A. 3 | 𝕍𝕚𝕒𝕛𝕒𝕟𝕕𝕠 |

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--¡¿Ah?! --abrió los ojos ligeramente mostrando la sorpresa que ocasionó las palabras antes dichas por la fémina--Lovino...

El castaño estuvo durante un tiempo susurrando en lo que parece italiano de una forma preocupada, en estos momentos se arrepiente de no haber prestado atención es las clases de aquel idioma pero en su defensa en esos tiempos tenía cosas más interesantes e importantes que ocupaban su tiempo y en esos momentos prefería dormir aunque sea una hora más.
Aprovechando el silencio se puso a planear el como encontrar a su mejor amigo albino, preocupándose un poco por el, solo un poco porque ese chico sabe como defenderse a diestra y siniestra aún si solo tiene una cuchara como arma. Este pensamiento le hizo hacer una sonrisa pequeña.
Así siguieron durante un tiempo, en un silencio relativamente cómodo donde los dos se lamentadaban de cosas no muy diferentes pero al final los dos llegaron a un mismo pensar.

"Tengo que buscarlo".

--Hey, perdona por entrar a tu casa sin permiso pero las escaleras de emergencia daban primero a este piso. --expresó la chica mientras jugaba con sus dedos esperando que el italiano no se enojara o algo parecido.

--Tranquila, entiendo tu desesperación por sobreviv- el castaño fue interrumpido por un murmuró de la chica.

--Yo... --se quedó pensando en que decir y como solucionar lo que había hecho ocasionando que se perdiera un poco en su mundo hasta que una idea pasó por su cabeza haciendo que sus ojos brillaran con emoción y antes de siquiera pensarlo dos veces le dijo--Como yo robe tus cosas te debo algo y antes de que menciones algo en contra de eso, te propongo una cosa ¡Viajaras conmigo durante un tiempo y te pagaré lo que hice protegiendote!, ¿te agrada la idea? Eh... -espero que el italiano le dijera su nombre pero como no vio avances hizo una seña.

--Ah, Perdón por no mencionar mi nombre, Soy Feliciano Vargas ¿y tu bella ragazza?

--Tn, a tus servicios señor Vargas --bromeó la fémina para aligerar el ambiente--Entonces, lo que te dije...

El italo parlante borro un poquito su sonrisa pero enseguida la hizo más grande que antes -si es que es posible-, está se notaba llena de sinceridad y emoción.

--Me agrada la idea y no sé, podríamos en el camino buscar nuestra familia o amigos, ¿no? --dicho eso el se acercó más a ella mostrando la misma emoción que ella por viajar juntos.

--De hecho es lo que planeaba hacer. --mencionó mientras movía su cabeza en forma de afirmación y al final dando una sonrisa sincera.

Con eso se dio por finalizada toda la conversación.
Después de eso los dos se pusieron a planear los lugares que explorarian y también en que parte de la ciudad a la que irían se juntarian en caso de separarse por motivos "naturales".

--Entonces, por cualquier cosa que llegue a pasar nos reencontramos, si es que estamos a salvo, en la plaza central, ¿Entendido? --dijo, el chico asintió y con eso salieron del edificio decididos.

Mientras recorrían la ciudad iban revizando los lugares que conocían y donde probablemente estarían sus amigos más cercanos y familia; en el camino fueron recogiendo provisiones hasta llenar todos los huecos de las mochilas que tomaron del departamento del chico. Así estaban, tranquilos y matando a cualquier cosa que se les acercara o bueno, la fémina es la que lo hacia ya que el castaño volteaba su vista a otra dirección. Un sonido los sacó de sus acciones, una gran explosión a unas cuadras hacia atrás de donde estaban, justo en una gasolinera, los dos se vieron pero ninguno decidió siquiera voltear para ver lo que pasaba, se tomaron de las mano y se fueron corriendo.

Durante el camino no se toparon con algún inconveniente que pasara de un infectado o dos así que lograron llegar al centro de la ciudad sin problema. Como Tn conocia el barrio como si la palma de su mano se tratase -ya que un amigo vive por esos lares- se detuvo para informarle al chico pero no lo encontró, preocupada empezó a retroceder en sus pasos y se lo topo viendo algo en una tienda.

--¿Qué haces Feli? --le llamó un poco fuerte para que el mencionado le escuchara.

Aunque el castaño tardó en responder, lo hizo con un leve murmuro.

--Creí haber visto a mi hermano mayor convertido en un infectado adentro de la tienda --tomó aire y siguió hablando--, al parecer me equivoque.

La morena asintió y tomando la muñeca del chico volvieron a caminar, esta vez, a una casa random que no se mirara destruida o algo por el estilo.
Reviso toda la casa para no encontrarse con algo inesperado, al final de asegurarse que no había nada puso un mecanismo básico por si abrían cualquier puerta o ventana -solo utilizo un hilo y unas latas-. Ya terminado eso, con Feliciano se sentaron en el centro de la sala y acomodaron sus pocas pertenencias. El castaño perdido en sus pensamientos le tuvo una duda.

--¿Recorreremos toda la ciudad o solo partes donde creemos que esten? --habló en un tono medio para que la chica le escuchara.

--En verdad no lo sé --tomo aire--, ¿tu que quieres hacer?

El de ojos cafés se puso nervioso al notar que la fémina le miraba directo a los ojos así que, retiro su mirada mientras se sonrojaba y hablo.

--No creo que estén por aquí --pensó un poco--, o por lo menos en la ciudad.

--Es cierto, podríamos explorar la siguiente -tomo aire--, eso significa que, hay que conseguir un vehículo para movernos.

--¿Podría ser una moto? --opino el italiano.

Tn asintió y cerró los ojos para descansar de ese día tan ajetreado. Mientras, Feliciano tomó una pequeña parte de las provisiones, ya que tenía hambre, y por fin pudo dormir plácidamente en el pequeño sofá.

Aᴘᴏᴄᴀʟɪᴘsɪs. | Hᴇᴛᴀʟɪᴀ | Donde viven las historias. Descúbrelo ahora