doce.

840 71 96
                                    

Capítulo doce. - Suggar Daddy.

El viaje estaba siendo realmente increíble.

Daniel estaba que saltaba de la alegría que tenía por estar en Fiabilandia, el parque de juegos donde el había pedido ir. Miraba todo fascinado, sacando fotos y comiendo pochoclos que Derek le compró, este último parecía estar enojado, pero igual decidió ignorarlo.

Oliva estaba un poco cansado de caminar y por el viaje tan largo que tuvieron que hacer, pero se retractó cuando vio la cara de felicidad de Ribba, había valido la pena todo. Todavía se encontraba un poco confundido con Daniel, no sabía cual era su tipo de sentimientos hacia el, pero trató de dejarlo de lado aunque sea un poco durante su caminata por todo el parque.

— Dale Valen. — Daniel formó un puchero tirando del brazo del mayor, — Porfa.

Valentín suspiró. — No sé, no traje ropa Daniel. — Dijo conteniéndose.

Ribba frunció su ceño. — No me digas Daniel, decime Dani. — Habló separándose para mirarlo a los ojos. — Yo tampoco traje,¿Y? Dale, acompañame. — Volvió a hacer un puchero.

Oliva mordió su labio pensándolo mejor, Daniel desde que habían llegado le rogó por ir a un juego de agua, algo así como unos toboganes acuáticos, pero el no llevó ropa y no quería ensuciar su traje Azul. Pero, moría por ver a Daniel sin remera y con esa bermuda dejando a la vista sus piernas y dejándolo desear su piel, estaba tan hermoso ese día, mucho más que los otros.

— Está bien, pero subo a uno solo. — Dijo elevando sus cejas y sonriendo cuando Daniel empezó a saltar y a caminar hacia el dichoso juego.

Después de esperar un tiempo en la fila Daniel comenzó a sacarse la ropa y sus zapatillas, consiguiendo que toda la atención de Oliva caiga sobre todo su cuerpo, poniéndolo un poco nervioso.

— ¿Tengo algo? — Preguntó con sus mejillas rojas.

Valentín negó. — Estaba pensando en algunas cosas que tengo pendientes. — Contestó mordiendo su labio.

Ribba asintió pensando en el doble sentido de sus palabras, mirando a otro lado. De costado vio como el mayor también comenzaba a devestirse, sacándose el sacó y su camisa junto a sus zapatos, quedando solo con el pantalón que llevaba puesto. Y lo intentó. Intentó no mirarlo, pero le fue imposible. Recorrió todo su abdomen con sus ojos llenos de lujuria al ver todo su cuerpo marcado, suspirando.

— ¿Tengo algo? — Preguntó divertido, con una sonrisa pícara.

Ribba miró a otro lado y negó, un poco nervioso. Le daba un poco de vergüenza estar al lado suyo viendo lo marcado que estaba, nunca fue desconforme con su cuerpo pero estar al lado de Oliva era sentirse la nada misma por su cuerpo tallado a mano, es que eran todo lo contrario.

— No soy un tender. — Habló Derek al recibir todas las prendas, haciendo reír a Daniel por su cara.

— Dejala en el piso si querés, no te quiero molestar tampoco. — Dijo Daniel un poco incómodo.

— Creeme que lo voy a hacer. — Le contestó con sus ojos entrecerrados.

Daniel se encogió de hombros y tiró de su brazo cuando llegó su turno, dejando a Derek sólo. El susodicho suspiró mirándolos, cuando el juego comenzó vio a lo lejos como su jefe reía junto a Daniel, tirándose del tobogán y mojándose con el agua.

Hace mucho no veía reír a Oliva de esa manera y más consecutivamente, Daniel era una persona distinta a lo que el suponía pero no quería confiar sabiendo lo que pasó antes de su llegada, sabía que era algo que tendría que superar tarde o temprano, pero no podía, no quería. No se lo iba a permitir.

Suspiró cansado apretando la ropa de Daniel en sus manos, no la iba a dejar en el piso como dijo.

(...)

Las carcajadas de Oliva se incrementaron a la par de las del menor, ya era el atardecer y el paisaje era verdaderamente hermoso, pero no se comparaba con el paisaje de ver a Daniel son una sonrisa de felicidad en su cara.

— O te puedo contar el chiste del helado, que te vas a reír una bocha. — Contó, haciendo que Daniel se tantara aún más.

Ribba fue el que se encargó de empezar con sus chistes, contándole cosas que hicieron reír al mayor, contagiándolo. Se sorprendió un poco cuando Oliva empezó a contar chistes por su parte, pero fue lindo darse cuenta que cada vez el castaño parecía tomar más confianza y hablaba más, aunque le gustaría que le cuente cosas sobre su vida privada, con que le contará algunos pequeños detalles le bastaba.

— Y yo te voy a contar él de jardinero, pero cuando podamos. — Contó otro, pero se sorprendió demasiado cuando el que se rió esa fuez no fue Oliva sino Derek.

Aunque este último se retractó cuando se dio cuenta, poniéndose serio de nuevo.

Derek aclaró su garnata. — Tenemos que volver al hotel, mañana a primera hora tenemos una junta importante. — Dijo tratando de ignorar lo que pasó.

Oliva asintió y miró a Daniel, que se acomodaba la ropa que todavía estaba mojada.
Durante toda la tarde,Valentín y Daniel no pararon de subirse a todos los juegos, bueno, Valentín era obligado por Daniel pero igual se divertía, sobre todo por los comentarios tan peculiares de Daniel. Sus manos desde el primer juego no se volvieron a soltar, es más, de tanto estar juntas transiparaban, pero no les importaba, no iban a soltarla en ningún momento, porque el calor que se brindaban era lindo.

— Mañana mientras esté en una reunión vos vas a estar en un lugar donde te van a enseñar varias cosas y hablar lo más simple, es muy importante para la cena que tendremos el sábado. Nada puede salir mal. — Informó mirando disimuladamente a Derek, que estaba a su lado.

Daniel asintió. — Bueno, voy a dar lo mejor para aprender a hablar italiano y aprenderme las cosas de memoria, lo juro. — Prometió, con una sonrisa adornando su rostro.

Valentín soltó un suspiro, no podía mirar a Daniel y sentir algo así como...¿Raro? Puede ser la palabras que más se asemeja a los movimientos que daba su panza.

Cattiva idea.

Oliva frunció su ceño y miró a Derek cuando soltó esas palabras, un poco confundido de porque lo habrá dicho. Sin embargo, no dijo nada, más tarde hablaría como el a solas de algunos asuntos que estuvo pasando.

— ¿Qué significa? Cattiva. — Renombró, intentando pronunciarlo como lo hizo Derek.

Valentín negó con una sonrisa suave, era tierno ver como intentaba copiar su asento Italiano. — Nada importante, Dani.

Ribba asintió y subió al auto cuando llegaron, sentándose al lado del castaño  y bostezando por el cansancio, había estado muy activo todo el día. Sintió como el brazo de Valentín lo rodeaba y acariciaba su brazo, su piel todavía estaba descubierta debido al calor intenso que tenía.

Ho dormito per un po ', sogni d'oro, Dani. — Murmuró dejando un beso sobre su cabecera, logrando una sonrisa en Daniel por su Italiano fluido y su voz, antes de caer en un profundo sueño pensando en las palabras del cataño.

•••
2 cosas.
1- capaz no actualice por varios días.
2-Vallan a leer esta que ahora voy a publicar otro capítulo.

2-Vallan a leer esta que ahora voy a publicar otro capítulo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 15, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Suggar Daddy; Wosani.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora