En la calle Triunfo dos jóvenes desayunaban tranquilamente hablando sobre los planes que tenían para esa mañana de un sábado cualquiera, aunque para uno de ellos no lo fuera. Gérard, un joven de 20 años procedente de Ceuta, se encontraba en la mesa de su apartamento explicándole a su amigo y compañero de piso Flavio, un muchacho de 19 años nacido en Murcia, lo nervioso que se encontraba por su presentación de esta tarde en el Bar Galeruix, un bar al que muchos músicos acudían a hacer actuaciones ya que los dueños de este tenían varios contactos dentro del panorama musical dando así a conocer a varios artistas que hoy en día se encuentran dentro de esta industria y son bastante respetados. Gérard había hecho unas cuantas actuaciones anteriores en bares, pero ninguna tan importante como esta. Su amigo trataba de calmarlo, pero sin éxito alguno.
Gérard: Flavio, ¿tú sabes lo difícil qué es que Noemí y Manu te dejen cantar en su bar? No entiendo muy bien qué voy a hacer ahí arriba sin ti.
Flavio: Géeeerard - dice su amigo de esa manera tan peculiar que tiene al pronunciar su nombre- no entiendo porqué estás tan nervioso. Vas a cantar con Nía, tu mejor amiga desde que nos mudamos a esta ciudad y, encima van a cantar una canción que parece que se hizo para ustedes dos. ¿Por qué no terminamos de desayunar y vamos a su piso para que ensayes y veas que no tienes de qué preocuparte?
Gérard: Tienes razón, voy a mandarle un Whatsapp para avisarle que en un rato vamos a la casa para practicar la canción. Seguro que Anaju y Eva se alegran de verte que hace mucho que no quedamos los cinco, con esto de que estamos todos con exámenes es muy difícil cuadrar un día para vernos todos.- Se levanta para coger su móvil pero antes de salir de la cocina mira a su amigo. - Gracias, no sé que haría sin ti Flavio.
Flavio: Yo tampoco lo sé. - Dice sonriendo y continúa con su tostada la cual mete de un solo bocado en su boca.
Gérard: Ya está, Nía dice que por ella no hay problema y que si queremos podemos comer todos ahí y, así, salimos nosotros juntos al bar para preparar todo para esta noche. Tú puedes quedarte con Anaju y Eva y luego van los cinco para el bar.
Flavio: ¿Los cinco?
Gérard: Sí, Nía me dijo que invitó a dos amigas de ella a ver la presentación de esta noche que se mudaron hace poco a la ciudad y no conocen a mucha gente.
Flavio: ¿Anaju no trabaja esta noche en el bar que va con nosotros?
Gérard: No, esta noche libra. Ha estada haciendo horas extras todo el mes para poder ir esta noche a animarnos a Nía y a mí. Dice que no quiere perderse nuestras canciones por estar atendiendo a clientes maleducados.
Flavio: Es que son los dioses a los que ella reza. - Dice procurando que ambos rían ya que su amiga ha utilizado esa frase cada vez que ve a los jóvenes cantar o tocar algún instrumento.- Bueno, termina de desayunar yo voy a prepararme.
Gérard: Vale, cuando termines de prepararte vente a mi cuarto para que me ayudes a elegir la ropa para esta noche.
Los chicos se prepararon y una vez estuvieron listos salieron a casa de Nía, Eva y Anajú, donde pasarían todo la mañana hasta la hora de poner rumbo al bar Galeruix.
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Mientras tanto, en la calle Academia dos amigas acababan de despertarse de muy mala manera ya que escuchaban la pelea que acontecía entre sus vecinas. Samantha y Anne son dos jóvenes de 26 y 18 años respectivamente que se han mudado hace poco para estudiar en una de las escuelas de música más prestigiosas de la ciudad. Vivían en una zona residencial donde solo se veían a los estudiantes de la escuela de música. Cerca de donde ellas vivían estaban la pareja de chicas que se encontraban discutiendo acaloradamente: Ariadna y Eli y, también, tres jóvenes andaluces que tenían un gran parecido y les apodaron como "los tres mellizos", se trata de Jesús, Rafa y Javy. A pesar de ser residencias para estudiantes, no vivían todos en un mismo edificio, sino que cada uno tenía una pequeña casa con dos o tres habitaciones y un pequeño jardín. Estas casas se hallaban pegadas unas a otras en grupo de tres formando una especie de semicírculo. De ahí que Samantha y Anne pudieran escuchar casi a la perfección la pelea de sus vecinas.
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Inolvidables
RomanceEsta es la historia de Gérard y Anne, dos personas que comparten una misma pasión: la música. El destino consigue unirlos pero, ¿serán capaces de encontrar el amor que tanto buscan en el otro? Para averiguarlo te invito a que leas esta historia que...