Capítulo 3

2.2K 233 36
                                    

Noviembre 6 de 1981.

Noruega.

Castle Dragmire.
5:39 am.


Era de noche, hacia frío.


La ventisca fría rugía, haciendo que las hojas de los frondosos árboles se mecieran a su antojo, formando varias y raras sombras sobre el suelo cubierto de tierra,grava y hierba, ocasionadas con la tenue luz de luna que lograba infiltrarse por entre la densa neblina que cubría el imponente y tétrico inmueble.

Las criaturas que habitaban en los terrenos de los Dragmire dormían, algunas cazaban o simplemente deambulaban por ahí sin ninguna razón.

El humo, o más bien vapor, proveniente de el volcán cercano,se colaba por entre las rocas y lava rígida que rodeaban el borde del mismo, cubriendo el suelo con una ligera capa, haciendo que el lugar se viera aún más tétrico.

¡Hogar dulce hogar!.


Dentro del castillo todo era tranquilo, los residentes dormían, al igual que los empleados domésticos, así como la corte, los consejeros, los sabios, las doncellas y los bufones, a excepción de los guardias en turno.

Las antorchas empotradas en las paredes, repletas de queroseno interminable, iluminaban los oscuros pasillos, tanto por ser de noche, como por el material del cual estaba construido el castillo.

El viento se colaba un poco por entre una que otra rendija existente por la unión de los ventanales con las rocas y la obsidiana, provocando que las llamas de las antorchas se tambalearan de un lado al otro.

Al igual que el candelabro de hierro toscamente forjado que colgaba en el centro de la habitación otorgada a Matt, que se movía con mas ímpetu por la ventana abierta.

El candelabro se mecía de un lado a otro y en ocasiones en círculos, provocando un horrible y fastidioso tintinear por el roce de los escalones de la cadena usada para sujetar el candelabro al techo.

Las cortinas de tela gris se alzaban, las paginas del libro olvidado sobre el escritorio pasaban de una a otra,meciéndose en una especie de extraña danza, al igual que uno que otro cabello de Matt.

El joven adulto se movía de un lado a otro incomodo, enredándose cada vez mas entre las sabanas, cubierto de una capa de sudor seco y pegajoso y sonrojado en su totalidad por la fuerte fiebre que presentaba.

Vestido únicamente con unos sencillos calzoncillos de lino negros, que comenzaban a incomodarle por el calor y sudor de su miembro viril.

Se despertó sobresaltado por la falta de aire, llevó sus manos a su garganta intentando retirarse la inexistente soga que creía tener cortándole su respiración.


Grito después de unos desesperantes y agonizantes segundos en los que creía que moriría asfixiado, su pecho subía y bajaba rápidamente a consecuencia de su errática respiración, mientras el trataba de jalar todo el aire posible para volver a abastecer sus pulmones.

La pesaba puerta de madera cruda de su habitación fue abierta, permitiendo la entrada de Marcus.

Matt volteo a verlo con ojos inyectados en sangre por el desafortunado incidente que había pasado hacia unos pocos momentos atrás.

Marcus avanzó hacia el centro de la habitación, parándose sobre la alfombra negra que cubría gran parte del piso y frente a la cama del propietario de aquella habitación.

Dragmire's Blood ⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora