Capítulo 20

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   ❤❤

Es sábado a la tarde y estoy sentado en el café donde Clara y yo solíamos quedar casi todas las semanas cuando éramos más jóvenes.

Miro hacia afuera a través de los grandes ventanales que apuntan a la avenida, observo a la gente yendo y viniendo, absortos en sus propias vidas. Clara todavía no ha llegado, pero yo ya me he ordenado un café negro. Necesito algo bien potente que me de fuerzas.

¿Realmente estoy tomando la decisión correcta?

Supongo ¿Qué otra opción tengo? ¿Una relación estable con Perth Tanapon, mi jefe?
Imposible.

Lo nuestro ha sido solo sexo, un experimento que yo tenía que sacar de mi sistema antes de dar el gran salto. Ahora que ya he probado la fruta prohibida, por decirlo de una manera teatral, ya estoy listo para una vida estable. Estable y heterosexual. Pero ¿es realmente lo que deseo? Una pequeña hoguera en el centro de mi estómago me dice que no, que huya de este café y llame a Perth.

Mi cuerpo todavía se estremece recordando sus caricias, sus besos, el aroma de su piel, la
dureza de su polla en mi interior. No quiero renunciar a ello.

–Hola Saint– me saluda Clara. Estoy tan absorto en mis pensamientos que no la vi cruzar la puerta.

–Hola – le respondo, tratando de sonreír. Siento un escalofrío, una sensación horrible de ahogo y miedo. La invito a unirse a mi mesa y le hago una seña al camarero para que tome su orden.

Ella ordena un cappuccino. Tiene su cabello rubio suelto y un sweater demasiado grande para su torso, de color crema. Un aura de frustración la rodea, pero no observo en su rostro indicios de que haya estado llorando. Mejor, realmente no quisiera hacerla sufrir.

Durante unos breves instantes repaso mi relación con Clara.

¿Por qué me puse de novio con ella en primer lugar? ¿Por qué me acosté con ella en primer lugar, siendo todavía un chiquillo virgen? ¿Fue para mantener las apariencias, de la misma manera que solía burlarme de Perth para jugar el rol de macho fuerte? ¿Alguna vez realmente gocé penetrar a Clara? ¿O simplemente me deje llevar por lo que todos esperaban de mí? ¿Realmente soy tan cobarde? La sensación de que toda mi vida ha sido una farsa me corta el aire.

– ¿Cómo has estado? – Inicio la conversación para acallar las voces en mi cabeza.

–Bien ¿y tú?

–Bien.

Más que bien, me he follado a Perth. Y me gustó.

–Mira, Saint, iré directo al grano. Lo siento por haberte dicho esas cosas horribles, por llamarte gay delante de todo el restaurante. – Clara cruza sus brazos delante de su pecho con un dejo de remordimiento, pero su voz es seria y monótona.

– ¿Lo sientes?

–Sí. No hemos tenido sexo en un tiempo largo pero asumo que es el stress de la boda. No debí reaccionar así. –ella se encoge de hombros.

¿Y si tienes razón?

–Mira, Clara…– no sé qué voy a decir a continuación, solo sé que tengo un hormigueo horrible en mi garganta y en mi pecho.

–Ya perdimos mucho tiempo con peleas y discusiones. –ella me interrumpe – Mis primas y tías ya han sacado el boleto de avión para la boda y el salón me confirmó al reserva para el 25 de mayo.

–Entonces ¿piensas seguir adelante? –pregunto, anonadado.

–Por supuesto –ella le da un sorbo a su cappuccino y me mira asombrada – Ya estamos muy avanzados para dar marcha atrás, menos aún por una discusión insignificante.

La Venganza De Mi Jefe [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora