Capítulo dedicado a:
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Despertar era lo que menos quería y eso se lo deja muy claro su cuerpo totalmente magullado. Después de tanto ajetreo y de demasiada acción para su gusto, lo que más deseaba era dormir por un año entero sin que lo despertaran, un placentero descanso de tantas emociones.
Pero como la vida nunca le da lo que él quiere, su cuerpo decide salir de su descanso. Sus ojos encuentran primero el vacío de la habitación de hospital en la que está haciéndole recordar el por qué está ahí.
La incertidumbre del qué le haya pasado al moreno llena su pecho y su mente. Sin embargo cuando intenta moverse un piquete de dolor en su abdomen lo hace detenerse de inmediato entendiendo que por el momento no podrá moverse.
—Hola, amigo —saluda Lou sonriente mientras entra. Detrás de él entran los primos.
Ni siquiera escuchó en qué momento abrieron la puerta.
—Hola, Danny. —Sonríe Kono.
—Qué hay, hermano —saluda Chin con su tranquila vibra y su relajada sonrisa.
—Hola, chicos —les responde Danny un poco tímido.
—Uhm, veníamos para ver cómo estás —comenta la más joven.
—Mejor, creo. —Se acomoda sobre la camilla haciendo muecas por el dolor—. ¿Cuánto llevo dormido?
—Un día exactamente.
—Oye, uhm, también venimos porque creímos que debías escuchar esto —agrega Lou mirando a Chin.
—Catherine no soportó la operación. Murió una hora después de llegar al hospital.
Escuchar eso le quita un gran peso del pecho al rubio sintiéndose más liviano y tranquilo. Y no evita que su rostro refleje lo que siente.
—Mientras ustedes venían para acá, nosotros nos quedamos revisando el área de la cordillera Ko'olau donde te tenían —habla Kono—. Descubrimos el cuerpo de Joe con una herida de navaja en el hombro y dos heridas de bala en el pecho. Presumimos que Catherine lo asesinó mientras intentaba defenderlos.
—Él estaba con Catherine —murmura Danny—. Ambos estuvieron involucrados en todo. Ellos planearon retenerme en Colombia y asesinarme, así como idearon llevarme al búnker. Supongo que lo hizo para redimirse.
—Pero ¿por qué? —Pregunta el de Chicago sin entender—. ¿Qué tenían en contra de ti?
—No lo sé —miente.
—No debió ser por algo sucio. Tú eres un pan de Dios —halaga la chica ganándose una sonrisa tímida del rubio—. Lo que sí sabemos es que ahora están pagando en el infierno el haberte hecho daño.
—Tranquila, prima.
—Vamos, Chin. Todos en esta habitación sabíamos que esa mujer nunca fue ideal para el jefe. Lo único que hacía era desaparecer para al regresar ilusionarlo y después volver a irse. Nunca nos dio buena espina.
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Trust in me - Fanfic McDanno
Fanfiction-No lo repetiré otra vez, ¿¡dónde está!? -Vuelve a gritar con todas sus fuerzas, pero al otro lado de la línea el sujeto guarda silencio por unos segundos que le parecen eternos. -Jamás lo sabrá. -Y por consiguiente, se corta la llamada. _________...
