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Llevaba algunos 40 minutos esperando el tren, podía ir si quisiera usando mi kosei pero, cancele esa idea de inmediato de mi mente quería ir con calma hacia mi casa, después de todo, todo estaba bien y como debería de estar.

El tren después de unos dos o tres minutos de lo que ya había esperado, llegó. Procedi a entran en cuanto esté parece y abriera sus puertas metálicas dobles. Ya dentro del tren tan solo me dispuse a sentarme un lugar disponible.

Me estaba comunicando con mis compañeros que estaban preocupados y respondí las llamadas que me hacían en comprobación de los que le estaba diciendo, ya con todo en claro y las explicaciones del asunto tan solo ellos me dijeron que no lo volviera hacer, se preocuparon mucho y pensaron en lo peor. Todo ya aclarado y uno que otro regaño por las chicas me despide de ellas, tranquila por haber hablado con ellas y que estas se mantuvieran tranquilas, no todos confesaban que se habían preocupado pero me agrado que me llamarán y hablar algunos minutos para luego colgar. Definitivamente no cambiaría el rumbo de mi vida, está es la mejor. Ya sin nada más que hacer, quise ver el paisaje de una de las ventanas disponible a mi visión, todo el camino veía todo. Era hermoso.

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Ya el tren se encontraba en mi destino, mi pueblo. Salí de este y empeze a caminar sin rumbo a mi casa. Todo el camino era tranquilo a pesar de la hora, no era tarde, tan solo eran las 4 yendo ya para las 5. Una que otra ave cantando una delicada melodía, una a la que no quisieras parar de escuchar y tan solo quisieras bailarla. Todo era hermoso, más los árboles bailando junto con el viento, las hojas por el tal baile caigan danzando hacia el suelo donde descansaban.

Me encontraba un par de calles cerca de mi casa, tan solo que, empeze a visualizar a una tal figura masculina a lo lejos que te era familiar y que tan solo iba en el camino que tu ibas. Sólo ignarastes pensando que era pura coincidencia, pero a meros segundos empezabas a tomarle el pasó te diste cuenta que esa figura claramente la conocías y no te equivocabas.

Enji: Vaya -mientras te mira- Interesante lugar para vivir

(Oc): Q-que haces aqui¿ -asombrada por encontrartelo, no era la zona de vigilancia de este héroe o al menos no hasta a hora que tu supieras. Al menos te sorprendía la apariencia, no llevaba su típico traje, todo a lo contrario, tenía una ropa de vestir comoda, una camisa mangalarga color roja con un chaleco negro que hace juego, unos pantalones negros junto con unas botas blancas y unos lentes que le tapaban sus ojos-

Enji: La verdad, pasa por aquí -mientras miraba el ambiente-

(Oc): Aja, y por qué ibas en la misma dirección que yo¿ -lo mira curiosa-

Enji: tsk.. Me dieron tu dirección para que fuera a ver si estabas en tu casa -pone una cara sería hacia la dirección de la menor-

(Oc): Ah -empieza a jugar con su cabello corto disimuladamente, en lo que Enji la miraba- Quieres comer algo¿, yo invito -mira a Enji-

Enji: Ya que, que hay por aquí¿ -sigue mirando a (oc)-

(Oc): Bueno hay sushi, quieres sushi¿ -empieza a caminar a lo que el mayor también-

Enji: Si me invitas a comer esto ya reemplaza a los helados -mira a la menor que se encontraba de lenta de este-

(Oc): -se voltea rápidamente- No¡ -hace un puchero- Esto es aparte, además, aceptastes los helados en finde semana, por lo tanto es viernes -mi entras hace una sonrisa de victoria- No te salvaste -sigue su rumbo a la tienda de sushi-

Enji: -solo hizo un gruñido como respuesta-

(Oc) seguía delante de Enji guiandolo para su destino, tiene de sushi. Todo el camino fue silencio, un silencio tranquilo y cómodo. Aveces la menor lo rompía con preguntas y el mayor las respondía con respuestas cortantes y nuevamente venía el silencio hasta llegar a su destino. Era una tienda o bueno, mejor dicho un restaurante de sushi, vendía de todo tipo de sushi existente a parte de que lo hacían deliciosamente sabroso.

El potente sentimiento /•Enji Todoroki•  (PAUSADO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora