Mía

Capítulo 6

Narra Stephen

En el auto que ahora nos seguía estaban Philip y Ambrose, dos de nuestros hombres más leales, sabía que a unos cuantos minutos de distancia esperaban también Carl y Dean, mi padre había enviado su artillería pesada a escoltarme, algo muy grave debía de estar sucediendo, siempre había podido cuidarme solo y en tiempos de problemas solo había necesitado de uno o dos hombres conmigo, ¿cuatro esta ves?… eran demasiados. Mire rápidamente a Claire aferrada a su asiento con temor.

—Claire, abre la guantera.

—¿Q…qué?— Su voz temblaba, sin duda estaba nerviosa.

—¡Hazlo!

Claire saltó del susto, no era mi intención pero estábamos en peligro, necesitaba que obedeciera y que lo hiciera rápido, nuestras vidas podían depender de eso, además empezaba a sentir la ira por mis venas, siempre es lo que me mantiene atento en situaciones como esta, es lo que me hace tan efectivo… tan letal. Ojalá Claire no tuviera que verme así.

—¡ABRE LA MALDITA GUANTERA YA!

—¡Ok, ok! Ya voy, no tienes por qué portarte como un imbécil.

Cuando Claire abrió la guantera se quedó paralizada, puedo apostar que esa fue la primera vez que vio un arma real tan cerca. Volteó el rostro hacia a mí con la boca abierta y muerta de terror, intentaba hablar pero no podía hacerlo.

—Ey, necesito que obedezcas, toma el arma… por favor.— Tenía mi vista al frente pues estaba por tomar una curva pero de reojo podía ver que Claire seguía estática, como congelada. Necesitaba que esta chica reaccionara.—¡Hazlo ya Claire! Necesito que tomes el arma AHORA.

—¿Qué hago…qué hago con ella?—Claire tomó con cuidado el arma entre sus manos como si estuviera sosteniendo un objeto frágil de cristal y temiera romperlo.

—Tienes que ser cuidadosa, el cargador está lleno. Necesito que te fijes en el costado, tiene un seguro, ¿puedes hacerlo?

—Eso creo

—¿Lo encontraste?

—Sí—dijo Claire con una voz débil.

—Usa tu pulgar para quitar el seguro.

CLICK

—¡Eso! Lo hiciste bien, tranquila, ahora dámela con cuidado.— La manos de Claire temblaban cuando puso el arma en mi mano, tomé el arma y la mantuve en mi regazo, con la mano lista en caso de necesitar usarla.—Ahora necesito que busques debajo de tu asiento, vas a encontrar un arma igual.

—¿Otra?— Claire parecía sorprendida pero obedeció y utilizando ambas manos comenzó a buscar.—¡La tengo!

—Necesito que hagas lo mismo, busca el seguro y quítalo.

CLICK

—¡Así se hace princesa!—¿Pincesa?¿Enserio? No sé que estaba pensando solo lo dije, solo salió, buen momento para incomodarla, pero de hecho, no pareció molestarle.

—Toma.—Dijo Claire mientras acercaba el arma a mí.

—No, esa es para ti, ten cuidado, ya no tiene seguro y esta cargada, se supone que debes de usar una mano pero tú utiliza ambas, estás temblando, tu puntería no va a ser muy buena así, cuidado con ella, fíjate hacia donde la apuntas y no jales el gatillo a menos que te lo diga o tengas que defenderte.—Vi la cara de terror de Claire tratando de procesarlo todo.—Ey, calma, solo serán unos minutos mientras logramos cambiar de auto, entonces no será necesario.

Solo unos minutos más y llegaríamos al Boulevard Hills, toda mi atención estaba en el camino, mirando constantemente el retrovisor asegurándome de que solo Philip y Ambrose nos siguieran. Nos acercábamos a una intersección, el semáforo estaba en verde así que ni siquiera bajé la velocidad, teníamos que movernos rápido. Aceleré.

CRASH

Escuché a Claire gritar, cerré los ojos un segundo y vi todo moverse en círculos deprisa, había perdido el control del auto, solté el arma tratando de tomar el volante pero aún así no pude estabilizar el auto y el arma cayó a mis pies, maldición. Impactamos contra un muro, mi rostro se estrelló con el volante y podía sentir sabor a sangre en mi boca, escupí y en ese momento escuche la respiración jadeante de Claire y leves quejidos, cuando la miré un hilo de sangre corría por su frente y su labio estaba partido pero parecía que no tenía lesiones graves.

Un auto se derrapó y de inmediato comencé a escuchar gritos, desesperado intenté encontrar el arma que había caído a mis pies pero no estaba por ningún lugar, momento inoportuno para perder un arma Stephen. Vi que Claire se aferraba al arma que le había dado.

—¡Claire!!CLAIRE! ¿Me escuhas?.—Ella me miró fijamente, estaba llorando pero asintió con la cabeza decididamente y luego miró el arma en sus manos.—Necesito el arma ahora

Claire extendió sus manos ofreciéndome el arma y verla llorando me partió el corazón, todo estaba mal, ella no debería de estar aquí, necesitaba sacarla de aquí rápido pero no sabía que era lo que pasaba fuera del auto. Recapitulé... el semáforo, mi pie en el freno y entonces el golpe en el costado del lado del copiloto, fue un auto el que impacto con nosotros, un auto a gran velocidad, por suerte el golpe fue en la parte posterior y no justo donde estaba Claire, sentí alivio, luego entendí que el derrape que escuché debió de haber sido el auto que nos golpeó…y los gritos, los gritos debían de ser Ambrose y Philip.

—Escúchame Claire—dije mientras tomaba su rostro con cuidado entre mis manos acariciando sus mejillas.—Necesito que te quedes aquí, solo un segundo, tengo que salir y ver qué es lo que sucede.

—¡NO! Stephen por favor…por favor no me dejes sola.

—¡Ey! Tranquila, solo unos segundos, te lo prometo, necesito saber qué sucede allá afuera y necesito que estés muy atenta a mis instrucciones, cuando sepa que es seguro salir te llamaré y quiero que corras hacia donde esté. ¿Está claro linda?

—S….s….sí.

—Muy bien, eso es linda, te prometo que todo estará bien, te voy a sacar de aquí, confía en mí, yo te protegeré.

Salí del auto con el arma en mano y me tiré al piso cuando comencé a escuchar disparos, eran Ambrose y Philip contra cuatro hombres que habían bajado del auto que nos había golpeado, vi a uno de esos desconocidos caer al suelo perdiendo mucha sangre, otro de ellos al tratar de alejarlo de la ráfaga de disparos cayó herido también, esto era bueno, eran dos contra dos y en cuanto yo interviniera tendríamos la ventaja. Corrí hacia donde el enfrentamiento tomaba lugar cubriéndome detrás de algunos vehículos estacionados y Philip se percató de mi presencia.

—¡Stephen! Todo está bajo control, sal de aquí. —Justo en ese momento escuchamos el ruido de motocicletas acercándose a la distancia.

—¿Son de los nuestros?—Pregunté.

—No.—Dijo Philip mientras su rostro denotaba su preocupación.—¡Corre!