su lado cuando abriera su ojos.

Nada de eso paso, todo lo que imaginó en su cabeza no era nada con la realidad a la que se enfrentaba. Ni su madre ni su hermana habían mencionado algo de Yoongi.

Tampoco le comentaron que había ido cada día a verlo hasta el cansancio, esperando siempre a que abriera sus ojos. No, el no lo sabía, pero lo suponía. Fueron pocos meses, pero aprendió a leer a Yoongi y le dolía demasiado conocerlo tanto.

Ahora estaba con el sobre en sus manos, la enfermera se lo había entregado una vez su madre se había marchado. Le índico que era de Yoongi y que esto era sumamente importante. Su mirada estaba fija en el sobre, sabiendo lo que contenía sin querer enfrentarse a esa realidad. Aún no veía nada y ya le dolía el pecho, se sentía cansado y había estado durmiendo por dos meses.

Dos meses en los que no pudo ver por última vez la hermosa cara de Yoongi, en que no pudo sentirlo entre sus brazos como adoraba hacerlo, dos meses en los que estuvo sufriendo y sintiéndose culpable. Lo sabía y dios que dolía saberlo.

Tomó una gran respiración, armándose de valor en la soledad de aquella habitación de hospital y abrió el sobre.

Una foto.

Una foto de ellos dos y un papel doblado dentro.

Observó la fotografía. Era hermosa y ellos dos sonreían tan felices y enamorados. Se le fue el aliento, esa era la fotografía que descansaba en el rincón favorito de Yoongi.

La giró notando lo que ahí había y sonrió.

Típico de Yoongi.

Tomó el papel doblado y leyó lo que ahí decía.

“Seokjin…mi amado Seokjin.

Te amo.

Gracias por hacerme el chico más feliz del mundo, espero que en un futuro también lo seas, Ángel.”

Sonrió entristecido. Esas eran unas escuetas palabras despedida.

Típico de Yoongi.

Las lágrimas bajaron silenciosas de sus lagrimales recorriendo sus mejillas. Abrazó la foto y la nota contra su pecho, sintiendo el dolor de aquella pérdida de la persona que mas anhelaba ver unas vez sus ojos se abrieran, pero no fue posible, ni sería posible.

Sólo le quedaba esa foto.

Esperaba salir pronto del hospital para ir a buscar a Jungkook y pedirle los datos para ir a visitar a Yoongi. Esperaba tantas cosas, pero nuevamente tenía miedo de no poder realizarlas o no conseguir lo que necesitaba.

-Ahh! Yoongi, no sabes cuanto te extraño- susurró mirando al techo de aquella habitación, entre sollozos y suspiros se quedo dormido.

Para sorpresa de todos, le dieron el alta a los días después de que despertara. Los exámenes había salido bien y sus huesos estaban sanando, afortunadamente. No podía hacer ningún trabajo forzado, ni agitarse, por lo que le recomendaron reposo por un mes más, así que estaría encerrado en su casa esta vez, pero por lo menos no estaría todo el día acostado o al menos eso pensaba.