uno.

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Capítulo uno.

Daniel entró al salón después de acomodarse la ropa,mirándo cada detalle de aquel lugar. Era algo lindo,el evento al aire libre era lindo.

Se sintió un poco mal al ver como todos estaban vestidos,todos eran dignos de pasar por la alfombra roja menos el. Llevaba puesto unas zapatillas Nike de color flúor (que las cuidaba como a nada),su bermuda negra, su remera blanca ya gastada y su gorra,el se estaba sintiendo demasiado lindo y sorprendentemente bien con el hasta que vio a todos estar vestidos con trajes y joyas que valían más que su vida.

— Voy a saludar a algunas personas,gordito. — Habló Gabriela,asintió posando su vista en ella y le sonrió. — No te vallas,ahora regreso. — Dijo,perdiéndose entre medio de la gente mientras levantaba su vestido largo.

Se quedó apoyado sobre una pared,escuchando la música clásica y de opera de fondo,aburrido. Un poco se arrepentía de acompañar a su amiga a esa "fiesta reunión",y más cuando las personas que pasaban hacían muecas de ascos por como estaba vestido.

— Dani,veni. — Escuchó la voz de Gabi y se dio vuelta para mirarla — Te voy a presentar a mi futuro socio,no sabés lo que es. — Lo agarró de la mano y lo arrastró hasta la otra punta. — Daniel,el es Sergio y,Sergio,el es Daniel. — Los presentó cuando llegaron frente al hombre.

Daniel sonrió incómodo por la mirada de aquel hombre,al igual que los demás,lo miró de pies a cabeza. A diferencia que no hizo ninguna mueca y lo trató de una manera amigable.
Por suerte se sintió bien mientras charlaba con su mejor amiga y Sergio,aunque tampoco entendía mucho porque hablaban de porcentajes sobre el negocio.

— Mm,disculpe,Señor Sergio. — Una muchacha rubia apareció,ganándose las miradas de todos. — El señor Valentín quiere hablar con usted lo más antes posible. — Habló,con sus mejillas de un color rojizo.

El susodicho sonrió — Dile que venga por favor,gracias. — El mayor de todos le dedicó una sonrisa a la joven,quién se fue luego de hacer una reverencia. — Me he olvidado de decir que me gustaría que Oliva esté en nuestro negocio,como todos sabemos, Valentín es una persona muy segura y con muy buenas ideas,aparte de que es muy conocido y eso nos ayudaría aún más. — Pronunció con un tono de voz un poco apenado al acordarse que no le dijo nada a Gabriela.

Ésta,sonrió feliz. — De hecho yo también estaba por decírselo,obvio me encantaría trabajar con Oliva,es una persona completa. — Respondió tomando del champagne.

Daniel hizo una mueca y se sacó la gorra para acomodar su pelo,la ajustó más y se la volvió a poner pero popinado la la parte delantera por atrás. Agarró un bocado medio raro cuando el moso pasó por su lado,se lo comió de una mordida y cerró sus ojos sintiendo el sabor.

Hasta que apareció otro hombre,más joven y delgado,era alto y castaño,como los demás,vestía de un traje negro y un reloj que parecía ser de oro. El morocho tragó fuerte al verlo,estaba re bueno.
Ojos celestes y mandíbula marcada,una nariz grande pero hermosa,sus cejas bien perfiladas y para completar en sus grandes manos se le notaban venas. Era fan de esas cosas,al igual que las clavículas o los huesitos que se formaban en los hombros,era su debilidad.

— Buenos días,Señor Cabrera. — Estrechó su mano al anterior nombrando. — Señorita Martínez. — Saludó a esta también, — Un gusto volver a verlos.

Valentín llevó su vista hasta posarla en Daniel,quién de repente se sintió vergonzoso al ver como lo miraba. Nunca antes se había sentido así,pero estar en frente de un hombre tan importante y hermoso como lo era Valentín lo hacía sentir nada al lado de el.

Suspiró bajando su mirada mirándo la vestimenta de el de ojos oscuros,sus curvas se marcaban de manera leve y por más de que no le guste ese tipo de ropa al menor le quedaba bien,no iba a mentir que era un chico lindo.

Daniel volvió a tragar saliva de una forma dura y suspiró tratando de calmarse,estaba tan nervioso. Sonrió y le estiró su mano a Valentín para saludarlo,el castaño aceptó e hizo lo mismo,excepto que se acercó a Daniel y dejó un beso suave y largo en su mejilla,sorprendiéndolo.

— Valentín. — Susurró en su oído,presentándose,ocasionando que su piel se erize y un escalofrío.

Y el menor se sintió morir al escuchar esa vos tan suave. — Daniel,un gusto Valentín. — Habló y se felicitó internamente por no sonar nervioso,aunque por dentro estaba explotando.

— El gusto es mío,Daniel.— Le contestó,separándose y tocando su cintura por un breve instante,para después hablar con sus respectivos socios.

Daniel quedó anonado y sonrió inconscientemente. Se fue para la mesa central que estaba debajo de una carpa blanca,dónde se dispuso a probar todos los bocados y tragos que estaban encima de la mesa.

Nunca se podría dar el lujo de estar en un lugar como ese,tenía que aprovechar y más si había comida gratis.

Fue después de una hora que sintió como alguien estaba detrás de él y le hablaba;

— No sé cuál elegir,¿Qué me recomendas para comer? — La voz aterciopelada de Valentín lo hizo darse vuelta sobre su ege,sonriendo con la boca llena.

Algo que en otro momento a Valentín le hubiese disgustado esa acción,pero estaba tan concentrado en la belleza de Daniel que ni siquiera se dio cuenta de eso.

— 'Tan todos re ricos mal,probá y vas a ver. — Habló terminando de tragar su comida,aunque le quedó un poco de queso crema en la comisura de su labio.

Y el castaño al notar eso sonrió.

A pasos firmes se acercó al morocho,quién lo quedó mirándo nervioso.
Acuno la cara del menor en sus manos y pasó su dedo por el lugar que tenía manchado con la comida,llevó su pulgar a su lengua y lo pasó de manera seductora por ésta misma,teniendo toda la atención de Daniel en su boca.

Miró como Valentín pasaba la lengua por su dedo,manchandola con la sustancia blanca y haciéndolo imaginar muchas cosas atrevidas.

— Espero volver a verte,Daniel. — Fueron las palabras del mayor,mientras se alejaba del más chico con una sonrisa plasmada en su cara.

Dejándolo a Daniel con las mejillas rojas.

Y con una leve erección,haciéndolo sentir estúpido.



▪▪▪
Vamos a darle una oportunidad

Espero que les guste! <3

-Wospajero

Suggar Daddy; Wosani.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora