Desperté como de costumbre, siempre me levantaba a las 6 de la mañana en punto, ya ni siquiera era necesaria la alarma que descansaba en la mesita de noche, sentía los músculos tensos a causa de no haber dormido bien esa noche, miró a la mesilla buscando el cepillo de dientes y ahí vio la foto que guardaba con tanto aprecio, era la última foto que el y Leone se habían tomado, en ella ambos sonreían y el brazo del albino descansaba en su cintura.
A veces le gustaría volver a aquella época, pero sabía que aquello era imposible, el mismo había decidido marcar distancia con Leone, aunque en un principio pensó que podrían continuar siendo amigos, se dio cuenta que aquello sería imposible, no después de lo que pasó aquello noche una semana antes de entrar a preparatoria.
Una parte de el se sentía culpable por no decirle nada a Abbacchio, y limitarse a él alejamiento progresivo, pero ¿Que podría decirle? En primer lugar el estaba segundo de que el de cabellos platinados no recordaba nada, y en segundo lugar tampoco estaba dispuesto a aceptar o darle vuelta a aquello, incluso si su corazón dolía.
Terminó de alistarse, ese día había decidido usar un pantalón de mezclilla y una camiseta blanca con negro, eche la mochila al hombro y tras una breve despedida a mi padre salí de mi casa.
En el momento en el que salí mi corazón se detuvo por un momento, Leone también estaba saliendo de su casa, desde hace 6 años éramos vecinos, cuando la vieja señora Isabella falleció y la casa había quedado vacía, mi padre convenció al de Leone para mudarse ahí, antes lo consideraba una bendición, pero ahora maldecia el tener que verlo todos los días.
Los ojos dorados se detuvieron mirándome, no pude evitar que nuestras miradas se cruzarán, me dolía ver el semblante triste de Abbacchio cada que me miraba, pero aún así traté de sacar una sonrisa.
_Buenos días Abbacchio - dije mientras pasaba a su lado caminando más rápido para llegar a la escuela.
_Buenos días Bucciarati - contestó el con un tono sombrío.
No pude evitar que mi mente pensara en el, se veía muy atractivo con los pantalones de cuero ceñidos y una camiseta con tiras en el pecho que dejaba a la vista lo marcado de su abdomen.
Trató de despejar eso de su mente cuando vio que estaba a punto de llegar a la escuela, como de costumbre Trish ya lo estaba esperando en la puerta de entrada.
Trish se había convertido en su mejor amiga desde el día que se conocieron, si bien la pelirosa parecía el tipo de mujer inaccesible para todos, el sabía que ella era alguien divertida y amable.
_Llegaste más rápido que de costumbre ¿Acaso venias trotando? - preguntó mientras me daba un beso en la mejilla y se aferraba a mí brazo para entrar a la escuela.
Toda la escuela pensaba que ella y yo estábamos saliendo, ya que en estos meses yo me había convertido en alguien popular, gracias a que sabía que decir en cada momento y me había ganado la simpatía de la mayoría de mis compañeros, por otro lado, Trish era lo que se diría la chica más hermosa del colegio, buena en todo lo que se proponía, ella estaba en el grupo de canto, su voz era la de un ángel cuando cantaba y siempre estaba a la moda.
Todos veían perfecto aquella unión, y desde que se mantenían juntos ninguna chica molestaba a Bruno, todos respetaban a Trish y el estaba agradecido de ya no tener que pasar las mañanas rechazando amablemente a chicas que venían a declarar su amor.
Aún así ellos realmente no eran pareja, es más, el sabía quién era el amor secreto de la pelirosa, por lo que entre ellos dos solo existía una amistad, más bien el la veía como la hermana que siempre quiso tener, así que le resultaba gracioso que los demás vieran otra cosa.
_Chicos, acaban de avisarnos que el profesor de la primera clase no va a llegar, al parecer alguien lo empujó de las escaleras ayer y esta lastimado de la espalda- dijo Fugo acercándose a nosotros, el resto de nuestros amigos venían con el.
_Creo que el universo escucho mis plegarias- dijo Narancia con una sonrisa, a mi lado Trish río con el mientras chocaban la mano.
_De a ver sabía que esto iba a pasar no me hubiera desvelado haciendo la pinche tarea- murmuró Mista con enojo mientras recargaba un brazo en los hombros de Giorno.
_Al menos asi tendrás más tiempo libre- murmuró el rubio.
_¿Quieren ir a la cafetería? - pregunté, de todos modos había olvidado desayunar y ya que no tenían clase tendrían una hora libre.
_Yo voto a favor de la comida- Narancia mantuvo su tono jovial mientras comenzaron a caminar hacia allá.
_Si sigues comiendo así terminaras poniendote obeso- dijo Fugo con malicia.
Narancia le mostró la lengua al rubio y este contestó apretandole la mejilla.
Su grupo de amigos eran personas geniales, a parte de Trish se habían unido Fugo, era el chico más inteligente de la escuela, tenía un coeficiente intelectual por encima de la media, pese a ello todos le respetaban, no era el típico nerd de instituto, aunque siempre mantenía un semblante calmado tenía un temperamento agresivo, que aunque mantuviera a raya, a veces salía a flote, el se encontraba en el club de ajedrez y a la vez en el de lucha, contrastando con el se encontraba Narancia, este mantenía un perfil androgino, a primera vista era difícil determinar si se trataba de una chica o un chico, además su manera de vestir tampoco ayudaba a esto, pese a no ser el más inteligente del grupo todos lo amaban por su divertida manera de ser, el era burbujeante, siempre animado, el había entrado al club de atletismo gracias a desbordar energía.
Por otro lado estaba Mista, el era divertido y era el más masculino del grupo, amaba usar crop tops para presumir su bien trabajada figura, era parte del equipo de fútbol americano, además era el casanova del grupo, no discriminaba entre chicos y chicas, cualquiera era presa fácil para el, finalmente el miembro más resiente de su grupo Giorno, el era un chico tranquilo, estaba en el equipo de botánica de la escuela, siempre se mantenía calmado, además mantenía buenas notas, el era la clase de personas que siempre se mantenía firme para alcanzar sus sueños.
Tras una buena conversación y terminar mi desayuno nos encaminamos a nuestras respectivas clases, clase de literatura, la profesor nos sentó y comenzó a armar equipos, al parecer tendríamos que entregar una exposición de las novelas que ella nos daría.
_Bueno, los equipo los formare sacando dos nombres de este bol- dijo la profesora sonriendo ante el disgusto del grupo- el trabajo se entregará en 2 semanas.
Sentí una mirada clavada en mi espalda, ahí estaba el, Leone, mirándolo de manera intensa, suspiré y volví a fijar mi vista en el frente.
_El primer equipo será de Melone y Fugo.
Vi el respingo que dio el rubio al escucharse siendo nombrado, traté de ocultar una sonrisa, sabía lo que Fugo pensaba de Melone, que era un tipo rarito, así que seguramente estaría molesto por la elección.
_El siguiente equipo será Risotto y Prosciutto - dijo y ante esto vio el respingo de un chico rubio y la mirada de hastiada del tipo gigante al lado suyo.
_Mista y Giorno- murmuró la profesora, me percate de la sonrisa y leve sonrojo del rubio, mientras Mista suspiraba tranquilo.
_Narancia y Trish- la cara de su amiga mostraba verdadera felicidad, seguramente se encontraba entusiasmada por pasar más tiempo con la causa de sus suspiros.
_Leone y Bruno.
No.
No.
No.Mierda.
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Agape
أدب الهواة¿Qué es el amor? A veces una combinación de sufrimiento y sacrificios, otras veces una mezcla burbujeante de felicidad y calidez, el amor es un sentimiento desinteresado y pasional, a veces solo debes seguir tus instintos. AU escolar. Actualizo los...