Eran las 10:30 de la mañana cuando Gèrard se despertó y observó que el lugar que ocupaba anoche Anne ahora estaba vacío. Le entró un sentimiento repentino de culpa, él sabía que haber dormido con ella fue una mala decisión ya que apenas conocía a la joven de un par de horas y, aunque fuese ella la que le pidió que se quedara con ella él debía haber rechazado su oferta e irse a la cama con Flavio, como era su plan inicial pero al ver esos ojos suplicantes no pudo negarse. A esa culpa había que añadirle el dolor de cabeza que tenía por culpa del alcohol ingerido la noche anterior, sin duda no volvería a beber tanto en su vida. Luego de buscar por su habitación alguna pista de donde se podría encontrar la joven, se dio cuenta de que a ropa de esta no estaba en su habitación. Por un segundo tuvo la esperanza de que esta se encontrase en el baño cambiándose así poder pedirle perdón si en algún momento al despertarse Anne pensó que se había sobrepasado de alguna manera pero todas esas esperanzas desaparecieron cuando vio la puerta del baño abierta y sin nadie en su interior. Regresó a revisar su teléfono y vio que Nia le había escrito para ver si estaba despierto así que decidió llamarla, no le vendría nada mal hablar con ella ahora mismo.
Nia: Pollito, ¿cómo estás?
Gèrard: Bien, acabo de despertarme. ¿Tú cómo estás? - Dice aunque no parecía estar muy bien.
Nia: Gèrard a mí no puedes engañarme. ¿Quieres venir a casa a desayunar y me cuentas qué te pasa? Vente con Fla y desayunan los dos aquí que esta mañana me dejaron sola.
Gèrard: No sé si me gusta que me conozcas tan bien. - Dice ahora un poco más feliz. - Voy a avisar a Flavio a ver si quiere unirse. ¡Hasta luego!
Gèrard dejó el móvil sobre la mesilla de noche y fue a la habitación en donde se encontraba Flavio durmiendo, intentó despertarlo pero fue inútil así que decidió dejarle una nota junto a sus gafas explicándole que había intentado despertarlo pero que fue misión imposible y, que si lo necesitaba, estaría en casa de Nia desayunando. Una vez hecho esto procedió a darse una ducha rápida y ponerse un pantalón corto y una camiseta larga y suelta tipo hawaiana junto a unas playeras blancas y unos calcetines con dibujitos de trozos de piña para luego poner rumbo a casa de su amiga. Pensó en acercarse a comprar el desayuna a la cafetería de la esquina que tanto le gustaba a sus amigas pero decidió que mejor sería esperar al almuerzo e invitar a Flavio para contarle lo que le había pasado esa mañana.
Una vez delante del portal de su amiga llamó al telefonillo para que esta le abriese la puerta y subir hasta el piso de sus amigas. Por suerte vivían en un primero y no tenía que subir muchas escaleras porque con el cansancio y el dolor de cabeza que tenía lo menos que quería era realizar cualquier tipo de ejercicio físico. Llegó y ya Nia le estaba esperando con los brazos abiertos para darle un gran abrazo cosa que Gèrard agradecía internamente ya que lo necesitaba más de lo que creía. Una vez dentro de la casa pasaron al salón donde Nia ya tenía preparada algunas tostadas, fruta y café recién hecho para la resaca.
Nia: ¿Vas a contarme qué ha pasado?
Gèrard: La he cagado con Anne, no creo que quiera volver a verme.
Nia: ¿Por qué dices eso pollito?
Gèrard: Anoche cuando os fuisteis porque Samantha no aparecía era porque se había quedado dormida en la cama de Flavio así que le dijimos a Anne que se quedasen a dormir para que no fueran a su casa en las condiciones que estaban. Flavio se quedó en el antigua cuarto de Valey y Adri y Anne se quedaba con Samantha. - Dice parando ya que no quería ver la reacción de su amiga cuando le contase lo que había hecho.
Nia: No entiendo porqué Anne iba estar enfadada contigo si se portaron como unos auténticos caballeros. - Dice riendo provocando que Gèrard se relajase un poco.
Gèrard: Es que eso no es todo. Luego de dejarle ropa para que se cambiara Anne salió del cuarto de Flavio porque Samantha no paraba de moverse así que le cedí mi cama para que pudiera descansar y, te juro que no sé porqué lo hice Nia, tú sabes que yo no soy así.
Nia: Pollito, ¿qué hiciste?
Gèrard: Cuando la acompañé a la habitación me pidió que me quedara con ella y dormimos juntos pero te juro que cada uno en una esquina de la cama.
Nia: ¿Y qué pasó esta mañana para que digas que la has cagado con ella? - Dice sin entender porqué su amigo estaba tan triste y decepcionado.
Gèrard: Porque no estaba en el piso cuando me desperté. Es que no debí quedarme con ella, tenía que haber ido con Flavio y me hubiera ahorrado que ahora se piense que soy la peor persona del mundo.
Nia: Gèrard, nadie que te conozca puede pensar que eres la peor persona del mundo. Seguro que le pasó algo para irse sin despedirse, pero si ayer estaban todo el rato mirándose.
Gèrard: ¿Tú crees? No sé yo creo que...
No pudo terminar de hablar ya que el móvil de Gèrard estaba sonando. Flavio le había llamado para ver si seguían en casa de Nia e ir hacia allá para desayunar con ellos pero, al ver la hora que era, Gèrard le propuso ir a almorzar algo los tres en el restaurante nuevo que uno de sus compañeros de clase le había mencionado no hacía mucho. Gèrard y Nia esperaron en la casa de esta última a que Flavio se preparase para ir a almorzar los tres.
Gèrard: Oye, ¿Y por qué te han abandonado esta mañana?
Nía: Anaju fue a desayunar con Mai esta mañana para solucionar un problema con las actuaciones del próximo viernes y Eva tenía un proyecto con unas compañeras de clase así que estará toda la mañana con ellas.
Nia se da cuenta de las intenciones de su amigo pero cuando va a preguntarle por Anne ve que Jesús la estaba llamando así que decide ir a su habitación para tener un poco de privacidad. Cuando terminó la llamada y fue al salón vio como Gèrard había recogido todo los platos y vasos del desayuno y estaba sentado en el sofá mirando el móvil. Nia sabía muy bien que estaba esperando un mensaje de Anne y le daba pena ver a su amigo así por lo que se propuso que ese día no iba a dejar que Gèrard volviera a pensar en Anne ni el lo que había sucedido esa mañana. Cuando Gèrard vio llegar a Nia decidió guardar su teléfono ya uq eno quería que su amiga le preguntase si había recibido algún mensaje de Anne ya que la respuesta era que no. Él sabía que la había cagado con ella, no puedes conocer a una chica hace unas horas y meterla en tu cama y, no contento con eso, dormir con ella. ¡Si es que era tonto! Por suerte para Gèrard, Nia no pude preguntarle nada ya que Flavio estaba tocando el timbre, señal de que tenían que bajar para ir a almorzar.
La tarde transcurrió entre risas, música y disfraces. El plan de Nia para que Gèrard no estuviese triste consistía en disfrazarlo como mujer con la ropa que Melody había dejado en el piso de los chicos para luego maquillar al chico. Flavio había decidió que él sería quien lo maquillase mientras Nia grababa todo e, incluso mal maquillado como estaba ya que Flavio no sabía para qué se utilizaban la mitad de los productos que Nia llevaba, Gèrard seguía viéndose hermosos. Sin duda alguna Nia jamás comprendería la belleza de su amigo, ni como este no era capaz de verla.
Lo que había empezado como un desayuno se había convertido en merienda y cena para tres. Los planes espontáneos entre estos tres amigos no eran nada peculiar, lo raro de ese día había sido un mensaje que recibió Gèrard mientras los chicos y él almorzaban. Hugo le había escrito para preguntarle si quería cantar algo con él el viernes en el bar. Gèrard tenía muchas ganas de volver a cantar en ese escenario así que no se lo pensó demasiado y enseguida aceptó la propuesta de Hugo. Gèrard pensó que ese día había sido lo suficientemente raro como para que le pasara algo más pero, mientras veía una película en su habitación recibió un mensaje de un número desconocido que lo dejó sin palabras.
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Inolvidables
RomanceEsta es la historia de Gérard y Anne, dos personas que comparten una misma pasión: la música. El destino consigue unirlos pero, ¿serán capaces de encontrar el amor que tanto buscan en el otro? Para averiguarlo te invito a que leas esta historia que...