Toques de Mí

Ella

*Me senté en frente del teclado que se encontraba en mi cuarto y reproduje nota por nota aquella canción que no podía traducir. Estaba inspirada, al terminar la toqué completa una última vez y sonó hermoso. Cuando me quise dar cuenta ya era hora de comer y mi madre me llamaba desde la puerta de la cocina para que bajara. Esa noche comí poco, le conté a mi madre y a mi padre, bueno... ustedes ya saben, lo que había hecho en el día. Realmente no mucho, Luego de eso preparé ropa para ir a la escuela al día siguiente doblada sobre un sillón en el que toco el piano, así podría dormir más tiempo, cerré mis ojos y sólo me dejé envolver por el sueño.

A la mañana siguiente desperté y me cambié con la ropa que había dejado preparada. Una blusa de gasa como mí vestido, solo que rosa, unos jeans ajustados y unos zapatos altos color beige con una chaqueta a juego. Desarmé la trenza de mi cabello, había olvidado hacerlo la noche anterior, y desenredé mi cabello para trenzarlo nuevamente esta vez de manera más prolija. Bajé las escaleras aún con sueño y fui a la cocina donde desayuné cereales y yogurt. Alguien llamó a la puerta y fui a atender.*

Jenny: Hola Kyle ¿Qué haces aquí?

Kyle: Debía comprar unas cosas aquí cerca y decidí pasar para ir juntos a la escuela

Jenny: Ok – dije un tanto desconcertada y tomé mi bolso para salir

Kyle: ¿Cómo amaneciste?

Jenny: No muy bien, ayer estuve pensando en papá

Kyle: Oh, no sabía

Jenny: No hay problema, ya estoy mejor. ¿Tú?

Kyle: ¿Yo qué?

Jenny: Que cómo amaneciste tonto

Kyle Ah sí, bien. Contento

Jenny: ¿Se puede saber porqué esa felicidad repentina?

Kyle: Uhm no – dijo avergonzado

Jenny: Anda dime – rogué haciendo pucheros

Kyle: Está bien pero promete no enojarte

Jenny: Lo prometo – crucé los dedos

Kyle: ¿Recuerdas aquella chica con la que hablaba antes de que fuéramos novios?

Jenny: Si cómo olvidar a esa estúpida. ¿Cómo se llamaba? ¿Griselda verdad? Como la hermana mala de Cenicienta

Kyle: Es Grace y no seas mala o no te contaré nada

Jenny: Ok -- agaché la cabeza – ahora dime ¿La pisó un tren?

Kyle: Te lo advertí, ahora no te contaré nada

Jenny: Andaaaaa – supliqué – no lo haré más

Kyle: Está bien. Hace unos meses volvimos a hablar y ahora se cambiará a nuestro colegio