A. 6 | 𝕊𝕚𝕥𝕦𝕒𝕔𝕚𝕠́𝕟 |

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       Feliciano cerró sus ojos por el miedo al ver la orda que se estaba acercando a ellos, mientras, Vash sacó su arma empezando a disparar a cualquier zombie que se les acercaba quedándose rápidamente sin balas; por acto reflejo los dos al ver ...

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       Feliciano cerró sus ojos por el miedo al ver la orda que se estaba acercando a ellos, mientras, Vash sacó su arma empezando a disparar a cualquier zombie que se les acercaba quedándose rápidamente sin balas; por acto reflejo los dos al ver que no tenían esperanza alguna, buscaron a Tn la cual ya estaba lejos de ellos junto con todas las cosas. Ambos completamente asustados empezaron a correr lo más rápido que podían intentando buscar un lugar para esconderse; el castaño estaba empezando a agitarss logrando que poco a poco fuera más lento, Vash notando esto, le tomó de la muñeca causando que casi arrastrara al contrario, Feliciano agradeció internamente e intentó hacer un esfuerzo extra para seguir avanzando.

Después de unas largas cuadras y muchas vueltas "inesperadas", lograron entrar a un almacén abandonado escondiéndose muy a penas, estuvieron al rededor de 5 minutos en un -casi- total silencio esperando a que las bestias siguieran avanzando, cometido que casi logran pero un pequeño movimiento hecho por el helvético¹ hizo que cayera una lata vacía -cosa que notaron por el sonido hueco- y rodara hasta el otro extremo.

El italiano empezó a lagrimear furtivamente sabiendo que su fin se acercaba y a causa de esto, también temblaba. Por el contrario, Vash intentaba idear un plan rápido o por lo menos buscar algo con que defenderse; recorrió con la mirada el lugar y miró una tubería salida de lugar, de forma silenciosa fue avanzando poco a poco hacia la tubería y a sabiendas de que ocasionaría aún más ruido lo arrancó rápido pero algo arruinó su plan, una torrente de agua salió disparada tirándolo por la fuerza del mismo. El castaño que lo seguía con la mirada manteniéndose en su lugar, se asustó más y de ahí la cosas pasaron en cámara lenta; los zombies tumbaron la puerta del lugar haciendo que Feliciano soltara un pequeño grito y corriera para socorrer al rubio que aún estaba medio atarantado por el empujón que le dio el agua. Aunque al italiano no se le podían atribuir muchas habilidades, por primera vez -desde que lo conoce Vash-, destacó en algo en que él probablemente no lo haría, escapar muy rápido.

10 cuadras después, Feliciano logró "despistar" a los zombies pudiendo tomar un corto descanso para recuperar el aire; vieron a su al rededor y cayeron en cuenta que habían estado corriendo en círculos ya que no estaban tan lejos del lugar de donde se habían ido. Pese a que los zombies ya no los persiguieran aún había una gran multitud cerca de ellos. Con la respiración agitada, Vash recordó un pequeño detalle que les pudo haber evitado todo el tramo que corrieron.

--Voy a lanzar una granada, tapate los oídos --susurró lo suficientemente audible para que el italiano asentierá y realizará la acción que pidió.

El helvético arrojó con todas sus fuerzas el explosivo -obviamente sin el seguro- cayendo casi en medio de toda la horda, el mencionado rápidamente se puso en la misma posición que su acompañante esperando la explosión inminente.

Segundos después escuchó -y sintió- la explosión, aparte de sentir las ondas expansivas, también noto como pedazos de infectados le manchaban varias partes.

Aunque Feliciano sabía que podía estar en un mejor lugar, al abrir sus ojos vio como lo que antes era la orda, ahora eran partes dispersas. Poco tardó en darse cuenta que estaba manchado de ellos sintiendo las arcadas venir respiró profundo e intentó calmarse -por tercera vez en el día-.

Después de todo ese desastre por fin pudieron pararse a gusto sin preocuparse por algo externo, el italiano tardó para carburar todo lo que pasó en tan poco tiempo. Al entender todo le iba a empezar a reclamar al rubio por no haber tirado esa bomba anteriormente pero lo interrumpieron.

--¡¿Qué rayos les sucedió?! --preguntó alterada la [Nacionalidad].

Y con dichas palabras logró que Feliciano comenzara a desesperarse, dando zancadas grandes se posicionó frente a ella.

--¡¿Cómo si quiera te atreves a preocuparte cuando nos dejaste atrás sin importarte lo que nos pasara?! --tomó aire para seguir hablando-- ¡Y para acabarla con todas nuestras cosas!, Accidenti egoista! --terminó de explotar el italiano. Le dirigió una mirada desesperada y antes de seguir hablando la chica lo cacheteo levemente para distraerlo.

--Entiendo tu desesperación pero por menos regrese ¿no? --dijo en un intento de reconfortarlo, cosa que no funciono.

--¡¿Agradecerlo?! --exclamó irónico-- ¡Pudimos haber muerto y tu no estabas!

Tn agachó la cabeza sabiendo que no podía argumentar y en un intento desesperado envolvió en sus brazos al castaño.

--Se que no pensé en ustedes y eso me apena mucho, créanme cuando les digo que en cuanto me di cuenta volví por ustedes --hablo apenada. Aún abrazando al castaño levantó la cabeza y le dirigió una mirada culpable al rubio.

             Nuevo día, nuevo desastre

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             Nuevo día, nuevo desastre. Pensó la de pelos azabaches al abrir los ojos y observar el techo blanco de la casa en la que se encontraba. De forma rápida se sentó en el sofá donde se quedó un rato observando a la nada gracias al sueño que aún tenía. Unos minutos después salió de su ensoñación y cayó en cuenta de que no se escuchaba algún ruido que no sea su respiración, algo extrañada -y un poco asustada- empezó miró a sus alrededores encontrándose con el lugar vacío a excepción de una hoja puesta en la mesa.

--¿La habrán dejado ellos? --se preguntó a sí misma.

Agarró el papel y lo abrió para leer el contenido.

--Buongiorno ragazza, ¿cómo amaneciste? --habló Feliciano a sus espaldas.

--¿Ah? --volteó extrañada--¿No es suya esta carta? --cuestionó moviendo la mano que tenía el papel. El castaño la miró extrañado.

--No --posó sus ojos en la carta--¿Qué dice?

Tn estiró el brazo para que el contrario la tomará y leyera su contenido.

--¿Una carta de despedida? --cuestionó al terminar de leerla. La muchacha solo alzó los hombros sin saber que decir. El castaño dejó la carta en la mesa. --Mejor vamos a comer algo para seguir avanzando.

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⏰ Última actualización: Aug 29, 2020 ⏰

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