CAPÍTULO 15: Avión y hotel

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El día por fin había llegado. Tras tres semanas de espera y duro entrenamiento, sin olvidarse de sus deberes y responsabilidades estudiantiles, el equipo de waterpolo de New Horizon iba a dirigirse a Nueva York para participar en la final regional. Paul, Amarant, James, Preston y Devon habían entrenado duro, al igual que el resto del equipo, y habían alcanzado un nivel de habilidad considerable. Lucius y Vanessa les habían brindado su ánimo y apoyo, continuando también con sus estudios y cursos. El grupo había estado atento al avance de Nathan durante el Grand Prix Final durante los últimos días: en su penúltima actuación había quedado segundo y en la última tercero, lo que le dio el pase para ir a la final del campeonato. El grupo llamó a Nathan tras haber ganado en su última actuación, alabando a este por su gran habilidad y deseando encontrarse en Nueva York. Devon era el que más ganas tenía de reencontrarse con Nathan. Estar tanto tiempo separado del coyote le había provocado algo de tristeza, pues deseaba poder decirle a Nathan lo que sentía de corazón. Pero él sabía que en pocas horas podría verle, lo que le alegró de sobremanera.

"Aguanta, Devon. Lo has hecho bien hasta ahora. Solo debes esperar un poco más. No corren las prisas. Si te confiesas ahora, puede que Nathan se ponga nervioso y falle en su programa. Lo puedes hacer tras eso" se decía el lobo a sí mismo, calmando sus nervios y sus fuertes emociones.

Nathan tenía que permanecer concentrado y Devon sabía eso. Prefería guardarse todo lo que tenía que decirle para cuando el Grand Prix Final hubiera terminado. Así, si Nathan perdía- cosa que Devon dudaba-, tendría algo con lo que animarle. Y si ganaba, pues esa confesión sería un mejor premio que cualquier medalla. Pero Devon también dudaba, pues no sabía si el coyote sentiría lo mismo que él. Pero no quería dudar, no ahora que habían llegado ambos tan lejos. Devon debía concentrarse primero en ganar junto a su equipo la final y Nathan debía concentrarse para el programa corto y el libre. Cuando todo aquello pasase, ambos podrían hablar.

-Todo irá bien- una voz había sacado de sus pensamientos a Devon. Al girar su cabeza, vio a Vanessa mirándole con una sonrisa-. Ya verás.

-¿Se me nota tan nervioso?- preguntó el lobo, sonriendo y rascando su mejilla nervioso.

-Exagerado- dijo Vanessa. Aunque era cierto, ella también había visto su alma, lo que le había permitido saber como se sentía en el fondo. Ella no podía evitarlo, tenía curiosidad por ver lo que sentían las almas de los demás. Y ya había visto colores y brillos muy interesantes en las almas de sus amigos. En pocas palabras, ella sabía quién le gustaba a quien. Al único que no sabía si sentía algo por alguien era a James.

-Bueno, supongo que debo tratar de pensar que tengo que dar lo mejor de mí- dijo Devon, respirando hondo.

-Lo bueno es que parece que el otro equipo es mejor que los Fire Bulls- dijo la gata, mirando a los miembros del otro equipo. Como debían irse de Los Ángeles, ambos equipos tenían que ir en el mismo avión. Los dos equipos estaban esperando a que el avión llamara los pasajeros a embarcar, algunos miembros sentados, otros de pie y los entrenadores hablando con ánimo. Al parecer eran buenos amigos. Lo bueno era que eran simpáticos.

-Los Young Eagles- dijo Preston, metiéndose en la conversación. Ya estaba completamente curado de la paliza de la semifinal, así que sus moratones y ojo morado habían desaparecido-. Son bastante buenos. Equilibrio en defensa y ataque.

-En resumen, será un duelo memorable- dijo Devon, sonriendo-: ¿El equipo había llegado alguna vez tan lejos?

-Nunca, esta es la primera vez que llegamos a la final- dijo Preston, sonriendo-. Es como si Amarant, James y tú nos hubiérais dado suerte.

-¡Que va! Todo el equipo ha hecho un gran trabajo- dijo Devon-. Todos han hecho un papel fundamental en cada partido y han tenido sus buenos momentos. Puede que los boya seamos mucho más reconocidos por marcar los goles, pero todo el equipo cumple un papel fundamental sin el que los boya no podríamos rematar la jugada.

Jóvenes de un Mundo Cambiante Vol. IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora