tres.

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Flojos rayos de sol traspasaban los agujeros de la persiana agachada del dormitorio de DongHyuck, cuando su teléfono sonó.

DongHyuck dejó que los tonos sonaran, demasiado perezoso para aceptar la llamada. Estiró el brazo y agarró el móvil de la mesita de noche, observando con ojos llorosos y medio cerrados al nombre de quien llamaba.

Ignoró la llamada. A cambio, ésta tardó pocos segundos en dejar de sonar.

La pantalla volvió a iluminarse a causa de un mensaje. DongHyuck gruñó contra las blandas almohadas, leyendo finalmente el dichoso mensaje.

jennyfer 💀🔪:
cabrón, respóndeme la llamada.
✓✓ leído.

jennyfer 💀🔪:
y vas y me clavas el visto.

jennyfer 💀🔪:
hyuck no seas bobo, te voy a llamar.

jennyfer 💀🔪:
contesta la llamada.

         
tú:
no quiero (✷‿✷)

Pero obviamente, a Jeno le daba igual si DongHyuck quería o no quería, por ello mismo el castaño no se sorprendió al recibir, de nuevo, la llamada de su amigo.

Finalmente, aceptó la llamada, acercándose el teléfono a la oreja mientras bostezaba débilmente.

Hasta que te dignas.— suspiró el mayor a través de la línea.

— Estaba durmiendo, joder.

Pues a buenas horas, son las once.— informó el mayor, su voz sonando diferente a través de los altavoces del móvil. DongHyuck restregó las suaves yemas de sus dedos sobre sus ojos.

— ¿Qué coño intentas probar?— cuestionó, el cansancio palpándose en su voz.— Sigue siendo pronto. Madrugas más que mi abuela.

Aún así, su amigo lo ignoró. DongHyuck pudo escuchar perfectamente el griterío que sucedía en la otra línea. Alguien chilló, dándole los buenos días, y aunque DongHyuck no reconoció dicha voz, Jeno se encargó de aclararselo.— Jaemin te manda saludos. Al caso, te llamo para que vengas a desayunar con nosotros.

DongHyuck escuchó a otra persona gritar, ésta vez reconociendo la voz como Chenle.

Se apartó con pereza el teléfono de la oreja, y lo puso en altavoz. Suspiró cuando dejó caer el móvil sobre la deshecha cama.— Me da pereza.

Me la suda, ven.— le exigió el pelinegro. DongHyuck gimoteó contra la almohada.

La otra línea quedó en silencio durante unos segundos, hasta que alguien nuevo habló.

Te estamos esperando para desayunar, y me estoy muriendo de hambre. Ven ya, hostia.

— Pero Ren—

O vienes o te cancelo para el sábado.— amenazó Renjun a través del teléfono. DongHyuck no podía verlo físicamente, pero estaba casi seguro de que el chico tenía su dedo índice alzado, como hacía cada vez que sugería algo.

El castaño se irguió en la cama rápidamente, sentándose sobre sus piernas mientras observaba la pantalla del teléfono con incredulidad.— No, tío, me prometiste ir al cine conmigo.

Tú verás.

Indignado como nadie más, colgó la llamada y salió de la cama, dando pisotones hasta llegar al armario. Observó las pocas prendas de ropa que tenía limpias; una notoria menor cantidad a comparación del montón de ropa sucia que yacía en la esquina de la habitación. Debería poner una lavadora.

dance!! ;;ᴍᴀʀᴋʜʏᴜᴄᴋDonde viven las historias. Descúbrelo ahora