Alison.
Estaba recostada en mi cama, viendo hacia el techo, pensando en todo pero a la vez en nada, desde que subí a mi habitación no he hecho nada, a un están las mayoría de mis cosas en cajas ya que no he querido ordenar nada a un, parece que todos están ocupados, ya que hay mucho que arreglar, a pesar de que nadien vivía aquí, mi abuelo no descuido la casa, cada dos meses mandaba a un par de sirvientes de el, para que la limpiaran, eso nos a ahorrado muchas cosas, al pasar los años nos vamos a coplando a lo nuevo, vamos a la vanguardia en todo. A un me cuesta asimilar que iremos al instituto, se que estamos en una situación difícil, por que en cualquier momento nos pueden atacar y es frustrante no saber que esta pasando, hoy mi abuelo regresa al pueblo, ya que el a un se quedo en Italia, terminando de arreglar unos asuntos pendientes, pero se que a un esta investigando, para poder darnos una buena explicación de todo.
A un estoy acostada y mas creo que ya pasaron horas, y a un no me he cambiado de lugar, mi habitación es muy grande ya que tengo mi propio baño, un closet inmenso, pero lo que mas me gusto de mi habitación fue el balcón y la vista que tiene hacia el bosque, mis padres saben que me gusta escaparme en las noches, cuando quiero estar sola.
- Alison, termina se arreglar tus cosas - dice mamá entrando a mi habitación.
- Si, solo estaba descansando un poco - digo - ya terminaré de ordenar - termino de decir.
- Si, ya va hacer hora, para almorzar cariño - dice ella.
- Ya regreso Renzo del Instituto - le pregunté a mamá.
- No cariño, pero creo que ya debe de venir - termino de decir antes de salir de mi habitación.
Luego de que ella salio, me levante de la cama, y me dirigí hacia el balcón, para poder ver mas bien hacia el bosque, el terreno es hermoso.
Me gusta como se ve, siento todas las partículas moverse de un lado a otro, nada pasa desapercibido para nosotros los vampiros, todos los sentidos están despiertos y alertas, podemos ver todo con claridad a un que la distancia sea kilómetros, nuestros sentidos igual, puedo oír claramente las palpitaciones del corazón de los animales y humanos, también los pequeños sonidos que al oído humano no se escuchan fácilmente, nuestros movimientos son mas rápidos y calculados. Cuando me dejo llevar por mi lado vampiro me siento libre, regreso adentro para poder ordenar mis cosas, una caja en especial llama mi atención, es donde tengo mis mas grandes tesoros, fotos de cuando era pequeña, cosas que me han regalado, personas muy especiales en toda mi vida, con forme voy sacando las cosas, al final de la caja esta un sobre, color rojo con letras cursivas que tienen escrito su nombre.
Christopher Lombardo.
En el momento que leí su nombre sentí un gran dolor en mi pecho, que me iso cerrar mis ojos por unos segundos mientras controlaba mi respiración. Mis ojos se humedecieron, no sentí en que momento solté en llanto, ya no quería llorar, estaba cansada, siempre era lo mismo, pero cada vez que cerraba mis ojos, lo veía a el, con una gran sonrisa, la que siempre mantenía, a un que el mundo se estuviese callendo en pedazos, no se por cuanto tiempo, estuve llorando, pero cuando me tranquilicé, aguarde todo lo que en algún momento saque, vi el reloj de mi mano y vi que ya eran pasado de las once de la mañana, a si que salí hacia mi baño para poder remojar mi rostro, cuando ya me sentí preparada para salir, me dirigí hacia la cocina, sabia que ahí podría estar mi mamá, cuando estaba por entrar a la cocina me encontré con mi hermana pequeña.
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Por Primera Vez
De TodoEra una noche fria, en el pueblo de Tumclear, las calles estaban soladas, no había nadie, ahí fue donde me lamente por no haber escuchado a las palabras de mis amigos, ellos no querían, que me fuera solo a casa pero no quise escucharlos, de repente...