Memoria

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Narra Leone

Las palabras del peli negro hacia que su corazón se quebrara cada vez más, pensó que aquel trabajo quizá ayudaría a reparar las cosas entre ellos, pero aquello estaba funcionando estrepitosamente mal.

Lo peor de todo era que no recordaba la razón detrás del distanciamiento entre ambos, ¿Acaso le había hecho daño a Bruno? No recordar era el peor de los sufrimientos, pues de este modo ni siquiera sabía cómo enmendar las cosas.

_Te traje esto de la cafetería.

Le dije en un segundo intento por disminuir la distancia, mientras sacaba un pastelito de chocolate de mi mochila, estaba protegido por un envase de plástico transparente.

_Gracias, pero no como dulce.

Dijo el peli negro tomando aquel postre y dejándolo sobre el escritorio.

_Sabes que eso es una mentira Bucciarati ¿Porque me odias? ¿Que carajos te hice para que me trates así?

Dije con enojo levantándome de mi sitio, sentía el enojo correr por mi cuerpo mientras mis ojos se cruzaban en los de el.

_En primer lugar no me digas lo que puede o no gustarme, y en segundo ¿con que derecho me hablas así en mi puta casa?

Bucciarati también se levantó, mirándome con enojo, la tensión empezó a subir entre nosotros.

_Mira, se que yo no te gustó, se que a ti te van mas las puras rubias y peli rosas.

Dije pensando en el puto Giorno y en la peli rosa que lo seguían como perros falderos dentro de la escuela.

_Pero eso no es una razón para que te alejaras de mi, ¡Ni siquiera te importo nuestra amistad!.

Le grite con furia mientras apretaba mis nudillos.

_¿Me estas jodiendo? ¿En serio no recuerdas lo que paso? ¿O solo te estas haciendo el idiota?

_Lo último que recuerdo es que tu me correspondiste el jodido  beso, si no sentías nada por mi... ¿PORQUE LO HICISTE?

Ya no podía controlar el tono de mi voz, todo aquel dolor acumulado estaba saliendo de la peor manera.

_Todavía me gustas imbécil.

Aquellas palabras de Bucciarati hicieron que mi respiración se cortara y le mirara perdido.

_Ese es el puto problema, que aunque sepa que a ti te da igual quien besé tus labios, yo aún te ame.

Las lágrimas comenzaron a correr por el rostro del peli negro, haciendo que el enojo se evaporara por completo de mi cuerpo y me acercara a él, sosteniendolo contra mi cuerpo.

Para mí sorpresa, el no me alejo, sus manos se aferraron a mi pecho, y cuando sus ojos se volvieron a dirigir a los míos, no pude aguantar y lo besé.

Bruno me correspondió aquel beso, a diferencia de la vez anterior esta vez fue un beso cargado de impaciencia y deseo, sentir la calidez de su lengua jugueteando con la mía era algo que deseaba desde hace tiempo.

_Tus labios son los únicos que quiero probar.

Dije cuando nos separamos para recuperar algo de aire.

_Eres un mentiroso.

El enojo regreso al rostro del peli negro y este me empujó dejándome completamente confundido de nuevo.

_Vete de mi casa ahora mismo, yo haré solo el trabajo.

Dijo girandose para impedir que viera su rostro.

_Prometiste que siempre estaríamos juntos...

Dije con las lágrimas a punto de brotar en mis ojos.

_A veces prometemos cosas tontas.

Aquello rompio por completo mi corazón.

_Disfruta tu puto trabajo.

Dije dando media vuelta y saliendo de su cuarto, dando un portazo, tenía que salir rápido de aquel lugar.

Narra Bruno

Aquello había sido una montaña rusa emocional, cuando vio al de cabellos blancos irse le surgieron unas locas ganas de detenerlo, después de aquel beso me di cuenta que los sentimientos por Leone seguían intactos.

Aquello le enojo, porque sabía que el beso con Risotto no había sido sólo una cosa de fiesta, pues inmediatamente después de aquella desastrosa fiestas Leone se había vuelto amigo del peli gris, y cuando ellos se distanciaron, vio como Risotto seguía a Abbacchio a todos lados, y siempre que cruzaba mirada con él este le lanzaba una mirada burlona y aprovechaba para acercarse más a Leone.

Si ellos tenían una relación ¿Porque Leone era tan cruel para jugar con sus sentimientos?.

Necesitaba desahogarse así que rápidamente marcó el número de Giorno, el rubio era el único que conocía toda la historia de el con Abbacchio, así que podía confiarle lo que acababa de ocurrir.

15 minutos después de la llamada, el rubio ya se encontraba en la puerta de su casa, así que rápidamente baje a abrirle la puerta y ambos subimos a mi cuarto.

_Entonces... ¿Lo besaste?

Inquirió el rubio cuando se sentó en mi cama.

_Si... Agg soy un espupido.

Dije mientras me dejaba caer en la cama y cubría mi cara con las manos.

_Me ganaron los sentimientos pero me detuve cuando recordé que el ya tiene pareja.

_¿Risotto?

_Si, ese imbécil.

_Risotto no es novio de Abbacchio.

La voz del rubio sonaba demasiado segura.

_¿Como sabes eso?

_Bueno, Fugo es compañero de equipo de Melone, y el es amigo de Risotto, Melone le dijo a Fugo que ellos no son pareja, solo amigos.

_¿Se lo confesó así de la nada?

_Melone es bastante... Comunicativo.

Dijo el rubio con una sonrisa.

_Aún así, los vi besándose.

_En una fiesta, donde todos estaban ebrios y donde según recuerdo, me dijiste que Leone estaba con los ojos cerrados, ¿Has pensado que quizá Leone ni siquiera noto que Risotto lo beso? Quizá el seguía dormido.

Aquello sonaba tan probable que me sentí completamente ridículo.

_Tengo que llamar a Leone.

_Deberías hacerlo, al menos tu situación es mucho mejor que la mía.

Solté el teléfono, Giorno me había escuchado y ahora quería hacer lo mismo por el.

_¿Aún no le has dicho nada a Mista?

_Pensaba hacerlo... Pero el estúpido invitó a Trish a salir, pensé que ella lo rechazaría como siempre pero esta vez acepto.

_¿Trish acepto salir con Mista?

_Si, eso fue lo que el me dijo, así que ¿Pará qué me molesto? Es claro que el sigue interesado en ella...

Aquello me pareció extraño, sabía a la perfección que Trish estaba completamente enamorada de Narancia, quizá más tarde hablaría con ella para saber que estaba pasando.

_Bueno, me voy a antes de que llames a Abbacchio, tengo el presentimiento de que no soy de su agrado, y no quiero que me golpee si me encuentra aquí.

_Gracias Giorno, por todo.

_A tus órdenes.

Dijo el rubio con una sonrisa y se apresuró a salir del lugar, ahora era el momento de llamar, incluso cuando el miedo empezaba a apoderarse de él.

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