Óbito Uchiha y Kakashi Hatake, ambos chicos con rutinas muy estrictas y aburridas, a ninguno de los dos les gustaba esa horrible rutina.
Pero como si del destino se tratase ambos tuvieron que desviar un poco su rutina por un día.. o al menos eso cre...
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El peli-plata se levantó de mala gana. Ya es viernes, ¿Para que ir a la escuela? Camino asta el baño con los ojos cerrados y los abrió de golpe cuando casi se cae al intentar meterse a bañar, y luego se fijó que ni siquiera se había quitado la ropa. Así que con toda la flojera del mundo se desvistió y luego se baño. Cuando se terminó de bañar se vistió y bajo a la cocina, tomo una manzana y salió de su casa gritando «¡Ya me voy!». Su mañana fue de lo más normal, su rutina diaria.
Por su lado, Óbito no tubo una mañana normal, y era obvio, hoy va a ir a su nueva escuela, así que despertó temprano. Se baño, se visto y bajo al comedor donde se encontró con Sasuke, Madara e Izuna.
— ¡Hola! — grito muy feliz.
— Hola Óbito — respondió el mayor de todos con su ya común indiferencia.
Óbito se sentó y sin decir nada empezó a comer.
Todo estaba tranquilo asta que Óbito se dió cuenta de algo y se atragantó con su comida.
Tosió y se pegó levemente en el pecho y rápidamente miro preocupado a Izuna -. ¡¿Izuna que pasó con Itachi y Shisui?! — con esa pregunta hico que los demás Uchiha's también se atragantaran.. se habían olvidado por completo de los otros dos.
— Mierda, siguen en el cuarto — dijo pálido Izuna, en sus ojos se reflejaba el terror que sentía en ese momento. Izuna rápidamente se levantó —. Tengo cosas que hacer, y por nada del mundo los saquen — tras decir eso se fue dejando a los otros tres inquietos y con una inmensa duda.
Siguieron comiendo, no podía pasar nada malo, ¿O si?
Cuando terminaron de comer los tres se levantaron y Óbito y Sasuke salieron de la casa, Madara les dijo que los esperara hay.
— Por cierto, ¿No tenías planeado algo Sasuke? — pregunto y ladeó su cabeza para ver la cara del otro Uchiha.
Sasuke palideció y empezó a sudar frío —. Am — se rasco la nuca —. Tal vez es mejor que no lo sepas — titubeó y puso una cara de terror al recordar algunas cosas.
Óbito frunció el ceño, ¿Que había echo? —. Dime.
El otro ya parecía fantasma por lo pálido que estaba, así que hico un ademán con la mano "soplandoce" —. Hace calor, ¿No? Jaja — se rió nervioso.
El otro entrecerró los ojos y lo miro desafiante —. Dime — repitió pero con voz más grave.
Sasuke iba a poner otra excusa cuando un carro negro se estacionó enfrente de los dos. Entonces la ventanilla del carro se bajó mostrando a Madara con unos lentes de sol y una sonrisa, se veía muy cool.
— Suban — dijo con una sonrisa prepotente.
Los otros dos se miraron y luego subieron los hombros en señal de ¿Que más da? Óbito se subió en el asiento del copiloto y Sasuke atrás. Cuánto los dos estubieron adentro del auto Madara empezó a conducir a la escuela.
