‡El inicio de una leyenda‡
Abro mis ojos suavemente, los rayos del sol me cegaban, pero no del todo. Podía ver que el día de hoy sería soleado, y eso estaba bien.
Ayer había hecho mucho frío, y hoy parecía ser un nuevo comienzo para la estación.Desvío mi mirada, desde la ventana hasta el pequeño reloj en la mesa de noche a mi lado izquierdo, marcaba las 8:13AM.
Me siento en mi cama, y me estiro.
El día de ayer fue muy agitado para mi gusto.
Mucha tarea, y mucho ajetreo de aquí por allá. Fue sin duda, la mejor parte del día, cuando me deje caer sobre el suave colchón y caí rendido ante el llamado al ensueño.Me levanto, y me pongo mis pantuflas. Me acerco al pequeño escritorio, sobre él, la pequeña cría de zorro que encontré ayer.
¿Ya se hacen una idea del escándalo que ocasionó? Fue una suerte que lo encontrara.
Si no hubiese sido por mi trabajo, no hubiese ido al bosque, y, por ende, no lo hubiese visto malherido.Luego de curar sus heridas y llegar a un acuerdo con mi tía, conseguí una pequeña caja, e hice una cama a toda prisa con lo que tenía.
Me asomo un poco hacia delante para ver si mi pequeño "invitado" se encontraba en buen estado.
La puerta de mi cuarto es tocada con delicadeza, y respingo en mi sitio por ello.
Doy una última mirada a la cría para luego encaminarme a abrir la puerta. Mi tía Mito me sonríe, puedo ver que tiene ropa limpia, y doblada entre sus manos, probablemente recién recogida.Me hago a un lado, y la dejo pasar, tampoco era mi intención dejarla parada allí, sabía también que ella tenía dudas sobre la salud del zorro. — Buenos días, Mito-san. — Ella deja la ropa en mi cama, y se acerca a la caja.
Contempla su contenido con una mirada llena de preocupación, y luego me sonríe mientras que se aleja dispuesta a salir.— Buenos días Gon. No tardes, te esperamos. — Asiento, y ella se va escaleras abajo.
La observó por unos segundos antes de entrar nuevamente y cerrar la puerta detrás mío.
Me recargo y deslizó mi espalda en la puerta. Caigo de sentón, y mi cabeza se inclina hacia atrás por la preocupación.
Mi tía Mito se veía muy pálida. ¿Será que está enferma?
( . . . )
— Gon, ¿Crees que puedas ir a comprar algo? — Asiento mientras que acomodo mi camiseta de mangas cortas. Me acerco a la mesa y tomo el dinero, no era necesario que me indicara que era lo que debía de comprar, lo había notado cuando bajé, pues escuché la plática que Ging, mi padre, y mi Tía habían tenido.
Me pongo mis botas color verde, y, ante ser irme, me pongo mi chaqueta.( . . . )
Llegó a la tienda, después de muchas distracciones. Ya sean pequeños encuentros con compañeros de la escuela, o señoras que pedían ayuda por sus pesadas compras, me distraía, y perdía el camino a mi objetivo.
Suspiro una vez que la pequeña campanita suena indicando mi llegada, cual partida de videojuego, y me acerco al mostrador.
El camino de vuelta no parece ser más veloz. — ¡Hey, Gon! — Cada vez que apresuró el paso, un compañero de colegio, aula, o simplemente algún conocido irrumpe cual bandido y me ataca por la espalda.
Y cada vez que pasa quiero ignorarlo, o simplemente seguir a delante diciéndole un; tengo prisa.Pero miento si digo que no quiero hablar. De hecho, me encanta. — ¡Oh, hola, Zushi! — Mi amigo castaño me saluda con la mano. Noto su peculiar vestimenta, aparentemente de kárate, aunque no sabría decir, no sé de deportes. — Ehh, ¿Por qué...? Bueno, ya sabes.
— ¿Uh? ¡Oh! Si, bueno. Estoy yendo a clases, ¿Sabes? Deberías de inscribirte, sería divertido.
— ¿En serio?
— Si, el profesor Wing es muy listo, y paciente. — Bueno, no se oye tan mal, pienso.
— ¡Lo pensaré! ya me tengo que ir, cuídate. — Él se para firme ante mi, y sonrio.
— ¡Osu!
( . . . )
Las pequeñas distracciones llegaron hasta el final de mi aventura, con la leche en manoz y cabeza en alto, por fin había terminado la travesía de la semana. Las compras.
¿A quien engaño? Esto no cuenta como aventura.
Suspiro.
Extraño esas constantes escapadas al bosque cuando pequeño. — Ya llegué, Mito-san. — Sin embargo nadie me responde.
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Fantasy World //GonxKillua//
FantasiaTras la muerte de su tía, Gon queda destrozado ante la idea de estar solo. Aquella mujer de calidad sonrisa era lo único que le quedaba aparte del irresponsable de su padre, y Gon no podía dejar de repetirse; "¿Que hago, ¿Que hago" ✨✨ ✨✨ - Gon, desp...