La compañía de mercenarios finalmente llegó al reino de Hyrule, Ike sabía que aquel reino era conocido porque ahí vivían seres extraños y existía una antigua magia en lo más profundo de los bosques. Desde una colina pudieron ver el lejano castillo. Dejaron el campamento y avanzaron.
Era de noche pero a pesar de la calma con la que creyeron encontrarse, aquel reino despertaba en ellos un ambiente de completa felicidad, era como si estuvieran de fiesta. Se acercaron un poco para ver qué ocurría y distinguieron una música distante que por alguna razón alegró a todos.
-¿Creen que sea buena idea que nos acerquemos?- preguntó Soren
-Sí, tenemos una misión que cumplir- respondió Ike bastante serio, los mercenarios bajaron la colina hasta llegar a la ciudadela del reino.
En su cabeza, Ike no dejaba de pensar en la profecía que el adivino Olorin le había dicho días antes, tenía tantas dudas, especialmente acerca del peligro que se acercaba, no creía en el destino y sin embargo, aquella sensación se volvía cada vez más inquietante.
Enseguida notaron que se estaba realizando una ceremonia o algo por el estilo en el castillo y tal vez su presencia sería bastante inoportuna en ese momento, sin embargo, no se detuvieron y se adentraron cada vez más en aquel lugar desconocido.
Atravesaron algunas casas hasta llegar al puente principal que conducía a la entrada.
Un guardia les permitió pasar, no sin antes entregar sus armas, posteriormente, cruzaron un largo corredor antes de poder entrar al enorme salón en el que se estaba llevando la fiesta.Al llegar, el grupo estaba sorprendido por el esplendor que emanaba de aquel hermoso reino, sin duda era muy diferente a las tierras del norte de las que provenían, inclusive, el joven peliazul estaba seguro de que era un lugar hermoso. 《Nada que ver con el castillo de Marth》pensó
《Si tan solo no nos encontráramos en una misión tan peligrosa, otra cosa sería》
Los mercenarios estaban bastante estupefactos al presenciar como las diferentes razas de Hyrule convivían unas con otras armónicamente en el banquete, algo que tal vez en su tierra natal sería muy mal visto debido a los problemas políticos y a las divisiones entre los "beorcs" y "laguz".
Gatrie vislumbró una mesa de postres, sin embargo Rhys le lanzó una mirada.
-Olvídalo, tenemos que encontrar al rey- suspiró el castaño bastante resignado en sus intentos por detener aquella mentira, la cual no hacía mas que hacerse más grande.El resto de los mercenarios buscó con la mirada a quién se suponía era el rey Ricardo, sin embargo no lograron verlo, había demasiada gente y no ubicaban al padre de la princesa.
Titania se acercó a uno de los balcones en dónde se encontraba una joven pareja charlando.
-Disculpen ¿Alguno de ustedes sabe donde puedo encontrar al rey?- preguntó.
El joven se giró y los miró un momento. Aquel pequeño grupo se le hizo bastante extraño, definitivamente eran extranjeros, pertenecientes a alguna tierra del Norte.
-Claro, el rey es el que está al fondo de la sala- respondió tratando de ser amable.
La pelirroja enseguida volteó a la dirección señalada pero sin embargo no logró verlo.
《Estamos perdiendo el tiempo》 supuso Ike.
-Bueno yo los llevaré con él si quieren- afirmó el chico al notar que aquellos visitantes estaban bastante desubicados.
-Te lo agradezco- dijo Titania.
-Illia ¿Quieres venir con nosotros?- preguntó el joven a la muchacha a su lado.
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Ike x Zelda "Bajar la guardia"
FanfictionUna extraña profecía hará que el destino del mercenario Ike se vea alterado. Debe cumplir una misión y recordar nunca bajar la guardia. Los sueños de la princesa Zelda son un presagio de algo oscuro que ocurrirá muy pronto. ¿Qué pasará cuando sus...