"Cuenta la leyenda, que majestuosos seres surcaron los cielos en los principios de los tiempos, cuando el hombre no era hombre y la tierra gozaba de una vitalidad salvaje..."
- Así comienza el típico cuento de hadas que los niños escuchan con ilusi...
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_______3 de septiembre 2012._______ _____________NARRA DI :____________
Apresure el paso intentando no caerme- PERDONAME, SABES QUE NO FUE APROPÓSITO - grité mientras seguía corriendo.
-CLARO QUE NO, POR QUE TE CAE TAN BIEN - gritó ibón corriendo detrás mío por los pasillos de la escuela.
________15 MINUTOS ANTES :_______ _____________NARRA DI :_____________
Me encontraba caminando con mucho cuidado al salón de utileria. Debía llevar unos baldes de pintura azul fresca, sin tapas.
agradezcamosle a la inteligente de bryana por sacarlas.
Se acerca el cumpleaños del pueblo y como de costumbre, los de último año estamos obligados a conmemorar la fecha con algún evento recreativo. Esta vez nos tocó hacer una feria y justo ahora estamos pintando los puestos. Unos pupitres largos en desuso, llenos de rayones, chicles y sustancias que no pretendo investigar.
Mi único labor era ayudar a los artistas, si fuese por mi no estaría haciendo esto en primer lugar, pero es obligatorio. Podría ser peor. El hecho de que Ibón sea el organizador me daba algunos privilegios a la hora de no hacer nada.
Llegué a las puertas del salón( puerta en realidad ,una de estas estaba trancada). al mismo tiempo que llegaban tomas y París, el amigo/perro rastrero de Tomás.
venían empujando un sillón.
Frunci el ceño - ¿Y ahora que están tramando esos dos idiotas?-pensé.
Deje uno de los baldes en el suelo frente a la puerta para abrirla. No conté con la idea de que justo iba a estar saliendo Evan, el director de orquesta y el chico más lindo del pueblo. Tampoco con que el par de idiotas me empujarian con el sillón
-Apurate Di- dijeron al empujarme por la espalda. Logrando que tiré la pintura azul sobre ese bonito chico rizado de ojos mieles y su pulcra camisa blanca.
- AY POR MI MADRE, LO SIENTO EVAN- le dije avergonzada. Al tiempo que giraba mi rostro para asesinar al par de cavernícolas que tenía detrás.
No pasa nada - me tranquilizó Evan,intentado sonreír en el proceso, aunque parecía más una mueca que una sonrisa.
Giró el rostro hacia ibón. quien se acercó a paso apresurado al ver lo que ocurrió.
- Tenías razón - le dijo Evan mientras se limpiaba el rostro con un pañuelo que siempre llevaba encima. - están haciendo un gran trabajo, no dudo en que no necesitarás mi ayuda - soltó y con esto se fue murmurando por lo bajo.
Ibón me miró serio por unos segundos y me dijo : - Estás muerta.
-PERDÍ LA OPORTUNIDAD DE MI VIDA - le gritó el chico de mejillas sonrojadas y cabello revuelto mientras doblaba por el pasillo corriendo para alcanzar a su mejor amiga.
-LO LAMENTO, EN SERIO- dijo la rulosa soltando una risa mal disimulada al final, a pesar de su cansancio.
Esta tuvo una idea. Frenó en seco frente a unas escaleras de madera, bastante tetricas.
El chico paró en seco unos pasos más atrás - NI LO SUEÑES- dijo preocupado anticipando lo que iba a hacer. - NO PIENSO SUBIR AHÍ.
-ENTONCES NO LO HAGAS- gritó, apresurandose a subir las escaleras que conducían al ala de habitaciones disponibles, para los que quisieran vivir allí.
La recibió un pasillo largo de techo alto, con piso y paredes de madera oscura,un tenue olor a humedad se filtraba por sus muros.
Se apresuro a ir a la más alejada que encontró, hacía la izquierda,al lado de un cuadro vacío. antes de que su amigo subiera.
Abrio la puerta viendo hacia el pasillo, intentando escuchar los pasos de su amigo. Se metio y cerro la puerta. Apoyó la cabeza contra esta intentando regular su respiración, siendo interrumpida por las risitas que le produjo la situación.
____________NARRA DI :_____________
Sonreí, intentando recuperar el aire. Ibón enojado era de lo más divertido del mundo, adoraba hacerlo enojar pero esto, a pesar de que fue sin querer, batió el recor. En serio ese niño bonito le gustaba, yo lo detestaba.
Ensimismada en mis pensamientos no lo había notado.
Solté un grito.
Sentado en el camastro estaba él.
Él dueño de mis pesadillas, bueno, no en realidad, pero si esos ojos.
