"Cuenta la leyenda, que majestuosos seres surcaron los cielos en los principios de los tiempos, cuando el hombre no era hombre y la tierra gozaba de una vitalidad salvaje..."
- Así comienza el típico cuento de hadas que los niños escuchan con ilusi...
La voz de Argus me sacó de mi estupor - Ibón - llamó
Lo miré, estaba parado en medio del pasillo, como un fantasma.
- estan vacías - dijo mirandome de una forma que no entendí - todas las habitaciones siempre estuvieron vacías.
Frunci el ceño - ¿y la chica que cruzamos en el pasillo al llegar?
- ¿Donde crees que está Diore? - cuestionó
Un escalofrío me recorrió entero, sentí la ira y el miedo apoderandose de mi.
Lo miré entendiendo todo.
Él asintió.
- Cazadores. - murmuramos.
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___________ACTUALIDAD :___________
___________NARRA IBÓN :____________
Mi corazón comenzó a latir más rápido, más pesado, la desesperación se apoderó de mi
"¿Donde está mi Di?"
Mi respiración se aceleró, sentí la mirada de Argus sobre mi
"Más les vale que no la toquen por que..."
- IBÓN - grito Argus frente a mi, tenía el ceño fruncido y los ojos abiertos de par en par ¿A esto se refería Di con su cara de idiota la primera vez?
Cuadre mi mandíbula y lo miré expectante, nunca había tenido tantas ganas de golpear a alguien
Este señaló las escaleras - Bajemos.
"Es una buena opción... Quizá no sea tan idiota"
__________NARRA ARGUS :___________
Me adelanté y guíe la marcha hacía las escaleras. Sólo había tres pisos, la opción más viable era la recepción.
Lo confirmé cuando al pisar el primer escalón sentí el hedor de la gasolina y el calor de las llamas naciendo.
No prenderian fuego el edificio si planearan quedarse dentro.
La respiración de ibón comenzó a agitarse, me giré y lo miré, su rostro era la clara definición de desesperación. Clavo sus ojos azules en los míos y apreto su mandíbula.
Puse un dedo sobre mis labios, indicándole que guardara silencio. El peligro se sentía en el aire, no sólo por el fuego, si no por el absurdo silencio sepulcral.
El asintió, asentí y cuando iba a girarme para retomar la marcha, un estruendo se oyó.
