TURQUESE

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Mina Pov

¿Es posible que existiera el destino O simplemente todos somos insignificantes piezas en el juego de alguien más? Me preguntaba mientras conducía a casa a reunirme con los chicos.

Durante estos años me dediqué a mis estudios con un solo propósito, encontrar otra vez a Nayeon.

Jamás entendí como ella podía ser parte de una familia así, su padre carecía totalmente de humanidad y sus hermanos pues, de ellos no se puede decir nada bueno, no son más que los títeres de su padre, lo que la deja totalmente fuera de lugar dentro de esa familia de hombres machistas y ambiciosos.

Cuando conocí a Nayeon no supe como describir el torbellino de emociones que despertaron dentro de mí, y la cantidad de empatía que me hizo sentir su historia. No tenia idea de como alguien podría soportar vivir cosas como las que ella vivía a diario, pero eso solo hizo que la admirara más.

Recuerdo como cada tarde después de sus clases pasaba por ella y juntas caminábamos hasta su heladería favorita o el parque en el que tantas tardes se refugiaba cuando alguno de sus hermanos la golpeaba. Incluso puedo recordar la impotencia que generaba en mí el verla en esas condiciones. Y ese gran árbol que al brindarnos sombra fue testigo de tantos abrazos y besos de amor que nos dimos.

Incluso recuerdo lo asustada que terminé por creer que había arruinado la hermosa amistad que teníamos, cuando la bese por primera vez. Para luego sorprenderme cuando me dijo que le gustaba.

También recuerdo la tarde que la lleve a mi casa y mi familia la adoró al instante,  y como no, si ella se hacía amar desde el primer momento, pues aún con todo el caos que era su vida, tal era su fortaleza, humildad y sencillez que era imposible no amarla.

Y como olvidar su hermosa sonrisa, que sin importar la ocasión siempre te alegraba la vida.

Flashback

Mina conducía su motocicleta en dirección a la escuela de Nayeon, ella había salido antes de clases así que quiso darle una sorpresa a la coreana.

Llevaban unos meses de conocerse y la castaña la tenia totalmente enamorada, era hermosa eso no podía negarlo, aunque la chica se encargaba de recordárselo cada minuto, pero era una de las cosas que le gustaban de ella, su actitud de diva y su sonrisa que nunca se apagaba, o al menos intentaba que no lo hiciera.

Llego a la escuela y espero por un cuarto de hora mientras revisaba su celular, le parecía extraño que no tuviera ningún mensaje de su chica, pero no le dio importancia. Tal vez las clases habían sido mas exigentes hoy.

Pero no era nada de lo que se esperó pues cuando vio salir a la compañera de la castaña, Jennie sino mal recuerda, la vio salir sola, cosa que la alarmó y cuando le preguntó por ella y esta le dijo que no había asistido ese día a clases las alarmas en su mente se encendieron.

Rápidamente subió a su moto y sin importarle tener un accidente se dirigió a la casa de la castaña, se aseguro de burlar con éxito la seguridad, y temiendo encontrarse con alguno de sus hermanos o en consecuencia con su padre se dirigió al costado de la casa donde se encontraba la ventana de su habitación. Como muchas veces lo había hecho, trepo y entró en la habitación, que encontró vacía.

Muchas cosas pasaron por su mente, y ninguna le agradaba, no soportaba la simple idea de que algo le hubiera pasado a la castaña. Pero se tranquilizó cuando escuchó el agua de la ducha, un suspiro salió de sus labios y sonrió con malicia, aprovecharía el momento para jugarle una broma a su novia.

4Colors Of NayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora