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Cuando la sala queda vacía, Perth cierra la puerta y camina hacia mí. Lo veo acercarse y se me pone la piel de gallina.
Descansa su cuerpo sobre el escritorio, y sus muslos ajustados por la tela gris de su traje están a escasos centímetros de mi cuerpo.
Puedo sentir el aroma cítrico y amaderado de su perfume, y mi corazón se acelera al punto de estallar. Se hace un largo silencio entre nosotros, en cual yo no sé qué coños decir y sus ojos grises estudian cada rincón de mi rostro.
-Gracias por cubrirme -balbuceo, algo inseguro. -Realmente no quise cometer aquel error.
-Tranquilo -me interrumpe Perth y sus ojos resplandecen de una manera extraña y misteriosa. -No ha sido un error realmente grave.
-Prometo que no volverá a ocurrir -murmuro.
-Lo sé. Me aseguraré de ello -me interrumpe una vez más, y se muerde el labio inferior de la misma manera que en la entrevista. Parece que quiere devorarme vivo y un cosquilleo despierta entre mis piernas.
No debería preguntarlo, pero algo se apodera de mí.
- ¿Por qué me has ayudado? - pregunto en forma directa, dejando de lado cualquier formalidad. También me atrevo a mirar fijo en los abismos negros de sus ojos, y a él parece gustarle aquello.
- ¿Por qué crees? -Perth se muerde el labio una vez más, y despierta en mí unos deseos irrefrenables por morderlo también. Mi polla comienza a cosquillear bajo mis pantalones.
Estar solo con él... en esta sala...
-Pues... ¿Por qué hemos ido a la escuela juntos? - pregunto. Estoy divagando, no tengo la más puta idea de porqué me cubrió las espaldas. Cualquier otro me hubiera despedido en un santiamén. Mi Jefe deja escapar una risa misteriosa.
-Pues...si...en cierta manera...-dice. Se pone de pie y da medio paso hacia mí. Permanezco sentado, y ahora tengo su entrepierna a escasos centímetros de mi rostro. El calor me invade.
Muevo el rostro hacia un lado, evitando mirar fijo su entrepierna, pero Perth coge mi barbilla con suavidad y me obliga a mirar hacia arriba, hacia su cara. Hay algo en su tacto que aumenta las pulsaciones en mi miembro.
- ¿Qué ocurre, pequeño Saint? ¿Acaso estás teniendo un calambre, al igual que en la entrevista? -ríe Perth en forma malévola. - ¿Te crees que no me di cuenta que estabas duro como una roca?
Trago saliva. El ardor sube por mis mejillas pero no puedo dejar de mirar esos ojos negros, ahora Realmente parece una bestia hambrienta.
-Yo...yo... -tiemblo. No sé qué mierda decir. Perth me ha desarmado por completo y el dolor de mi polla me está torturando.
- ¿Estás duro ahora? - me pregunta con una voz que retumba en mi polla.
Por supuesto, una pregunta retórica; es obvio que estoy caliente. Apenas puedo respirar o articular una oración. Pero Perth tampoco parece estar muy interesado en mi respuesta, en su lugar sus ojos analizan los míos, mi boca, mi barbilla, mi Cuello, y mi pecho. Me esta devorado con esa mirada profunda, y yo estoy cada vez mas desesperado.
-Por supuesto que te recuerdo - dice al cabo de unos tortuosos segundos - Recuerdo cómo me empujabas contra los casilleros, como te burlabas de mí en los pasillo, como tú y tus amigos me humillaban y me golpeaban ¿Realmente creíste que lo había olvidado? Dime ¿Cómo podía olvidar algo así?.
Trago saliva. Sus palabras me golpean como un mazo en la cabeza.
-Era un niño idiota...-murmuro avergonzado, pero creo que Perth no me escucha.
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La Venganza De Mi Jefe [Finalizada]
Fiksi PenggemarPerth Saint ☡ADVERTENCIA☡ Esta historia Contiene Contenido Para Adulto Desde El Primer Capítulo Lenguaje Soez Y Podría Ser Considerada Ofensivo Para Algunos Lectores. Leer Bajo Tu Resposabilidad, Si Eres Sensible Y No te Gusta Las Escenas Fuerte Y...