Dragmire's Blood ⚡

Capítulo 9

Agosto 17 de 1988.

Noruega.

"Castle Dragmire's".
8:10 am

El sol ya hacia tiempo había salido, dando inicio a un nuevo día.

Algunas avecillas silbaban alegres, otras revoloteaban de aquí para allá, brincando de árbol en árbol, al igual que uno que otro mamífero de menor tamaño, como ardillas, y alguna cobaya aventurera.

Los habitantes en el palacio de la familia real Dragmire tenia varias horas de haber despertado, dando inicio a sus rutinas y que haceres, las cocineras ya iban y venían, preparando el desayuno para la familia.

Los jardineros yacían laborando ya, cortando y podando, regando y abonando.

El capataz dictaba a sus subordinados las tareas del día, y los elfos domésticos, al igual que las mucamas, se encargaban de mantener el lugar limpio, libre de polvo y cualquier indicio de suciedad.

El rey estaba tras su escritorio, rodeado de pilas y pilas de papeles y grandes trozos de pergamino, firmando y autorizando diferentes documentos y peticiones.

Y Matt, Matt estaba algo atareado, pues debía de terminar lo más pronto posible, para llegar a tiempo a su destino.

Salió de su guardarropa, con unos cuantos sacos, chaquetas y camisas, con ganchos de madera forrados de terciopelos negro, en cada una de las piezas de ropa que llevaba, para después dirigirse a su cama, y meter lo que traía en el baúl abierto sobre esta.

Repitió lo mismo un par de veces, caminada de su guardarropa a su cama, y de su cama a su guardarropa, para empacar la mayor cantidad de ropa posible, al menos, la ropa que podría pasar por Muggle.

Tendrían que ir de compras una vez instalados, pues, necesitarían más prendas, no podrían vestir diariamente con pantalones de terciopelo, cuero, seda y satén, llamarían demasiado la atención en aquellos suburbios Muggles al cual se dirigían mas tarde.

- Winky. - llamó.

- Llamó él amo Matt. - dijo la elfina, en cuanto apareció en la habitación.

- Si, termina de empacar mis artículos de tocador, por favor, debo de ir a ver a mi hijo. - pidió, cerrando una pequeña valija que contenía corbatas y corbatines.

- En seguida amo Matt. - la elfina chasco los dedos, y un par de valijas color negro con las asas doradas, salieron flotando de el guardarropa.

Matt se calzó un par de botas, que bien podían pasar por botas vaqueras Muggle, muy caras y raras, seguramente, pero Muggle.

Se abotonó la camisa negra, y se arremangó las mangas hasta los codos,abotonó sus jeans negros de mezclilla, los únicos que tenia, pues fueron los únicos sobrevivientes de su antigua vida, de cuando vivía en el orfanato, le quedaban ajustados, pues había subido un poco de peso, y su cuerpo ya no era escuálido, si no tonificado y fornido,se sentía un poco aprisionado en las partes de sus glúteos y sus testículos, pero, solo pensaba usarlos un par de horas, las suficientes para llegar al mundo Muggle, e ir a algún Mall a por más ropa.

Se paso los dedos por su cabello, para ordenarlo hacia atrás, se rocío un poco de colonia, tomó un par de cosas y salio rumbo a la habitación de Harry.

Avanzó por el largo pasillo, escuchando el taconeo que hacían sus botas cada que chocaban contra la piedra pulida del piso, mientras se colocaba el anillo con el escudo de la casa Dragmire, así como se abrochaba el reloj de pulsera plateado, y se colocaba una cadena de platino con la cabeza de un fauno de dije en su cuello.