"JAMÁS TE DEJARÍA SOLA"

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Me encuentro caminando en un verde prado.

Siento la brisa revolverme el pelo.

Es agradable.

Escucho mi nombre a lo lejos.

Quién me llama?

Me siento en el césped y cierro los ojos.

- A que es agradable?

Abro los ojos sorprendido y me encuentro con una niña.

- Quién eres?

La niña me sonríe y me coge de la mano para que me levante.

En cuanto lo hago, puedo ver como el campo pasa a ser un cuarto oscuro lleno de imágenes de mi vida.

Mis primeros recuerdos con mi madre...

El día en que conocí a mi padre...

La boda de mis padres...

Mis años estudiando en la escuela...

Mi primera pelea...

Mi primera bronca...

La primera vez que hice amigos...

Mi primer beso...

Mi primera carrera...

Mi primer disparo...

Mi primera vez...

Y de repente, todo vuelve a quedarse oscuro, esta vez, sin ninguna imagen.

La niña a mi lado tira de mi mientras me sonríe.

- Deberías rendirte, ya has hecho tu vida.

Voy a seguir a la niña cuando vislumbro una pequeña esfera luminosa.

- Espera.

Arrastro a la niña conmigo hasta llegar a la esfera, y sin pensármelo dos veces la cojo y siento como toda esa luz explota en mi mano dejando a la vista otros recuerdos.

Yo chocando contra alguien.

Un pelo rojo como el fuego.

Unos ojos verdes salvajes.

Una mueca.

Una sonrisa.

Un destello.

La primera vez que me enamoré.

La primera vez que besé a una chica en serio.

La primera vez que confié en alguien que no fuera de mi familia.

La primera vez que amé incondicionalmente...

Noa se encuentra frente a mi con una sonrisa en la cara.

Veo como mueve los labios, pero no escucho nada.

La niña junto a mi se separa y va hacia ella.

Cuando las veo juntas, no puedo evitar sentir como mi corazón se acelera.

Esa niña tiene el mismo pelo que Noa... y mis mismos ojos.

- Vuelve con mama.

Sonrío y alzo la mirada al cielo.

- Tienes razón... he de volver...

Cierro los ojos y poco a poco siento como vuelvo a abrirlos, esta vez, sabiendo que estoy en un hospital.

Miro el techo blanco y me acostumbro a la luz que entra por mi ventana.

Junto a mi camilla, puedo ver una cabellera roja desparramarse.

Mi mano se mantiene firmemente sujeta por dos manos que siempre he tenido a mi lado.

- Noa...

La nombrada alza la cabeza inmediatamente y en cuanto me ve, sus ojos se llenan de lágrimas.

Se lanza sobre mi, y aunque me duele mil demonios el movimiento, me callo y la estrecho contra mi.

- Yo... yo pensé... pensé que jamás abrirías de nuevo los ojos...

Beso su frente y aparto los mechones que caen por su rostro.

- Noa... yo jamás te dejaría sola.

La beso tiernamente en la frente y la estrecho contra mi.

La puerta de mi habitación se abre y puedo ver a mis padres entrar.

Ambos llevan ojeras demasiado pronunciadas.

- Tyler...

Ambos se lanzan a por mi y nos abrazan a ambos.

Jamás los dejaría solos... no podría... no después de lo que nos espera en el futuro.

Sonrío al recordar a esa niña y abrazo a mi familia.


No huyo de ti *4*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora