The Hunter

Capítulo 7

Me dolía todo el cuerpo. Eso fue lo primero que sentí cuando abrí los ojos. Se sentía como si me hubiera arrollado un camión.

- Ahg - me quejé en voz alta al intentar sentarme. Dolía a tal grado que decidí quedarme acostada y sin mover un solo músculo.

Cerré los ojos.

Lo hicieron otra vez.

Abrí la boca para poder coger aire, ya que sentía que no podía respirar correctamente. Entonces empecé a toser, maldije internamente cuando mi estómago se contrajo.

Todo hubiera estado bien si no fuera porque tuve que girarme a escupir sangre.

-¿Qué mierda...? - levanté la vista y me encontré con los ojos de él escaneando mi cuerpo. Tenía puesto un pantalón y una camisa sin mangas que se me había subido hasta arriba del estómago, y por lo que se podía ver no era muy lindo.

Mis brazos estaban llenos de rasguños y moretones, al igual que mi estómago, pero éste era peor porque algunos se veían que iban a tornarse verde. No quiero ni imaginarme como estarán mis costillas, que es lo que más me duele.

- Silencio. - Le ordené volviendo a acostarme - No estoy de humor para escuchar como hablas sin parar.

Me ignoró completamente.

-¡¿Pero qué te pasó?! - mi cabeza empezó a palpar a causa de su grito.

-¡Te dije que te callara, maldita sea!

- ¡Anoche estabas bien! - dijo no tan alto.

- ¡Te felicito! Sabes manejar los tiempos verbales.

- ¿Cómo te lo hicieron? - Me susurró. No podía verlo, pero su voz se escuchaba asustada.

- Tranquilo, no te lo van a hacer a ti - suspiré, al hacerlo mi pecho se hinchó haciendo que el dolor fuera peor. Hice un esfuerzo abismal para que en mi cara no se notara lo que sentía.

- Eso no es lo que me preocupa... - murmuró para él mismo. Fingi no haber escuchado porque no tenía ganas para preguntar. - Necesitas un médico. No, necesita ir al hospital

- Lo único que necesito ahora es que cierres tu maldita boca - le escupí ya cansada.

Por milagro del cielo, él me hizo caso. Pero aún podía sentir el peso de su mirada en mi cuerpo.

La luz del sol que estaba por la pequeña ventana me estaba molestando en los ojos, así que con mucho esfuerzo, puse mi brazo en mis ojos.

Pronto saldré de aquí, pronto saldré de aquí, pronto saldré de aquí. Me repetía una y otra vez en mi mente, como ya lo llevaba haciendo desde hace tiempo. Tú puedes, tienes que resistir un poco más. Sólo un poco más.

Mi cuerpo se sentía pesado y parecía que a cada segundo el dolor iba empeorando y empeorando.

Estaba cansada, tenía sueño, pero sabía que no me podía dormir, tenía que mantenerme despierta. Si me debaja llevar iba a desmayarme, iba a hacer que el ego de esos tipos creciera y no permitiría que eso pasara.

- Olvida lo que acabo de decir - quité mi brazo y abrí los ojos - Necesito que me hables, tienes que mantenerme despierta.

- Eres muy bipolar, ¿lo sabías? - intentó bromear.

- Algunas malas lenguas lo suelen decir - volví a hacer el intento de sentarme.

- Es mejor que te quedes... - levanté mi mano en señal de que se callara.

Lo seguí intentando hasta que por fin lo conseguí.

Cerré los ojos y échale cansada por el esfuerzo.

- Hey, hey, hey - me llamó la atención al darse cuenta que me estaba dejando llevar.

- Estoy bien, estoy bien - abrí los ojos.

Hizo una mueca y me miró con desconfianza.

- ¿Segura?

- Sólo... cuéntame algo.

Se lo pensó unos segundos.

- Primero que todo: mi nombre es Aleksi.

- Svetlana. - asentíe en su dirección presentándome.

- No sé que más decirte, en realidad - se encogió de hombros.

- ¿Como llegaste aquí? - le pregunté débilmente, sentia que cada vez que parpadeaba, se me hacia más difícil abrir los ojos.

- No lo sé, estaba caminando tomándome un Starbucks y al momento siguiente tenía una tela negra en mis ojos, las manos amarradas y en un carro en camino a quién sabe dónde. Cuando quitaron todo desperté en esta celda con una no muy agradable compañera.

- ¿Te han secuestrado antes? Porque te ves muy tranquilo hablando de esto.

- Un par de veces - dijo sin importancia - pero las otras ocaciones tenia mejor compañía y me trataban mejor.

- ¿"Mejor compañía"? ¡Soy la mejor persona con la que te podrían haber encerrado!

Ya podía ver todo con más claridad y ya no sé me hacia tan difícil mantener los ojos abiertos.

Sonrió de lado.

- ¿Tienes alguna idea de qué es lo que quieren de ti?

- Pues... puede que casualmente haya hackeado a la GRU y...

-Espera, espera, espera - todo rastro de sueño se esfumó al escucharlo - ¿Me estás diciendo que lograste entrar al Glávnoye Razvedyvatelnoye Upravlenie*? - Le pregunté sorprendida.

- ¿Sí? - respondió dudoso.

- ¡Jodida mierda! - exclamé sin poder salir de mi estado. - ¿Y cómo es que se Dmitri se enteró?

- ¿Quién? - frunció el ceño.

- Cierto - me dije a mi misma cuándo recordé. Desde que llegó no había salido de su celda. No conocía nada fuera de esas paredes. - el jefe del lugar.

- Oh, bueno... - se rascó la nuca - se dieron cuenta de que entré en su sistema y me localizaron después de unos meses. Me secuestraron y me interrogaron durante mucho tiempo, pero logré convencerlos de que no fui yo, además de que no tenían suficientes pruebas. Cuando salí eliminé cualquier rastro que me inculpara y en su lugar lo remplacé por uno falso que llevaba hacia otra persona.

- Admito que fue inteligente - un pensamiento cruzó mi mente, pero decidí dejarlo para después - ¿Quién era esa persona?

- No me acuerdo bien del nombre, pero era otro hacker que trabajaba para una mafia. - se encogió de hombros.

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*Glávnoye Razvedyvatelnoye Upravlenie: Departamento Central de Inteligencia Ruso

Lo sé, lo sé, ha pasado DEMASIADO tiempo desde que actualicé la última vez, por favor no le maten.

Éste capítulo lo tengo desde hace rato, pensaba añadirle algunas cosas y editar otras, pero no he entrado a wattpad en MUCHO tiempo, y sé que si no lo publicaba ahora, no lo iba a hacer después.

Sé que es corto, pero no he tenido inspiración.

Además de que como ya dije: no he entrado a wattpad en mucho tiempo.  Por lo que voy a publicar algunos capítulos que ya tenía listos pero no editados (siguen sin editar :p).

¡Disfruten!

~ZV