Trust in me - Fanfic McDanno

¿¡Danny!?

El fuerte retumbo hizo estremecer la tierra y a los policías que se habían quedado afuera del edificio con temor de que sus compañeros y las dos cabezas de 5-0 estuvieran muertos. En cuanto el edificio cayó, llamaron refuerzos y ahora toda la HPD y los bomberos están buscando a los que se quedaron atrapados.

Los demás del 5-0 corrieron a toda prisa al escuchar aquel derrumbe encontrándose con una escena poco prometedora. La mitad del edificio se ha destruido y sus escombros se han hundido. El miedo y la impotencia los llenó, pero con dificultad y con la mente fría, se han propuesto encontrar a sus jefes a como de lugar. Vivos o muertos. Aunque la primera opción es la más deseada.

—¿Sabe dónde estaban cuando se derrumbó? —Pregunta uno de los bomberos a Lou con el que venía hablando desde hace rato.

—Ni idea, la última vez estaban en el estacionamiento.

—Son 300 toneladas de acero y concreto los que nos separa de ellos entonces. Hay que apagar el agua, la luz y el gas.

—Eso ya se hizo, ahora dime, ¿qué hacemos para sacarlos? —Pregunta desesperado.

—Antes de traer el equipo pesado y poner a mis hombres en riesgo, debo saber si es una misión de recuperación o rescate.

—¿Cuál es la diferencia?

—Rescate si están vivos, recuperación... si están muertos.

—Créeme, están vivos. Los conozco. Si seguimos aquí perdiendo el tiempo, entonces sí se volverá una misión de recuperación.

—El protocolo indica que primero se encuentran los cuerpos. —Lou suelta un bufido, molesto—. Mientras más rápido se localicen, más rápido se encuentran.

—A trabajar entonces. —Se aleja del bombero y se reúne con los primos que están cerca de una ambulancia—. ¿Alguna novedad?

—He intentado llamarles, pero me manda a buzón —contesta la más joven.

—Esto fue planeado —habla Chin—. La pregunta es ¿quién?

—Decker nos dio la información, es el principal sospechoso —responde Kono.

—Creo que tendremos que hacerle una visita —dicta Lou.

~...~

Con un punzante dolor molestándolo en cada parte de su cuerpo, más un fuerte pitido en sus oídos ocasionado por la bomba, el comandante despierta. Completamente desorientado y apenas podiendo moverse, se tapa los oídos tratando de aminorar ese infernal sonido.

Busca su linterna tosiendo por el polvo que los cimientos caídos han generado y cuando la encuentra, logra ver todos los escombros del edificio sobre él. Varias barras de hierro y enormes pedazos de concreto sueltos. Con la mirada y la cabeza aún perdidas, busca al detective pero no lo encuentra. Sus peores temores regresan de nuevo y siente que la presión se le ha bajado.

—¿Danny? —Lo llama con la esperanza de que este le conteste pero no recibe ni siquiera un jadeo—. ¿Danny? —Vuelve a llamar alzando más la voz—. ¿¡Danny!?

Avanza torpemente entre los escombros en una especie de cueva formada por los mismos dándole una burbuja de aire aún respirable. Su miedo crece por cada segundo que no ve al rubio. Con desesperación mueve sus ojos al mismo tiempo que su linterna buscando con ojo crítico a su compañero llamándolo por su nombre.

Entonces, en medio de unos montículos de concreto, logra ver unas piernas que sobresalen cubiertas de polvo. El alma se le va del cuerpo pensando que es el cuerpo de Danny el que está siendo aplastado por los escombros. Casi tan rápido como Flash, se acerca a las piernas y al mover algunos trozos de concreto, suelta el aire que ni siquiera sabía que había retenido. No es Danny, sino el hombre que habían encontrado que intentó advertirles de la bomba.