Capítulo 4

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Narra Stephen

—¿Vives con Charlie, cierto? No sabía que tenía una hermana.

—Acabo de mudarme hace un par de días.

Sentía mucha curiosidad por conocer a esta chica, no me había pasado desde… bueno, desde hace años, quería saber tanto de ella como seguramente ella quería  saber de todo lo que había visto y escuchado hoy, me daba la impresión de que Charlie le escondía muchos secretos.

—¿En dónde vivías antes?

—Charlie y yo crecimos en una ciudad mucho más pequeña que esta a unas dos horas de aquí, viví en la casa de mis padres hasta que decidí mudarme a la gran ciudad para poder asistir a una buena universidad y como Charlie ya estaba aquí, lo más fácil era mudarme con él aunque ahora no sé si fue buena idea, siento que mi hermano ha cambiado.

—Las personas cambian a veces, pero eso no significa que tu hermano ya no sea lo que tú conociste antes, no es mi amigo, pero lo conozco y no me desagrada, al menos no hasta hoy, lo que hizo no fue muy inteligente.

—No entiendo por qué me llevo a ese lugar, de hecho no sé qué era ese lugar, Charlie solo me compró este vestido y me pidió acompañarlo hoy. ¿Qué era ese lugar?

—Ese lugar es el hotel de mi padre.

—¿Tú compras restaurantes para tus amigos y tu padre compra hoteles para hacer fiestas?— Vi como una sonrisa se dibuja en el rostro de Claire —Ustedes son algo presuntuosos ¿eh?

—Sí lo pones así eso parece—me reí— pero ese hotel no es solo para hacer fiestas, es uno de los negocios familiares, y este restaurante aunque fue un regalo para Patt también es un negocio para mí, digamos que somos hombres de negocios.

—Ya veo, ¿Osea que no eres de los niños ricos que solo gastan el dinero de papi, sino que también consigues lo tuyo?—Claire no dejaba de sonreír como si fuera una niña pequeña hacienda una travesura mientras me retaba y me llamaba niño rico,.

—Eso intento Claire.

—¿Y mi hermano? Supongo que trabaja para ti.

—No para mí, pero sí para mí padre.

—Charlie le dijo a tu padre que yo podía ser útil para su equipo, supongo que hablaba de su equipo de trabajo, pero tú le dijiste que me mantuviera alejada de eso… ¿por qué? Sería bueno tener un trabajo mientras estudio, así podría ayudar a Charlie con los gastos.

—Porque no es el trabajo idóneo para ti—No quería hablar del tema con Claire, era Charlie quien tenía que hacerlo, honestamente  yo no sentía ninguna lealtad por él pero sabía que no me correspondía a mí darle a Claire las respuestas que buscaba así que sonreí.—No te preocupes, te aseguro que con lo que mi padre le paga a tu hermano tú no necesitas trabajar para ayudarlo, ustedes tendrán dinero de sobra.

En ese momento Patt apareció con los primeros platos de la noche en las manos y haciendo sus ya usuales bromas, la cena fue buena y mi parte favorita fue poder ver a Claire disfrutándolo y riendo a carcajadas, haberla traído aquí fue la mejor opción sin duda.

Bebimos vino durante la cena pero Patt consideró que era buena idea abrir otra botella para festejar que al fin había traído una chica, pero no solo fue una botella, perdí la cuenta de las copas hasta que recordé que debía conducir y entonces dejé de beber pero Claire y Patt no pararon, podía ver las mejillas de ella ponerse coloradas por el licor y los ojos de Patt  cada vez más perdidos, pero admito que era una buena noche, pasadas las dos de la madrugada Patt se despidió de nosotros y tambaleándose subió a un taxi para ir a casa, era hora de llevar a esta chica a su casa, extrañamente no quería hacerlo, no quería despedirme, no quería dejar de escuchar su escandalosa risa.

MíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora